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Johanna Calderón, la creadora de los trajes más exclusivos de la Feria de Abril: «Sólo diseño 40 al año»

Johanna Calderón, la creadora de los trajes más exclusivos de la Feria de Abril: «Sólo diseño 40 al año»
(Foto: Johanna Calderón)
Javi Fernandez
  • Javi Fernandez
  • Escribir es mi hobby y se ha convertido en mi profesión. Llevo el PR y la comunicación en la sangre, me encanta contar historias con pasión, que cautiven y que inspiren a los lectores. Después de más de 10 años en la profesión, no lo cambiaría por nada del mundo.
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La moda es un universo complejo que mueve miles de millones cada año, pero en ocasiones, el verdadero arte se encuentra en las tradiciones. En España, hay un momento que trasciende las pasarelas y pone el foco en la identidad cultural: la Feria de Abril. En este contexto, el vestido de flamenca se convierte en una pieza de autor, y pocas lo interpretan con tanta maestría como Johanna Calderón. Referente indiscutible del traje de gitana contemporáneo, ha vestido incluso a Nieves Álvarez, y con sólo 40 diseños al año, su nombre es sinónimo de exclusividad, elegancia y una visión única de la moda flamenca.

Nacida en Madrid, pero con sangre del sur, el nombre de la creadora resuena, cada vez más, en las pasarelas. Aunque sus comienzos no fueron directamente en el diseño, cuando hablamos con ella notamos que tiene lo esencial para desarrollar cualquier labor dentro del sector y es la pasión. Sus palabras no están vacías y se nota que tiene amor por lo que hace. En ellas la frase de «si te dedicas a tu hobby, nunca trabajarás» se convierte en realidad. 

Johanna Calderón diseñando
(Foto: Johanna Calderón)

Puede que muchos le conozcan y otros no, así que comenzamos conociendo un poco más a la diseñadora. «Johanna Ortiz Calderón, ese es mi nombre completo, es una joven de 35 años que nació en Madrid, aunque todos piensan que fue en Sevilla (se ríe). Eso puede ser porque tengo raíces del sur, ya que mi madre es andaluza y eso se lleva en el ADN», nos cuenta. Su pasión por la moda le hizo comenzar una aventura formándose en la misma. «No siempre he sido diseñadora. Después de estudiar la carrera, monté una agencia de comunicación, con la cual trabajé varios años, para luego llegar a una revista de moda y, finalmente, de forma casual, acabar creando mi firma», nos desvela.

Johanna Calderón posando
(Foto: Johanna Calderón)

«Comencé con vestidos de flamenca porque llevé a cabo un estudio de mercado muy exhaustivo y vi que nadie lo había hecho»

Montar una marca, de primeras, no estaba en sus planes y, como suelen decir, a veces las locuras son las que mejor resultado dan. «Johanna Calderón nace en una cena de amigos de la manera más curiosa. Yo solía hacer diseños para mis amigas más cercanas cuando me lo pedían y les daban vida con sus modistas. Llegó un momento en el que el marido de una de ellas me dijo que por qué no montaba mi marca. Mi instinto de Leo siempre me dice que hay que afrontar los retos, por lo que comencé con ello», nos cuenta. El tiempo fue corto y es que trabajó muy duro para crearla, ya que ella no ve la moda como muchos lo hacen.

Detalles de un diseño
(Foto: Johanna Calderón)

Realmente tenía todas las herramientas. «Un noviembre monté la marca y en febrero lancé mi primera colección. Lo hice con vestidos de flamenca porque llevé a cabo un estudio de mercado muy exhaustivo y vi que nadie lo había hecho, así que me lancé a hacer algo nuevo. El resultado fue muy bueno», nos cuenta. Johanna Calderón no sólo nace de la pasión, sino que lo hizo con unas ganas comedidas, pensando en la marca como un negocio, lo que realmente es esta industria. «Al ser la primera vez que se hacía, aproveché mi experiencia en comunicación y lancé una nota de prensa a los medios, creando una repercusión que me hizo seguir con el proyecto».

Diseño de flamenca, Feria Abril
(Foto: Johanna Calderón)

En esta profesión hay dos formas de montar una marca. La primera es esa creatividad que muchos diseñadores ansían por mostrar al mundo, mientras que otros la hacen estudiando lo que realmente necesita la gente, pero a veces con eso no vale. Charlando con Calderón, nos damos cuenta de que ella encontró su propia fórmula, uniendo las maneras previas ya mencionadas con un aderezo de sentido común y formación en otros campos. Cuando trabajas en diferentes áreas de la profesión, viendo cómo funcionan otras firmas, adquieres un conocimiento inconsciente que te ayuda a crear un negocio.

Johanna Calderón posando con camisa negra
(Foto: Johanna Calderón)

«Mucha gente va de Madrid a Sevilla por la Feria de Abril y aquí no había moda flamenca. Tenían que viajar al sur para conseguir sus vestidos, así que decidí ponerlos al alcance de todos»

De entre todas las opciones que existen, es verdad que la moda flamenca es complicada y está en un nicho muy propio. Pero la diseñadora nos dijo unas palabras con sentido: «Mucha gente va de Madrid a Sevilla por la Feria de Abril y aquí no había moda flamenca. Tenían que viajar al sur para conseguir sus vestidos, así que decidí ponerlos al alcance de todos. Es verdad que nunca hago nada sin hacer previamente un proyecto empresarial. Tenía claro que quería ser diseñadora, crear algo que aquí faltara. Eso sí, serlo está fenomenal, pero esto no deja de ser un negocio y hay que ganar dinero», nos confiesa en plena Feria de Abril.

