Silbon acaba de celebrar que ha abierto tienda en la calle Serrano de Madrid. Una fiesta por todo lo alto en la que celebró no sólo la inauguración, también que las cosas van bien. Silbon ha conquistado Andalucía con su estilo, y ahora quiere hacerlo con la capital. Poco a poco esta firma masculina se va colando en el armario masculino. Pero, ¿cómo empezó? ¿Cómo es el hombre Silbon? ¿Cuál es la prenda favorita de uno de sus fundadores? Pocos días después del día grande hemos entrevistado a Pablo López, CEO de Silbon.
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Pregunta: Silbon nació en el año 2009, en la ciudad de Córdoba, y unos años después, habéis revolucionado la calle Serrano de Madrid con una tienda de dos plantas… ¿cómo ha sido este proceso?
Respuesta: Es un proyecto que surge de una pasión por la moda, y de la ilusión de pensar que podríamos aportar algo a este sector. El proyecto arrancó con muchas limitaciones y eso ha hecho que el camino haya sido muy complejo… Por suerte, con mucho trabajo y una buena gestión, hemos podido ir sorteando todas las complicaciones.
P: Y ya de paso, ¿qué supone tener una tienda en plena calle Serrano de
Madrid?
R: Supone algo más que un sueño hecho realidad. En los últimos años el negocio se ha acelerado mucho y estamos alcanzando objetivos que antes veíamos muy lejos o casi imposibles de acudir. También supone mucha responsabilidad. Después de abrir, ahora el resto es hacer que la tienda sea rentable. Por suerte, el balance de los primeros días es muy positivo.
P: Si no me he informado mal, tu abuelo era sastre y ya en la universidad el
interés por la moda existía… ¿cómo surgió el adentrarse en esta aventura?
R: Es correcto. Yo descubro la moda cuando era adolescente, a través de mi padre, que no heredó el oficio de mi abuelo pero que era un gran amante de la moda. Y es cuando empiezo a utilizar la ropa de mi padre cuando me llega el flechazo. La idea surge cuando empiezo a trabajar en una firma de auditoría y ves que en el mercado vestirse de un determinado estilo en España era muy complicado… Había poca oferta y los precios eran muy elevados. En ese momento vimos que había gente en España que estaba creando firmas de ropa y pensamos… ¿por qué no lo hacemos también nosotros?
P: La primera tienda fue el piso en el que tu abuelo tuvo el taller… Sin saber de confección, y siendo tan jóvenes, ¿cómo conseguisteis realizar
esas primeras americanas o esas primeras camisas?
R: No fue sencillo. Tuvimos que localizar fábricas de ropa en España y luego convencerlas de que hicieran una tirada mínima de americanas con un patrón totalmente diferente al que hacían ellos habitualmente, basada en una americana nuestra que nos gustaba mucho. Además, tenían que confeccionarlas en diferentes tejidos para que tuviéramos variedad. Por suerte una familia de Granada confió en nosotros y nos fabricó esas primeras prendas… Que fueron el origen de todo.
P: En alguna entrevista has comentado que Ralph Lauren o Hackett eran
las firmas que os inspiraban… Y ahora, hay quien tiene una americana de
Silbon y una de cualquiera de estas firmas compartiendo hueco en el perchero, ¿os seguís inspirando en ellos? ¿Qué significa para vosotros
compartir armario?
R: Para mí Ralph Lauren es el mejor y por supuesto, sigue siendo fuente de inspiración. Que nuestras prendas compartan armario con firmas de primer nivel es un orgullo tremendo. Es señal de que estamos haciendo las cosas bien, porque el cliente es muy exigente y va buscando una ropa de calidad con una imagen de marca con la que sentirse identificado, sin mirar en la mayoría de las veces el tamaño de la empresa que hay detrás. Eso hace que empezar de cero y llegar a tener cierto nivel sea muy complejo, porque los mejores lo hacen muy, muy bien.
P: Será complicado pero… ¿cuál es la prenda de Silbon de la que te sientes
más orgulloso?
R: Sin duda, la americana. Es con lo que empezó todo y creo que es la prenda que mejor define nuestro estilo, clásico y actualizado, siempre con la palabra elegancia presente.
P: La marca, como su target, ha ido variando… ¿Cómo es el hombre
Silbon?
