El ritual de oxigenación de Cristina Galmiche es todo un clásico de belleza. «Es el primer paso antes de cualquier tratamiento. Es imprescindible una buena limpieza de rostro para luego continuar o bien con el maquillaje o con el tratamiento de cuidados de belleza elegido», explica Cristina Galmiche a COOL. Una piel «limpia y saneada» es el principio de belleza básico para el cuidado de la piel. Su centro de belleza en la madrileña calle Nuñez de Balboa 103 es un oasis urbano. Paz y bienestar garantizados con el mimo y buen hacer de un equipo de profesionales dedicadas al cuidado de la piel. «Profesionales que hacen cursos de formación cada quince días», precisa Galmiche.
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Cristina Galmiche lleva más de tres décadas como profesional en asuntos de belleza. Es especialista en tratar pieles conflictivas y acneicas y creadora del método único para solventar con éxito problemas como el acné severo, la dermatitis atópica o la sensibilidad cutánea.
Ella misma lo ha comprobado en primera persona. «Vamos a trabajar con la epidermis, quitar la grasa y mejorar las imperfecciones a través de la oxigenación», explica Cristina a COOL.
Tratamiento oxigenación
«Oxigenar la piel es quitar la grasa que hace que la piel esté asfixiada», añade Cristina. Para ello en su centro de belleza han implementado el exitoso tratamiento de oxigenación: un tratamiento totalmente artesanal, hecho a mano con calma y vapor de agua. Un tratamiento donde el cliente se relaja sobre una camilla impoluta -en una cabina de tratamiento con música suave y olor agradable- mientras un profesional trabaja con el rostro y cuello aplicando tres productos ad hoc para la limpieza facial creados por Galmiche en un laboratorio de Valencia . No se usa agua.
Tres productos propios son imprescindibles para este ritual: 1. Leche limpiadora para eliminar suavemente el maquillaje y las impurezas. 2. Loción calmante enriquecida con aguas florales para hidratar y calmar. 3. Loción equilibrante para fortalecer el pH, afinar el poro y regular la producción de grasa. En total, unos 90 minutos, para hombre o mujer, que son el paso inicial para lucir una piel saludable.
Una limpieza facial hecha a mano, profunda y para todo tipo de cutis que resulta imprescindible en la rutina de belleza mensual. Una limpieza en la que se drenan los poros con minuciosidad gracias a una extracción 100% artesanal. Así es la auténtica oxigenación facial, el tratamiento estrella del Método Cristina Galmiche. «Y después de la limpieza se aplican los diferentes principios activos según las necesidades de cada piel».
Un tratamiento que se hace a la vieja usanza. «Trabajamos para mejorar las manchas y las pieles sensibles, dice Galmiche. Se hace a mano, sin máquinas, porque es la única manera de poder extraer bien es con la yema del dedo. Con una técnica en forma de bombeo».
Los rituales de belleza en estos tiempos de fiestas están muy demandados. «El primer paso es siempre una buena limpieza«, insiste Cristina. El vapor es un calor continuo controlado y un desinfectante natural que resulta imprescindible en este templo de cuidados de belleza porque «ablanda la piel para la extracción».
Trabajar siempre de una forma «honesta y ética» es su pilar fundamental en más de tres décadas de trayectoria.
«Mi mayor placer es que en mis 35 años de profesión vienen las mismas clientas, sus hijas, y sus nietas», confiesa orgullosa Cristina, quien durante los primeros 15 años en sus centro, sólo hacía oxigenaciones.
Con el tiempo fue introduciendo más tratamientos. Y más centros. Hoy en día hay tres abiertos, dos en Madrid y uno en Málaga. Y utiliza siempre su propia linea de cosmética.