Una de las cosas que menos nos gusta hacer a las amantes de belleza es limpiar las brochas de maquillaje. Reconócelo, llevas retrasando este tema desde hace tiempo y sigue rondando en tu cabeza por qué todavía no lo has hecho. Y es que para lucir una piel impecable hacen falta productos de calidad y cuidar tu rostro cuidadosamente con una buena rutina, pero hay un paso muy importante del que no podemos prescindir: limpiar con regularidad nuestras brochas. Hay mil y un trucos y, aun así, siempre aparecen nuevos. Existen desde limpiadores específicos para brochas hasta alfombrillas de silicona para eliminar la suciedad de los pelitos. A continuación, detallamos las seis normas esenciales para limpiar bien tus brochas de maquillaje.
¿Por qué lavar tus brochas?
Una de las razones principales por las que mantener tus brochas de maquillaje en buen estado es que tu aplicación de maquillaje mejorará inmediatamente.
Los pigmentos de los productos en polvo trabajan mejor si no están mezclados con residuos de otros productos que puedan haberse quedado en las brochas y claro, tu base de maquillaje lucirá más natural si las herramientas de aplicación están completamente limpias.
5 normas para limpiar bien tus brochas
1. Límpialas con regularidad
Las brochas que usamos para aplicarnos productos líquidos o en crema deben lavarse cada pocas semanas. ¿Por qué? Estas fórmulas se acumulan de manera más rápida. De hecho, si las usas con mucha frecuencia lo preferible es limpiarlas una vez por semana.
En cambio, las brochas que usamos para fórmulas en polvo –como las sombras de ojos o los polvos bronceadores– sólo hace falta lavarlas una vez al mes.
2. Tiempo de secado
Tan importante es lavar bien las brochas como secarlas. Ten paciencia y asegúrate de que están bien secas antes de volverlas a utilizar. La mayoría tarda un mínimo de 24 horas en secar completamente, pero pueden tardar incluso cinco días.
3. Colocación en su proceso de secado
En ambos casos puedes secarlas horizontalmente sobre un papel absorbente o una toalla, o boca abajo. Las cerdas deben quedar fuera de la superficie de apoyo, por ejemplo en el borde de la mesa, para evitar que se deformen.
4. Las brochas de fibra natural con un limpiador suave
Las brochas naturales hay que cuidarlas con un champú normal –el champú de niños es muy popular– con agua templada. De esta forma conseguirás eliminar perfectamente de las cerdas los restos de aceite, polvo y ceras dejándolas limpias y secas.
5. Las brochas sintéticas aguantan limpiezas más intensas
Con las brochas muy usadas, utiliza producto de lavavajillas líquido ecológico, con cuidado de aclararlo bien después. Como alternativa tienes el jabón de Castilla –que es más suave–, pero deberás ser más rigurosa a la hora de retirar los restos de maquillaje al cien por cien.
¿Qué accesorios necesitas?
Una bandejita con textura en la base
Aunque la palma de la mano es uno de los recursos más utilizados para higienizar este tipo de herramientas, no es ni mucho menos la única opción posible. Las bandejitas con textura en la base, para favorecer la eliminación de los restos acumulados en la brocha son un muy buen sustituto si preferimos evitar utilizar directamente la mano.
Limpiadores de pinceles eléctricos
Otra alternativa son los limpiadores de pinceles eléctricos, disponibles en plataformas como Amazon. Están compuestos por un botecito con una tapa en el que se introduce la brocha y un adaptador para el mango con un botón que realiza la acción de centrifugado.
Jabón
Una parte importante del proceso es incluir un jabón, preferiblemente específico. Existen jabones en formato sólido y creados específicamente para higienizar brochas y pinceles, como este de la marca Luvia Cosmetics que además tiene aroma a lavanda.
Spray limpiador para una limpieza diaria
Nyx Cosmetics ha desarrollado un limpiador en spray que es perfecto para limpiar los pinceles cuando utilizamos varias sombras. Solo hay que pulverizarlo sobre la brocha y secar con una muselina o toallita de papel.