Marzo, el mes de la mujer, es el momento perfecto para hablar de maternidad desde una perspectiva honesta y sin idealizaciones. Criada en una generación marcada por madres que no pudieron realizarse profesionalmente, Luján Argüelles reflexiona sobre cómo muchas mujeres han priorizado su independencia y libertad, postergando la maternidad. «Nos obsesionamos con trabajar y ser mujeres independientes. Eso supone que la maternidad se retrasa. Hay que reivindicar a la mujer madre, lo de la mujer trabajadora ya lo tenemos claro». En su libro El regalo de Miranda, Argüelles comparte su experiencia personal, un viaje que comienza con la pregunta: «¿Qué pasa cuando la vida decide sorprenderte y ese cambio llega sin avisar?». A través de sus páginas, descubre cómo la maternidad la llevó a transformar su vida y a conectar con nuevas facetas de sí misma.
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Luján Argüelles es una de las personalidades más queridas y reconocidas de la televisión española. Más allá de su faceta profesional, Luján es una mujer profundamente reflexiva, que ha sabido equilibrar su vida personal y su carrera con una sabiduría que ahora comparte en El regalo de Miranda.
La maternidad, para ella, ha sido un proceso de transformación profunda, de descubrimiento constante en cada paso y en cada desafío. «Escribir un libro sobre la maternidad ha sido un viaje lleno de emociones, dudas y mucho amor», afirma.
«Una madre tiene la responsabilidad directa sobre cómo será una persona en el futuro»
Para la autora, ser madre es la mayor de las responsabilidades. «Vale, un empresario puede tener a su cargo 200 empleados, pero una madre tiene la responsabilidad directa sobre cómo será una persona en el futuro. Acompañarla y escucharla es clave». Luján también reflexiona sobre la importancia de educar desde el acompañamiento y la escucha, más que desde la imposición: «No se trata de prohibirle hacer cosas que su generación hace, sino de controlar desde el diálogo y el entendimiento, no desde la autoridad».
En la promoción de su libro, resume su aprendizaje con una frase clave: «Este libro no es una guía ni vas a encontrar la fórmula perfecta, pero a través de mi historia descubrirás los aliados más fieles que he encontrado para educar a mi hija: la paciencia, la capacidad de escucha e intentar aplicar el sentido común».
«Fuimos educadas en la importancia de realizarnos profesionalmente… tanto que nos olvidamos de la familia»
Sobre los estereotipos de la buena madre y su contraste con la figura del buen padre, Luján reconoce que muchas mujeres han crecido con la idea de que debían priorizar su carrera y su independencia. «Fuimos educadas en la importancia de realizarnos profesionalmente, de tener casa y coche pagado, de estudiar nuestra carrera. La independencia tomó tanta relevancia que nos olvidamos de la familia. Yo nunca pensé en la maternidad como prioridad, pero cuando sucede, todo cambia».
Hoy, con Miranda de 9 años, su enfoque está en ayudarla a conocerse, a tomar decisiones con conciencia y a gestionar sus emociones. «Lo que quiero es que se conozca, que camine con seguridad, que aprenda a aparcar un pensamiento negativo para colocar otro en su lugar… Todo eso es el secreto de la vida». Una enseñanza que, según Argüelles, ha sido un reto incluso para ella misma.