Vestido de flamenca de Johanna Calderón, Feria Abril
(Foto: Johanna Calderón)

«Acepto un número limitado de clientas. Cuando llega la Feria de Abril todo el mundo quiere su vestido, pero el máximo que he aceptado han sido 40 encargos y fue el año pasado»

De ahí viene el concepto de marca y en esta ocasión hablamos de lujo. Johanna Calderón no es una firma que haga vestidos a nivel masivo, sino que lo limita a una cantidad al año, puesto que el buen hacer es su mantra y la costura bien hecha, todos sabemos que lleva su tiempo y más en vestidos de flamenca. «Acepto un número limitado de clientas. Es verdad que cuando llega la Feria de Abril todo el mundo quiere su vestido, pero el máximo que he aceptado han sido 40 encargos y fue el año pasado». Es un diseño complejo y concreto, aunque ella le da una vuelta basándose en los deseos del cliente y nos confiesa que el negro, rojo y blanco son los colores más solicitados, junto a escotes asimétricos y mucha hombrera, siendo esta última la seña de identidad de la marca.

Vestido blanco de flamenca, Feria Abril
(Foto: Johanna Calderón)

«Diseñar un vestido de novia es un proceso lento que se saborea, porque me gusta sentarme con ellas, charlar, saber qué es lo que quieren»

Con el tiempo, todo negocio tiene que evolucionar y no quedarse estancado, ya que es peligroso dedicarse a un monoproducto, además nicho, durante todo el año. Así nació el exclusivo mundo de las novias en la marca. Ambos son universos muy complicados, pero como bien dice Calderón, «el de las novias es el más difícil, sin duda alguna». En este hay más tiempo de crear e innovar, puesto que los encargos se hacen con un año vista incluso, mientras que los vestidos de flamenca se suelen encargar tres meses antes. Pero, ¿qué disfruta más, Calderón? «Las novias, definitivamente. Es un proceso lento que se saborea, porque me gusta sentarme con ellas, charlar, saber qué es lo que quieren, etc. Creamos el boceto y trabajamos hasta obtener un resultado final que sea excepcional», relata.

Novia atando un zapato, Feria Abril
(Foto: Johanna Calderón)

Otro de los puntos que nos cautiva de la marca es la cero discriminación hacia los cuerpos no normativos. Cuando vemos cualquier desfile, no paramos de deleitarnos con la belleza de la costura sobre la silueta femenina, pero siempre son las mismas. Johanna rompe con eso y sentó cátedra en su último desfile. «La última colección, Ninnpha, ha sido un antes y un después. Tenía ganas de crear algo diferente y he conseguido hacerlo. No es comercial, sino que quería llamar la atención de mucha gente y lo hice. Quise mostrar una moda real, algo para mujeres con formas que se quieran atrever a enseñar y que no escondan sus curvas. Era sexy y arriesgada. Me lo jugué todo a una carta», nos cuenta. Un desfile marcado por la belleza de unas prendas que se ceñían al cuerpo de mujeres reales, con curvas y que no se avergonzaban de él, sino que lo lucían con orgullo, y qué mejor que la modelo Lorena Durán para crear algo icónico y único.

Lorena Durán desfilando, Feria Abril
Lorena Durán. (Foto: Johanna Calderón)

«He hecho una colección de baño a base de redes que encontrabas en el mar»

En plena conversación, nos damos cuenta de que Johanna Calderón no sólo son vestidos de flamenca, Feria de Abril, novias y prendas con hombreras. Es una marca que también abraza la sostenibilidad de una forma consciente. «Soy buceadora y desde que lo hago, me di cuenta de la cantidad de basura que hay en el mar. He buceado por mil partes del mundo y ves desechos de todo tipo. Ahí pensé que cuento con una plataforma para crear un impacto positivo en el planeta y hacer una colección de baño a base de redes que encontrabas en el mar», nos confiesa. Eso lo une a la conciencia social, ya que sus costureras tienen todas más de 50 años, una edad en la que comienza el riesgo de exclusión laboral y es lo que ella quiere evitar.

Prenda de baño reciclada, Feria Abril
(Foto: Johanna Calderón)

Después de una larga charla, nos damos cuenta de que Johanna Calderón es una marca que lleva el sello Made in Spain con orgullo y que trata el mundo de la costura con un respeto que se ve poco. Una firma que estuvo a punto de entrar a Harrods, que está en Madrid y Sevilla, con el objetivo futuro puesto en los Emiratos Árabes. Es moda, inspiración y negocio. En definitiva, el proyecto de Johanna Calderón parece haber dado con la fórmula perfecta del éxito, pero todo ello lo viste de pasión, ganar y amor por una profesión que exige una creatividad que a la madrileña le brota desde el interior.