En un mundo publicitario históricamente dominado por hombres, la presencia de mujeres como Pilar Martínez Santamaría representa no sólo un hito profesional, sino una revolución silenciosa que ha ido desmontando barreras con inteligencia, elegancia y perseverancia. Y es que, Pilar Martínez Santamaría, conocida cariñosamente como Tipi, es mucho más que una ejecutiva o una empresaria: es la encarnación de un liderazgo sereno, un faro para quienes entienden que el verdadero poder reside en la autenticidad y la dedicación callada. Este reportaje es un homenaje a una mujer que, desde la discreción y el trabajo constante, cambió la historia de la publicidad española.
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Nacida un 16 de octubre de 1952 en Molina de Aragón, en un molino que marcaba la historia familiar —su abuelo fue molinero y su padre un visionario empresario— Pilar se trasladó muy niña a Madrid. Allí, la Gran Vía, con sus bulliciosas calles y luminosos carteles, sería testigo del despertar de una pasión que hoy reverberamos con admiración. Entre las paredes del colegio María Inmaculada, donde cultivó su amor por las letras y el francés, germinó una inquietud por el mundo comercial que acabaría por definir su destino.
En 1969, cuando la publicidad aún no se estudiaba en las universidades, Pilar optó por una senda pionera: Marketing y Dirección Comercial en el prestigioso Centro Español de Nuevas Profesiones y posteriormente un Executive MBA en el Instituto de Empresa IE. Siempre consciente del poder del conocimiento y el idioma, viajó a Inglaterra (Wimbledon) para perfeccionar también sus idiomas y forjar una mirada internacional, ingrediente esencial en una carrera que pronto florecería.
La primera mujer ejecutiva junior en una agencia de publicidad
Su primera experiencia profesional, allá por 1972, fue en BRB Merchandising, gestionando personajes icónicos del cine y la televisión infantil de los setenta. Sin embargo, su salto definitivo llegó en 1977, cuando Javier Manchado le ofreció la oportunidad de incorporarse a Lintas, convirtiéndose en la primera mujer ejecutiva junior de una agencia donde se encargó de marcas internacionales y nacionales que hoy forman parte del imaginario colectivo: Lever Ibérica, Johnson & Johnson, Rowntrie Machintosh, y muchas otras.

Pilar no sólo ascendió en un mundo predominantemente masculino, sino que lo hizo con una elegancia, inteligencia y generosidad que la convirtieron en un pilar fundamental. Su filosofía, inspirada en Diógenes —el movimiento se demuestra andando— fue el motor que impulsó una carrera imparable y discreta a la vez, capaz de combinar el rigor profesional con una genuina empatía y capacidad de escucha.
Como mujer en un sector donde la balanza de género aún tiende a inclinarse, su figura es un referente imprescindible para entender la evolución de la publicidad española y la indispensable contribución femenina que, gracias a pioneras como ella, hoy brilla con luz propia.
En 1988, un giro crucial marcó su trayectoria: dejó la seguridad de Lintas para relanzar Publinsa, una agencia clásica que ella contribuyó a revitalizar. Aquí, desplegó toda su creatividad y visión estratégica en campañas memorables para Baileys, (Campaña Seda Baileys ganadora del Concurso Internacional de Publicidad). Pilar, siempre con la mirada puesta en la innovación, entendió pronto la necesidad de ampliar el foco hacia la comunicación integral, sentando así las bases para lo que sería su gran aventura empresarial.
Moda, lujo y la creación de una agencia
En 1996, en pleno contexto de crisis, Pilar Martínez Santamaría dio un salto al vacío que muchos consideraron arriesgado, pero que para ella fue un acto de libertad y afirmación personal. Fundó Dimar Respuestas Publicitarias, sola y con un modesto despacho frente a su antigua agencia, iniciando una nueva etapa donde su independencia y visión se fundían en un proyecto pionero de comunicación especializado en moda y lujo.
Con la ayuda de su sobrina Violeta Alcocer, cuyo talento y visión a largo plazo enriquecieron la empresa, cambiaron su antiguo nombre a muy reconocido Know How Comunicación y pronto se transformaron en un referente del sector, gestionando marcas como Acosta, Perfumería Gal, Agatha Ruiz de la Prada o Joyería Suárez. Además de las grandes marcas de lujo: Pomellato, Dodo de Pomellato, Rimowa, Versace o Esprit.
Más allá de su impecable carrera, Pilar es una mujer que encarna la mezcla perfecta entre la fortaleza y humanidad. Su don natural para las relaciones públicas no es sino el reflejo de su amabilidad, templanza y autenticidad, virtudes que le han permitido construir vínculos de confianza en ámbitos que a menudo se perciben como superficiales, pero que ella ha sabido convertir en verdaderos espacios de creatividad y colaboración.

Una vida activa y vital
Con un estilo cuidado y una presencia inconfundible, Pilar también ha sabido plasmar su pasión en medios como Yo Dona, S Moda, El País Semanal y Hola Moda, donde irradia sabiduría y buen gusto. Pero quizá su mayor orgullo, y la lección que nos deja, sea su independencia, fruto de una educación férrea que su padre le transmitió: «Os voy a dar una educación para que nunca tengáis que depender de nadie». Y así ha sido. Pilar no sólo ha roto moldes; ha creado los suyos propios, con elegancia de pueblo, ese que lleva a mucha honra.
La publicidad, ese arte de comunicar emociones y productos, encontró en Pilar una intérprete excepcional, capaz de combinar la creatividad con el rigor empresarial. Su visión innovadora la llevó a entender que detrás de cada campaña exitosa hay un profundo conocimiento humano y una estrategia impecable, cualidades que supo aplicar con maestría en cada etapa de su carrera.
Hoy, tras casi siete décadas, Pilar Martínez Santamaría sigue activa y vital, recuperando su francés, practicando deporte y cultivando su intelecto en la Universidad Popular de Alcobendas, Miguel Delibes. En 2022, unió su vida en matrimonio por segunda vez con el arquitecto Javier Pioz, creador de la Arquitectura Biónica, un testimonio más de su amor por la innovación y el pensamiento libre. Por otra parte, sigue relacionada con sus excompañeros de la etapa de la agencia de publicidad Lintas.
Este reportaje es un homenaje a una mujer que, desde la discreción y el trabajo constante, cambió la historia de la publicidad española. Porque Pilar no sólo se movió andando, sino que hizo del camino un legado imborrable.