Nos gusta hablar de marcas de perfumes, conocidas y desconocidas. El mundo de los aromas y la perfumería nos atrae, y lo hace por muchas razones. Carolina Herrera decía que un perfume es el cualquier accesorio invisible a una prenda. Coco Chanel comentaba que un perfume anunciaba la llegada de una mujer… Y también alargaba su marcha. Los perfumes, está claro, dicen muchas cosas de nosotros. Por eso es tan interesante conocer a perfumistas y a marcas que se dedican a ello. Hoy toca el turno de Lorenzo Villoresi. Un creador de perfumes amante de Oriente Medio creador de perfumes llenos de exotismo.
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Lorenzo Villoresi es fiorentino. En su casa de Florencia, cercana a la naturaleza, tuvo ese primer contacto con las plantas y las flores, lo que le ha dejado una huella imborrable. La naturaleza toscana está muy presente en sus perfumes. Junto a ellos, recuerdos de su niñez, costumbres… Su familia. Villoresi . Una vez que tuvo edad universitaria, estudió Filosofía. Y después de ello, viajó a Oriento Medio.
Es en 1990 cuando crea su casa de perfumes. La creó después de muchos años investigando, reflexionando, viajando, conociendo, experimentando… En esta parte del mundo, para saber más de la cultura egipcia, mesopotámica y judía, que tanto valor le han dado a los perfumes. Una buena estrategia para saber qué es lo que quieres con tu marca. Además, estudiar las materias primas y ver todas sus características es lo que le he permitido crear estas fragancias tan personalizadas. «La Maison Lorenzo Villoresi encarna un mundo rico en el encanto y las influencias de diversos países y culturas», explican desde la marca.
¿Oler uno de sus perfumes es cómo dar la vuelta al mundo? Podríamos definirlo así. a creación de las fragancias siempre ha incluido todos los aspectos de su elaboración. «La producción todavía se lleva a cabo internamente, y requiere una atención meticulosa a los detalles y una búsqueda constante de la excelencia. La botella hexagonal se ha convertido en una característica distintiva de estas colecciones clásicas pero modernas, que reflejan un lujo personal discreto. El deseo de belleza determina la elección de ingredientes de alta calidad para las fragancias, y los mejores materiales atemporales para los envases y accesorios», explican.
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Olor a desierto, olor a polen, olor a sueños. Parece complicado pero así describe Villoresi sus perfumes: Alamus -con las flores de las mil y una noches-, Aura Maris -con hierbas, flores y arbustos del Mediterráneo-, Kamasurabhi -con delicadas flores de la India-… «Oriente Medio fue un catalizador de sensaciones que alimentarían la creación de perfumes que se reconocen por sus sofisticadas mezclas de ingredientes de alta calidad. Fragancias creadas para ser atemporales y que nunca dejan de sorprender», explican desde la maison. La sofisticación es complicado olerla… Pero nos la imaginamos, ¿no?
