Giambattista Valli elige la boutique nupcial de Isabel Ruiz como su primer punto de venta en España
Nació en Roma, conquistó París con su interpretación lírica de la alta costura y acaba de aterrizar en España tras su debut en la moda nupcial. El diseñador el que hablamos no podría ser otro que Giambattista Valli. Debutó con su primera apuesta bridal en Barcelona, pero ha sido en Madrid donde el diseñador ha elegido su primer punto de venta físico en España. Concretamente, en la boutique madrileña especializada en moda nupcial de lujo, Love is in the Air. Desde el número 130 de Claudio Coello, su fundadora Isabel Ruiz ha creado una cápsula donde la magia se transforma en diseño y donde cobra vida el sueño de una clientela internacional. Ahora, a su imponente catálogo se suma en primicia el sello de Giambattista Valli con su colección nupcial The Love Collection N°4.
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- ‘Love is in the air’, la boutique de moda que conquista a las novias de Madrid
Que la moda nupcial está viviendo uno de esos momentos de transformación en España, es un hecho. Pero, ¿qué sería de un movimiento o una revolución si no hablásemos de él a través de sus protagonistas? Es por eso que toca poner el foco, no sólo en esta nueva generación de novias cosmopolitas, atrevidas y con personalidad, sino en los puntos que dejan volar su imaginario. Entramos en Love is in the air.
Se ha consolidado como un lugar de referencia para las novias en Madrid: todo el que entra puede tener incluso su momento fandom al ver que sobre una de las perchas que lleva el nombre de Vivienne Westwood descansa el modelo que una vez se puso Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) en Sexo en Nueva York. Firma que convive con diseños de Monique Lhuillier, Viktor & Rolf, Taller Marmo, Montenegro y, a partir de ahora, con Giambattista Valli.
En esta base encontramos uno de los mensajes más importantes de este espacio: la alta costura busca rodearse de la alta costura. Por eso cuando preguntamos a Isabel Ruiz sobre sus primeros contactos con la maison nos confiesa que «en realidad, ellos llegaron a mí». Recuerda esas primeras conversaciones como un proceso muy bonito, una conexión casi orgánica que partía desde la admiración. «Desde el primer momento hubo una sintonía muy especial; compartimos una misma visión de la moda: cuidada, femenina y atemporal».
Un debut esperado
«Giambattista Valli aporta una elegancia exquisita, muy en sintonía con lo que representa Love is in the Air»
Hablamos de Love is in the air y Giambattista Valli desde la magia de las primeras veces. Por un lado, porque este lugar ha sido elegido como el primer punto de venta de la maison en España. Pero también porque Isabel nos confesaba que se trata de la primera vez que su estudio muestra una colección al completo de un diseñador, incluidos los best sellers y los modelos más icónicos.
Se pueden apreciar presidiendo cada sala, imponentes sobre los maniquís, en el escaparate y en el primer frontal del estudio. «Giambattista Valli aporta una elegancia exquisita, muy en sintonía con lo que representa Love is in the Air», explica Isabel Ruiz. «Es una firma con una sensibilidad única, que encaja perfectamente con nuestra filosofía de ofrecer piezas especiales y exclusivas que emocionen y que hablen del estilo de cada mujer».
Doce meses, doce estilos
«En el mundo nupcial, el lujo está en la experiencia, en el detalle, en sentirse acompañada y comprendida durante todo el proceso»
Giambattista Valli entiende la moda con romanticismo. No es una afirmación al azar, solo tenemos que interpretar la forma en la que el diseñador entiende la alta costura: como un homenaje a la mujer, a través de volúmenes, formas, feminidad. Diseños que han brillar a personalidades como Beatrice Borromeo, Charlotte Casiraghi, Rihanna, Ariana Grande, Penélope Cruz, Alexandra de Hannover, Rania de Jordania, Lauren Santo Domingo…
Hablamos de The Love Collection N°4 como la segunda colección nupcial del diseñador. El precedente fue The Love Collection N°3, presentada como pieza central de la Barcelona Bridal Fashion Week, donde la maison fue invitada como huésped de honor del evento. Tiene truco, sí, porque la nomenclatura parece haber reservado sus dos primeros dígitos al futuro nupcial de la maison.
Lo que vemos en esta colección es un storytelling que juega con doce piezas inspiradas en cada mes del año, buscando la inspiración en la estacionalidad y el cambio. Y entre cada modelo converge un diálogo constante entre la seducción y la elegancia; el volumen y el material; y para darle sentido el diseñador se ha centrado en dos elementos principales: el bordado y el tejido.
En las texturas vemos el protagonismo en algunas piezas de encajes con pedrería, tul bordado con ramas de flores de organza en 3D, ligeros macramés y cloqué de seda. Estos nuevos elementos se combinan meticulosamente con los materiales distintivos de la maison —nubes de tul, georgette fluido y crepés estructurados— dando como resultado vestidos tan ricos sensorialmente como poéticos visualmente.
¿El resultado? Obras de arte nupciales que interpretan un lujo que Isabel Ruiz define bajo los parámetros de la autenticidad. «En el mundo nupcial, el lujo está en la experiencia, en el detalle, en sentirse acompañada y comprendida durante todo el proceso. Pero lo más importante», añade, «es que cada novia sienta que vive algo verdaderamente suyo, que la representa«. Y no va a haber novia que no quiera hacer suyo el distintivo Giambattista Valli.