Una mezcla de glamour y tradición, es lo que vivimos en el backstage de Claro Couture durante la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde la colección Otoño-Invierno 25-26, DOBLE C, se ha apoderado de la pasarela. Con 40 años de historia, Beatriz Claro da una vuelta de tuerca a lo clásico, fusionando el alma andaluza con la modernidad de hoy. Con una paleta de colores vibrantes y tejidos que ensalzan la sofisticación, cada prenda cuenta una historia de feminidad, poder y un estilo que no entiende de edad. Hablamos con ella entre bambalinas, minutos antes de arrancar el desfile.
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«Esta colección celebra la tradición con un toque contemporáneo», comenta Beatriz Claro, quien define DOBLE C como una revisión de los elementos que siempre han sido característicos de la firma, pero con un giro moderno. Los patrones clásicos se encuentran con siluetas modernas, dando lugar a una colección que respira sofisticación.
«Nos inspiramos en la feminidad y el lujo de los años 50 y los trajes estructurados de los 80»
Una de las mayores influencias es el glamour de los años 50, reflejado en vestidos largos de cortes femeninos que resaltan las siluetas. «Nos inspiramos en la feminidad y el lujo de la década, con un enfoque en la sensualidad y la sofisticación», explica Beatriz, mientras nos muestra los vestidos adornados con transparencias de tul y plumas.
Pero la colección no sólo rinde homenaje a los años 50. También recoge la esencia de los 80, con trajes estructurados, blusas con transparencias y faldas tubo que destacan las siluetas ajustadas. Las hombreras exageradas, los flecos de cristal, los mini volantes y los pañuelos en la cabeza son una oda a la extravagancia de esa década, mientras que los corsés realzan la figura femenina, reafirmando el poder del estilo.
Beatriz comparte en exclusiva para COOLthelifestyle el boceto de uno de los diseños de la colección.
«Los colores reflejan la tierra andaluza, inspirada por su fuerza y su vibrante energía»
El color también juega un papel crucial en DOBLE C. Como parte de las tendencias, Beatriz Claro ha apostado por tonos como el verde esmeralda, el púrpura oscuro, el naranja y, por supuesto, el blanco y negro, que siguen siendo el sello inconfundible de CLARO. «Los colores reflejan la tierra andaluza, inspirada por su fuerza y su vibrante energía», comenta Beatriz, mientras el backstage cobra vida con los estilismos de la colección.
Los tejidos lujosos como la muselina, el crepé y los bordados de azabache complementan los colores vibrantes, mientras que los detalles de cada conjunto, como broches dorados, botones metálicos y cinturones extra anchos, aportan distinción y carácter. Los accesorios son igualmente llamativos: clutches extra largos, sombreros con plumas, pañuelos combinados con los colores de las prendas y stilettos atados al tobillo elevan cada estilismo a una nueva altura de glamour.
«Como cada año, la mujer nos inspira, y este año hemos querido profundizar en nuestras raíces con estampados de lunares y volantes»
La inspiración para esta colección viene, como siempre, de la mujer, la musa eterna de Beatriz Claro. «Como cada año, la mujer nos inspira, y este año hemos querido profundizar en nuestras raíces con estampados de lunares y volantes, que evocan la esencia de nuestra cultura», revela la diseñadora.
Con materiales como muselinas, crepé, bordados de azabache y paño de lana, la colección combina técnicas tradicionales con innovaciones modernas, lo que la convierte en una propuesta única y sofisticada. Pero, como siempre, Beatriz sabe que la accesibilidad es clave. «El mayor desafío es hacer algo muy elevado pero que también sea asequible para el público», explica.
«Son muchos meses de trabajo concentrados en 15 minutos, pero al final todo lo que queremos es que el público disfrute del show en la Fashion Week»
Ver sus diseños sobre la pasarela es un momento cargado de emoción. «Es un cúmulo de sensaciones: emoción, alegría, satisfacción y respeto. Son muchos meses de trabajo concentrados en 15 minutos, pero al final todo lo que queremos es que el público disfrute del show«, comparte Beatriz mientras se prepara para ver cómo DOBLE C cobra vida ante sus ojos.
El resultado es una colección que no sólo celebra la tradición andaluza y el costumbrismo, sino que también redefine la elegancia, atreviéndose a romper con lo esperado para ofrecer una propuesta que respira confianza y creatividad.
