Hemos hablado anteriormente sobre el efecto pasarela y su influencia en los movimientos estilísticos. Por si no te suena, nos referimos a la capacidad de estos formatos de visibilizar, transformar y reubicar en el contexto social corrientes estilísticas. Son, por ello, un proyector escénico, con el poder suficiente como para reescribir los matices que se encuentran tras determinadas prendas. Uno de sus últimos logros ha sido desdibujar los roles de género en un clásico: el traje masculino. Y no lo decimos nosotras, han sido las celebrities quienes nos han mostrado la mejor forma de lucir un traje masculino, sea donde sea.
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El traje masculino es el ejemplo perfecto de cómo la moda refleja y acompaña el contexto social de cada época. Este look ha pasado de ser una pieza diseñada únicamente para hombres, resultado de una evolución en la moda influenciada por cambios sociales, políticos y culturales, a ser un match de estilo para cualquier evento. Tirando de archivo, nos remontamos a 1930 para recuperar las imágenes de las primeras mujeres que aparecían en portada en las revistas con un traje de pantalón. Bajo el sello de figuras revolucionarias como lo fue en su día Greta Garbo.
Con corbatas o pajaritas
Dotando a esta pieza de un lenguaje revolucionario y empoderado. Hoy por hoy, cada vez vemos más apología a este tipo de estéticas entre las celebrities. Incluyendo aspectos que antes se ignoraban, como las corbatas o las pajaritas. Adquiriendo, en toda su totalidad, la estética masculina. Más aún desde la gran reaparición de Bella Hadid en la última edición de la Fashion Week de París durante el desfile de Saint Laurent Womenswear Primavera-Verano 2025.
Aunque si hablamos de reapariciones, se nos hace imposible no mencionar la de Hailey Bieber tras su embarazo, luciendo un traje diseñado por Anthony Vaccarello para Saint Laurent. En ella podemos apreciar el juevo del oversize con un traje en gris y corbata roja, que bien nos recuerda al estilo grandmacore.
El traje negro
Siguiendo sus pasos, muchas celebrities han sido las que en los últimos años han hecho sus apariciones públicas eligiendo el traje masculino para la ocasión. Una de las últimas, Billie Eilish. La cantante optó por una estética más oversize y una reinterpretación de la estética clásica de los colores, luciendo pantalón y camisa en blanco y americana azul marina. Su estilismo es, precisamente, el ejemplo perfecto de toda la flexibilidad que este tipo de conjuntos permiten, así como la capacidad de los mismos para adaptarse a la personalidad de quien la luce.
Acompañado de taconazo y en una apuesta por un traje masculino todo al negro encontramos a nuestra Penélope Cruz. Siguiendo una línea más sofisticada, menos arriesgada, pero que completa añadiendo un estilo juvenil en el peinado más desenfadado. Al fin y al cabo, el peinado también puede ayudarnos a jugar con nuestro look.
Un estilo similar, pero mucho más masculino, lo dio a conocer la supermodelo Irina Shaik. Ella sí que apostó por todas las características de este tipo de trajes: un clásico traje entallados de un solo botón culminado con zapato de vestir.
Huyendo del clásico estilo, la referente de la generación X, Lola Lolita nos muestra como el cuero y la corbata coexisten a la perfección bajo un buen traje masculino. Su apuesta, mucho más arriesgada, rompe a su vez con el sesgo señorial y clásico que rodea a este tipo de conjuntos, casando a la perfección con su estética y dejando ver toda la versatilidad con la que permite jugar este tipo de estéticas.
Y para demostrarnos que cualquier traje masculino puede ser femenino, tenemos a Blake Lively. Paseando por las calles de New York al más puro estilo Serena van der Woodsen (al que ya nos tiene más que enganchadas) la vimos con un traje de cuadros de doble fila de botones, cumplimentado por una gabardina a juego.
Aunque siempre nos gusta echar un vistazo atrás, concretamente a 2018, para recuperar uno de los trajes masculinos más icónicos. No por el traje en sí, sino por la fuerza que en él cogen cada uno de los complementos que lo completan (valga la redundancia). Volvemos a la boda de la princesa Eugenia de York y el señor Jack Brooksbank en la capilla de San Jorge el 12 de octubre de 2018, en Windsor, Inglaterra, de la mano de Cara Delevingne. Sombrero de copa, taconazos, corbata… no le falta detalle.
