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Salus Álvarez, de Prada a crear los bolsos de la marca favorita de la Reina Letizia: «Mascaró es artesanía»

(Foto: Salus Álvarez)

La innovación y la tradición a menudo encuentran puntos de fricción en el mundo de la moda y pocos diseñadores logran tejer ambos mundos con tanta naturalidad como Salus Álvarez. Con una carrera que incluye colaboraciones con gigantes del lujo como Prada y Furla, Álvarez ha labrado su camino como un maestro del diseño de bolsos. Ahora, en su última aventura creativa se une a Mascaró, una de las marcas favoritas de la Reina Letizia made in Menorca, para crear una colección que refleja no sólo su visión contemporánea, sino también la esencia artesanal de Menorca. Hablamos con el diseñador para conocer esta colección y su inspiradora trayectoria.

Salus Álvarez comenzó su camino en el mundo del diseño gracias al apoyo de su madre, quien lo animó a estudiar en la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona. Su pasión por el oficio lo llevó a trabajar con un zapatero local, donde aprendió técnicas artesanales.

En 2014 llegó a Milán, donde ganó un concurso de diseño de Louis Vuitton y el Instituto Marangoni, lo que le permitió acceder a un máster en diseño de accesorios de lujo. Mientras estudiaba, realizó prácticas con Alessandro Oteri y más tarde se unió al equipo creativo de Salvatore Ferragamo, consolidando su carrera en la moda de lujo.

En estas marcas trabajó para colecciones masculinas y ahora, para Mascaró, crea una colección tremendamente femenina. Se trata de una marca con más de 100 años de historia y una de la más elegida por la Reina Letizia para sus apariciones oficiales. «Diseñar un bolso de hombre y uno de mujer implica diferencias en términos de funcionalidad y estilo», señala Salus y añade que mientras que los de mujer «suelen jugar más con elementos estéticos y de moda, los de hombre tienden a centrarse en la utilidad, y ambos deben adaptarse a las necesidades y gustos del momento en el que vivimos», explica el diseñador.

Modelo Sella diseñado por Salus Álvarez. (Foto: Mascaró)

No es sorprendente que la trayectoria de Salus Álvarez, marcada por su paso por marcas como Prada y Furla, haya influido en su enfoque actual. Trabajar en estas grandes marcas le permitió desarrollar un ojo crítico y un profundo entendimiento del proceso creativo. «Aprendí sobre la importancia de la conceptualización y cómo los pequeños detalles pueden tener un gran impacto en el resultado final». Esta atención al detalle es evidente en cada uno de los bolsos que ha diseñado, donde cada puntada cuenta una historia.

«Siempre me ha fascinado cómo los bolsos pueden completar un look y expresar la personalidad de quien los lleva»

El diseñador recalca que esta lección ha influido en su manera de trabajar, haciendo que cada pieza sea una extensión de una narrativa más amplia ayudando a crear una historia para la marca. «Hoy en día es muy importante crear un dialogo entre la marca y el cliente, el cual tiene que pasar a través del producto, para fortalecer y crear un fuerte interés de la marca».

(Foto: Salus Álvarez)

Pero más allá de su experiencia en grandes casas de moda, Álvarez se ha mantenido fiel a su propia pasión por los bolsos. «Siempre me ha fascinado cómo los bolsos pueden completar un look y expresar la personalidad de quien los lleva. Son una plataforma increíble para la creatividad y la innovación en el diseño».

«Conozco Mascaró desde mi infancia. He visto a mis padres usar sus zapatos desde que tengo uso de razón»

La colaboración entre Álvarez y Mascaró no es casual. Como cuenta el propio diseñador, el interés mutuo surgió de un deseo de explorar nuevas fronteras en el diseño de bolsos. «Conozco Mascaró desde mi infancia. He visto a mis padres usar sus zapatos desde que tengo uso de razón», comenta. Esta conexión emocional, arraigada en su historia personal, dio lugar a un proyecto donde el pasado y el presente dialogan. «Conocí a Lina Mascaró hace unos años y me atrajo su herencia cultural, así como la oportunidad de crear algo que combinara ese legado con mi visión contemporánea de bolsos».

Modelo Nura diseñado por Salus Álvarez. (Foto: Mascaró)

Lina Mascaró es la tercera generación al frente de la marca, se incorporó en 1994 y la impulsó internacionalmente. Tal es así que no sólo la reina Letizia ha llevado sus zapatos, sino también la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton.

El mayor desafío para Salus fue, sin duda, encontrar el equilibrio entre la tradición artesanal de Menorca y su propia estética moderna. Este desafío lo llevó a un proceso de diseño donde tradición y modernidad bailan en perfecta armonía; sin duda, una de las cualidades que más valora la Reina Letizia en la moda. “He buscado incorporar elementos que reflejen la esencia de Menorca, especialmente Ferreries, donde se encuentra la fábrica de Mascaró. Es un diálogo continuo entre los clásicos objetos de la isla y mi experimentación”, explica.

El resultado es una colección de bolsos que, aunque anclada en la cultura menorquina, habla un lenguaje contemporáneo, resonando con un público global, incluida la realiza y, en particular, la Reina Letizia.

«Para trasladar la esencia de las cestas de rafia a un bolso de lujo, me enfoqué en capturar la textura y la forma original»

Un claro ejemplo de esta fusión de culturas y temporalidades se encuentra en los modelos Nura y Mini Nura, inspirados en los tradicionales cestos de rafia de la isla. La habilidad de Álvarez para transformar un elemento cotidiano en una pieza de lujo es lo que define su maestría como diseñador. «Para trasladar la esencia de las cestas de rafia a un bolso de lujo, me enfoqué en capturar la textura y la forma original, pero dándole un uso más urbano. El resultado es una pieza que evoca sofisticación y elegancia para cualquier ocasión».

Modelo Mini Nura diseñado por Salus Álvarez. (Foto: Mascaró)

La Reina Letizia hasta ahora sólo ha sido vista con zapatos de la marca, pero estamos seguros de que tarde o temprano caerá rendida ante esta colección de bolsos. Otro de los modelos destacados es Sella, un homenaje a la icónica silla de montar de Menorca. Reinterpretar un símbolo cultural tan arraigado no fue tarea fácil, pero Álvarez asumió el reto con entusiasmo. «El caballo negro de Menorca es un símbolo para la isla. Reinterpretar la silla de montar fue emocionante. Estudié su forma y detalles para adaptarla a un bolso, creando un diseño que rinde homenaje a este elemento cultural, pero de una forma práctica y moderna».