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Geetha Kalahasti: «La luz solar descompone el colágeno, provocando pérdida de firmeza, arrugas y manchas»

(Foto: COOLthelifestyle)

Cuando pensamos en protector solar, la imagen que nos viene a la cabeza suele incluir arena, mar y vacaciones. Sin embargo, la realidad es muy distinta. «El protector solar no es sólo para la playa o los días soleados», afirma rotunda Geetha Kalahasti, Científica Principal Asociada en Mary Kay Inc., una de las marcas más innovadoras en el cuidado de la piel. Y es que protegerse del sol es una cuestión diaria, estemos donde estemos, haga el tiempo que haga. Kalahasti es científica y lleva años investigando la biología del envejecimiento y las tecnologías que pueden ayudarnos a mantener una piel sana y joven. En esta conversación desmiente los mitos más comunes sobre la protección solar y explica por qué el SPF debería ser nuestro mejor aliado los 365 días del año.

«El 80% de los rayos UV pueden atravesar las nubes»

El sol también quema cuando está nublado (y desde la ventana)

«El 80% de los rayos UV pueden atravesar las nubes», explica la experta. Incluso cuando el cielo está cubierto o no salimos de casa, seguimos expuestos a la radiación. Los rayos UVA (los responsables del envejecimiento prematuro y el cáncer de piel) penetran el vidrio, por lo que puedes estar sufriendo daños mientras conduces, trabajas cerca de una ventana o te relajas en el sofá.

Por eso, Kalahasti insiste en incorporar el protector solar como un paso esencial de la rutina matutina, al nivel de la hidratante o el sérum.

(Foto: Bea Gimeno)

Piel oscura ≠ piel inmune

Uno de los mitos más peligrosos es pensar que las pieles oscuras no necesitan protección solar. Aunque tienen una mayor cantidad de melanina, que actúa como escudo natural ante la radiación UV, también son susceptibles a problemas como hiperpigmentación, arrugas y, sí, cáncer de piel. «Todos los tonos de piel necesitan protección de amplio espectro», recalca Geetha.

El maquillaje con SPF no basta

Bases, BB creams, polvos compactos… Cada vez más productos de maquillaje incorporan protección solar. Pero confiar exclusivamente en ellos puede ser un error. «El problema está en la cantidad», apunta Kalahasti. «No aplicamos suficiente maquillaje como para alcanzar el nivel de protección indicado. Además, muchos productos sólo ofrecen un SPF 15 o 20, que es insuficiente para una exposición prolongada».

Lo ideal, según la experta, es aplicar primero un protector solar facial, preferiblemente con SPF 30 o superior, y después el maquillaje con SPF como un refuerzo extra.

(Foto: Pinterest)

¿La protección solar impide broncearse? No del todo.

Aunque suene contradictorio, el SPF no elimina por completo la posibilidad de broncearse. Un SPF 30 bloquea aproximadamente el 97% de los rayos UVB, mientras que el SPF 50 alcanza el 98%. Pero sigue habiendo un pequeño margen de radiación que puede estimular la melanina. «Ese leve estímulo es suficiente para que algunas personas consigan un bronceado ligero», explica la científica. Lo importante es evitar que ese bronceado venga acompañado de daño celular.

«Si estás en interiores con exposición mínima, con una aplicación por la mañana es suficiente, Pero en exteriores, hay que reaplicar cada 2 horas»

¿Y si llevo maquillaje? ¿Cómo reaplico el SPF?

Aquí viene uno de los grandes retos prácticos: cómo reaplicar el protector sin arruinar el maquillaje. Si vas a estar muchas horas al aire libre, existen opciones como sprays o polvos con SPF que puedes aplicar encima sin alterar demasiado el look. «Si estás en interiores con exposición mínima, con una aplicación por la mañana es suficiente», matiza Kalahasti. Pero en exteriores, hay que reaplicar cada 2 horas.

(Foto: María Pombo)

«El protector solar diario es esencial para prevenir consecuencias como arrugas, flacidez o manchas»

Todos los tipos de piel necesitan protección solar

Piel grasa, seca, con acné, madura… Da igual tu tipo de piel: el sol no discrimina. «La radiación UV causa daño en todos los casos. El protector solar diario es esencial para prevenir consecuencias como arrugas, flacidez o manchas», sostiene.

Para quienes tienen piel sensible, Kalahasti recomienda filtros minerales como el óxido de zinc o el dióxido de titanio. Si prefieres una textura más ligera, los filtros químicos como la avobenzona pueden ser una mejor opción. La clave está en elegir una fórmula que se adapte a tu piel y que te apetezca usar cada día.

(Foto: Unsplash)

«La luz solar descompone el colágeno y la elastina, provocando pérdida de firmeza, arrugas, manchas y textura áspera»

El mejor antiedad es el que no se ve: la protección solar

Según los estudios, hasta el 80% de los signos visibles de envejecimiento están causados por el sol. «La luz solar descompone el colágeno y la elastina, provocando pérdida de firmeza, arrugas, manchas y textura áspera», señala Kalahasti. Por eso, si hay un producto que realmente ralentiza el envejecimiento es el protector solar. Usarlo a diario no es solo una medida estética, sino también de salud.

Innovación y consciencia: lo que viene

El futuro del cuidado solar pasa por fórmulas multifunción. Protectores que no solo bloqueen los rayos UV, sino que además incluyan antioxidantes, agentes calmantes o ingredientes antiedad. En este sentido, Mary Kay apuesta por texturas ultraligeras, versatilidad y eficacia comprobada. «Nuestros productos combinan Sensación, Protección y Rendimiento. Han sido testados por dermatólogos y cuentan con el sello de la Fundación del Cáncer de Piel«, destaca Kalahasti.

El error más común: subestimar el sol del día a día

Quizá el mayor reto sigue siendo educativo. «Muchas personas sólo usan protector solar en la playa o en vacaciones, pero olvidan la exposición acumulada que ocurre a diario: sacar al perro, tomar un café en una terraza, ir en bici…», reflexiona Kalahasti. Es esa exposición silenciosa, pero constante, la que envejece la piel antes de tiempo.

En resumen: el protector solar no es un extra, es un básico. Uno que, usado correctamente, puede marcar la diferencia entre una piel saludable y otra dañada. ¿La mejor parte? Nunca es tarde para empezar. Así que mañana, antes del maquillaje o del café, recuerda: un gesto de 30 segundos puede salvar tu piel a largo plazo.