R: Creo que hay muchos hombres Silbon. De hecho, ya hay niños, mujeres y hasta mascotas (ríe). El hombre con el que empezamos era un hombre de entre 25 y 40 años de edad. Por lo general, profesionales que por su trabajo tenían que ir vestido bien con americana o traje. Poco a poco fuimos abriendo el abanico de producto con prendas más casual, metiéndonos en su armario del fin de semana. Luego esa ropa nos abrió la posibilidad de llegar a los adolescentes, que son un porcentaje muy importante de nuestra facturación. Ahora diría que no hay rango de edad y que todo el mundo cabe en Silbon, fruto de la diversificación y variedad de producto que ofrecemos.
P: ¿Y cómo es ahora la mujer Silbon? Porque visteis que la mujer era la
que hacía la mayoría de las compras, y ahora tenemos una línea e incluso
tiendas solo para nosotras…
R: La mujer Silbon es una mujer segura y que valora la calidad. Le gusta tener un buen fondo de armario y ampliarlo con toques de nuevas colecciones y nuevos colores cada temporada. Viste prendas que tienen un buen fitting y le sientan bien, prendas que le hacen sentir femenina y favorecida. El mercado es el que indica que la conductora de compras mayoritariamente es mujer. Estamos muy ilusionados con nuestras tiendas solo de mujer, pero también del resto… Pronto ofreceremos también una colección para niña.
P: Ropa casual, de invitada y más formal… ¿cuál es la estrategia detrás de
la línea mujer?
R: Queremos vestir a nuestra clienta en cualquier momento del día, tanto sport como ciudad, trabajo y eventos especiales. Conseguir ofrecer un total look para todos los momentos que necesitamos en el día a día. Desde nuestros bolsos fabricados en un 80% en la localidad gaditana de Ubrique de forma artesanal, zapatos de vestir hechos en Alicante… Nuestras colecciones están hechas mayoritariamente entre España y Portugal. Y cuidamos mucho la relación calidad-precio.
P: En Córdoba se sienten muy orgullosos de Silbon… ¿cómo es tener a los
cordobeses de embajadores?
R: Es increíble el apoyo que tenemos en nuestra ciudad. No creo que haya otra ciudad en el mundo donde una marca tenga una cuota de mercado tan grande… Y nosotros no podemos estar más agradecidos. Uno de nuestros objetivos es devolverle a la ciudad parte de lo que nos ha dado y nos sigue dando, y de esta idea han salido grandes proyectos: como el bosque Silbon o ser el patrocinador principal del club de fútbol de la ciudad.
P: El año pasado se decía que desde Silbon estabais intentando que los
hombres fueran con americana a la feria… ¿Deberíamos arreglarnos más
o mejor ser cada vez más casual en general?
R: Yo soy de la opinión de que cada uno debe ir como más cómodo se sienta, teniendo en cuenta el sitio donde va. A mí personalmente me encanta ir con americana o traje a la feria porque considero que la estampa de una mujer vestida de gitana con su pareja así vestido, es una mezcla espectacular de elegancia y tradición. Pero también entiendo a la gente que no lo soporta, las temperaturas en Andalucían no ayudan, y también hay otras muchas opciones válidas.
P: Tenéis el bar Silbon en Córdoba, igual que Ralph Lauren tiene sus cafés,
está claro que apostáis por una estrategia de fomentar el lifestyle… ¿por
qué estas decisiones?
R: Creemos que son decisiones que fortalecen a la marca y que nos diferencian de la competencia en un sector donde cada vez es más díficil destacar y estás obligado a innovar constantemente.
P: En alguna entrevista has comentado, de broma, que Silbon es la marca
de raquetas con nombre de pato, ya que os costó encontrar una identidad
de marca. Después del trabajo bien hecho, y vuestro posicionamiento
actual, ¿cómo crees que se habla de Silbon en el sector de la moda
masculina?
R: Lo que a mí me llega es muy positivo. Como todos, hemos cometido errores, algunos más graves que otros, pero desde hace ya bastantes años que creo que acertamos más que nos equivocamos y la imagen de Silbon más allá de la propia moda es la imagen de una empresa seria, profesional… Que va dando pasos no muy rápidos pero sí muy firmes.
P: ¿Algún sueño por cumplir?
R: Muchos. En lo personal, seguir viendo crecer a mis hijos bien. Disfruto mucho de ellos. Y en lo profesional aún nos falta mucho. Todavía pensamos que estamos solo empezando. Dentro de España hay muchos lugares donde Silbon todavía no se conoce y qué decir del extranjero… Por supuesto que quedan muchos sueños por cumplir, pero siempre disfrutando del camino. Es uno de los aprendizajes más importantes que me llevo de estos años de trabajo.