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Expertas en diseño de cejas: «Despeinadas dan juventud, gruesas equilibran rasgos, rectas estilizan…»

(Foto: Adobe Stock)

Hay tips de belleza que aplican por igual a todas las personas, independientemente de su género, edad y demás características. Las cejas son uno de esos elementos. A través de su diseño son capaces de cambiar por completo un rostro, no en vano son conocidas como el «marco de la mirada». Pese a que muchas veces podemos ignorar la importancia que estas tienen en el rostro, hemos preguntado a varias expertas los mejores trucos para conseguir las cejas perfectas en función de cada rostro.

Como cualquier otro elemento adscrito a los códigos de la belleza, las cejas también han sido objeto de modas pasajeras. No olvidemos la tendencia por depilarlas casi hasta el extremo de los 2000. La frondosidad extra supuso el contrapunto y el fin de esa tendencia o las modas por aparecer con cejas teñidas. Nunca está de más caer en esta apreciaciones, porque gracias a la experimentación en el diseño de las cejas hoy podemos conocer un poco más sobre cómo configurar estilos que realmente nos favorezcan.

Definir una ceja parte por la naturalidad

«Al elegir el estilo influye la edad, el peinado, el maquillaje habitual y la personalidad: unas cejas más marcadas transmiten seguridad; unas suaves, naturalidad»

Antes de dejarnos sucumbir por modas que nos llevan a tomar unas decisiones u otras a la hora de diseñar las cejas, conviene tener de antemano una apreciación: no todos los rostros son afines a cualquier diseño de cejas. De igual manera que no todas las cejas tienen la misma forma y frondosidad. Y esto, por obvio que parezca, puede salvarnos de cometer malas decisiones a la hora de innovar con el diseño.

Como apunta la maquilladora Elena Higuera, «definir una ceja es potenciar su versión más honesta: mantener la línea natural, eliminar sólo los pelitos que desordenan la forma y rellenar respetando la dirección del pelo.» Fieles al crecimiento natural de la propia ceja, Aroa Macías Benavente, experta en Microblading y diseño de cejas en Carmen Navarro, sustenta que lo primero al definir una ceja es respetar la forma natural del crecimiento. «A partir de ahí!, continúa «se trabaja la densidad, la simetría y la dirección del pelo», teniendo en cuenta la forma natural del rostro y el tipo de ceja.

(Foto: M2 Beauté)

Pero no todo es tener unas cejas bonitas, también ser capaces de hacer que este elemento conviva de forma natural y equilibrada con el resto del rostro y que vaya acorde con la persona. En esta línea, Elena Higuera añade que «al elegir el estilo influye la edad, el peinado, el maquillaje habitual y la personalidad de la persona: unas cejas más marcadas transmiten seguridad; unas suaves, naturalidad.» Lo importante es que la ceja hable con el resto del rostro, no que compita con él.

La forma del rostro, influye

«Observamos la estructura ósea, la distancia entre los ojos y la expresión natural del rostro. La ceja debe acompañar la mirada»

Como con cualquier retoque estético facial, las cejas siempre deben integrarse de forma equilibrada con el resto de los rasgos para mantener la simetría. Por eso, Macías apunta que antes de proceder a su diseño, “observamos la estructura ósea/facciones, la distancia entre los ojos y la expresión natural del rostro. La ceja debe acompañar la mirada

(Foto: Adobe Stock)

De lo contrario, corremos el riesgo de generar un resultado casi caricaturesco, algo que claramente no buscamos. Un punto clave a recordar es que lo importante en las cejas es llevarlas diseñadas, no simplemente definidas. Este matiz es fundamental para saber cómo trabajar con ellas. Ahora bien, ¿Cómo sabemos cuál es el diseño que necesitan nuestras cejas?

Elenna Higuera apunta que siempre debe tomarse como referencia la estructura global del rostro, atendiendo a «la frente, la distancia de los ojos, el ancho de la nariz, los pómulos y la mandíbula». «Estos elementos marcan el mapa donde debe encajar la ceja», añade. 

Lo siguiente sería observar la dirección natural del vello, la densidad y los puntos clave: inicio, arco y cola. El truco de Aroa Macías para situar cada elemento es que «el inicio suele alinearse con el lateral de la nariz, el arco con el borde externo del iris (mirando de frente) y el final con la línea imaginaria que va desde la aleta de la nariz hasta el extremo del ojo.»

Para identificarlos más fácilmente, desde el equipo de M2Beauté, recomiendan:

  • Punto de inicio: Colocar el cepillo verticalmente desde el lagrimal
  • Punto del arco: Girar el cepillo en diagonal, pasando por el iris
  • Punto final: Alinear el cepillo con la comisura exterior del ojo

¿Qué tipos de rostros hay y qué diseño de cejas les favorecen más?

«Despeinadas aportan juventud, gruesas equilibran rasgos marcados, finas suavizan rostros pequeños, rectas estilizan caras anchas y arqueadas elevan la mirada»

Generalmente, Aroa Macías nos explica que distinguimos entre seis tipos de rostros, según los cuales puede determinarse un diseño u otro de las cejas.

  • Rostro ovalado: se considera el más equilibrado, por lo que casi cualquier forma de ceja funciona. Lo ideal es mantener una curva suave y natural.
  • Rostro redondo: convienen cejas más arqueadas para estilizar y alargar ópticamente el rostro.
  • Rostro cuadrado: funcionan las cejas suavemente curvas o redondeadas, que suavizan los ángulos de la mandíbula.
  • Rostro alargado: favorecen las cejas rectas u horizontales, porque equilibran la longitud facial.
  • Rostro diamante: se recomiendan cejas con arco suave, que atenúan la anchura de los pómulos.
  • Rostro corazón: van bien las cejas redondeadas o arqueadas con punta delicada, que armonizan la frente más ancha con la barbilla fina.
(Foto: @selenagomez)

¿Cómo puedo peinarme las cejas?

Como hemos dicho antes, las cejas también pueden sucumbir a ciertas modas. En este caso, estamos en un momento donde la naturalidad y la fijación conviven en el marco de la mirada para permitirnos cierta experimentación.

(Foto: Pexels)

Si lo que buscamos es, además, seguir ciertos estilos, es necesario tener en cuenta que no todas las técnicas ni todos los diseños responden igual a cada rostro. En este sentido, Elena Higuera hace la siguiente apreciación:

  • Despeinadas (texturizadas): genial en rostros ovalados y corazón; aportan juventud y movimiento.
  • Gruesas (pobladas): favorecen a quienes tienen rasgos marcados o rostros alargados; equilibran la cara.
  • Finas: funcionan en rostros pequeños o rasgos delicados, siempre con mucha sutileza para no endurecer la expresión.
  • Rectas (planas): perfectas para alargar visualmente caras anchas o para rostros alargados que necesitan ensanchar la percepción.
  • Arqueadas: ideales para redondear o estilizar rostros redondos y cuadrados, elevando la mirada.