Cómo organizar la boda de invierno perfecta según la experta Ana García Gayoso
¿Bodas de invierno? Esa es la cuestión. Ana G. Gayoso nos cuenta cómo tener la boda soñada en su libro ‘Manual para organizar una boda perfecta’ recién publicado. «Las bodas en esta época del año tienen su encanto y son preciosas», dice la autora recordando la suya propia. Pero hay que tener en cuenta ciertos detalles para que organizar una boda en invierno no sea una misión imposible.
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Así lo explica Ana, que es experta y bloguera de referencia en el mundo de las influencers de novias, desde hace 12 años. «Lo importante de este libro es que te cuenta lo que debes de tener en cuenta antes de contratar a los proveedores de tu boda. Por ejemplo, hay que saber si sólo puedes probar el menú una vez que has contratado el catering o preguntar cuántos camareros habrá por mesa, si llevan guante blanco o no… ese tipo de cosas que descubres después de casarte, son las que yo cuento en mi libro», comenta.
Tips para una boda perfecta
Más de una década escribiendo sobre bodas, le ha convertido en una consultora perfecta donde acudir para elegir y resolver dudas antes de celebrar un evento tan importante en la vida, como es una boda.
«Organizar una boda perfecta y memorable es más sencillo de lo que parece. Sólo hay que disponer de la información clave, pros y contras incluidos, para tomar las mejores decisiones y disfrutar de los preparativos. Por ejemplo todo lo que hay que saber para que el vestuario de la novia, la madre, hermanas y madrina luzca impecable, las normas de protocolo para la entrada, colocación y salida de la ceremonia, los ingredientes secretos para lograr una pista de baile de lo más divertida», opina.
¿Bodas de invierno? La suya. «Me casé en octubre porque me lo pidió en julio y no podía esperar un año hasta el verano siguiente. Fue preciosa y además con solazo. Llevaba manga larga, sí, porque era en Asturias», recuerda.
«Es importante conocer el protocolo de una boda para así poder saltárselo», comenta Ana. En mi caso, me lo salté al hacerme las fotos antes de la ceremonia».
«Que dos personas se enamoren y celebren una boda es muy bonito. Pero hay que saber que un boda es la alfombra roja familiar, y hay que repartir juego en las responsabilidades de cada miembro de la familia para evitar disgustos. Me explico, si al padre del novio le haces responsable de la música, pues a la madre de la novia debes de darle la oportunidad de decidir algo en el menú», recomienda Ana como propuesta para evitar conflictos familiares. Algo así como repartir juego entre las dos familias.
Nada se puede improvisar. Hay que dejar todo atado, desde la decoración de las mesas hasta el presupuesto final de la boda, pasando por el protocolo y el momento de hacerse las fotos. «Yo, por ejemplo me las hice antes de casarme, para que una vez finalizada la ceremonia, no tuviese que perderme el aperitivo con mis queridos amigos, por culpa de las fotos», explica Ana. García Gayoso en una entrevista con COOL durante la presentación de su libro en el Hotel Four Seasons Madrid.
«Otro asunto delicado es el presupuesto. Yo creo que debe hacerse siempre con un equilibrio entre las dos familias y los novios no deben abusar de la generosidad de sus padres ni presionarles», aconseja.
Terciopelos y lanas
«Los terciopelos y las lanas son los tejidos más adecuados para el vestido de una novia de invierno. Con mangas largas y escotes cerrados. Aunque ahora la tendencia es hacer trajes de novia, por piezas, desmontables. Para que sirvan durante la ceremonia, el banquete y en la fiesta final, que dura hasta las tantas», explica la creadora de trajes de novia a medida, Cristina Martínez- Pardo de Navascués, quien ha escrito el prólogo del libro de Ana G. Gayoso.
Más que nunca, en las bodas de invierno, el vestido de la novia cobra absoluto protagonismo. La manga larga es un clásico para esta época del año. Y los abrigos son muy recomendables. Además son elegantísimos. Francesca Thyssen celebró su ceremonia nupcial en una boda memorable en la nieve en Innsbruck, Austria, con Carlos de Habsburgo en febrero de 1993. Llevaba un vestido- abrigo y guantes.
‘Casilda se casa’
«La primera novia de invierno icónica que recuerdo es Tatiana SantoDomingo en Gstaad, Suiza en Febrero de 2014. Desde entonces hemos visto florecer las bodas en fechas que abarcan desde noviembre a marzo con múltiples inspiraciones, normalizándose la estación invernal para contraer matrimonio.», explica con fundamento a COOL en una entrevista por teléfono la creadora del blog ‘Casilda se casa’.
«En diciembre el ambiente invita a una decoración navideña, con manteles de tartán y abetos. Los que se acercan a la montaña recurren a una inspiración de estación de esquí. La ciudad también puede ser un buen lugar para celebrar una sobria boda invernal de inspiración vintage con aires de la televisiva Dowton Abbey , o en un clásico casino como las bodas de nuestros abuelos. Los que escogen estos meses desde luego optan por la austeridad y suelen huir de la tendencia tan actual de convertir el entretenimiento de la boda en una feria» opina la gran experta en organización de bodas Cristina Ruiz Montesinos, creadora del mítico portal de tendencias de novias Casildasecasa.
«¿Consejos a tener en cuenta?, se pregunta. Aplicar el sentido común siempre priorizando la comodidad del invitado sobre el sueño del cuento de navidad. Tu boda como reina de las nieves puede ser una pesadilla si los invitados tiene dificultades de acceso al lugar de la ceremonia o celebración o pasan frío», explica amablemente a COOL. Cristina Ruiz Montesinos, en el año 2008, comenzó a escribir el blog Casilda se casa y hoy es toda una referencia en el sector nupcial. Lo que ella escribe va a misa.
El vestido de novia en esta época del año se permite lucir detalles propios de esta época del año. Los complementos de piel son importantes para elevar el look nupcial. «Unos puños, un cuello o incluso una estola en piel son un detalle muy adecuado de esta época del año», explica Ana G. Gayoso.»Yo me casé un 15 de octubre con sol en Asturias, ¡una boda maravillosa!», sonríe al recordarla.
Los montajes de flores de invierno son más espectaculares. Los tejidos del vestido de la novia son más soberbios y elegantes. Los invitados visten más solemnes. Las puestas en escena invernales bucólicas son, en definitiva, maravillosas. La única pega para esta estación es la climatología y por eso siempre debe haber un «plan B», sugiere la autora del libro.
«Piñas, calabazas y decoración de inspiración navideña. Parece que el invierno invita a abrazarse más», opina Gayoso. «Es todo más romántico».
La ropa que se luce en una boda invernal también se adapta al clima con piezas como un abrigo capa, y poco escote, en la mayoría de ocasiones.» Hay que aprovechar lo que no sirve en otras estaciones, por ejemplo, unos puños de marabú», precisa Ana G. Gayoso.
«Todas las bodas tienen su encanto. El truco es saber buscar el equilibrio: cómo invitas, el sitio elegido, los invitados, la decoración, el menú…,» concluye la autora Ana G. Gayoso.
Ventajas
Casarse en invierno es menos habitual que en primavera o verano y tiene por tanto sus ventajas. Hay menos listas de espera en los lugares de celebración del banquete y en las iglesias, para quienes opten por una boda religiosa.
Los espacios naturales nevados son decorados naturales de ensueño para celebrar una boda de invierno.
La luz perfecta para las fotografías también es otra gran ventaja para casarse en esta estación pues no hay reflejos solares y los retratos son más cálidos. Y por supuesto los preciosos accesorios invernales: como capuchas, guantes o capas sandalias o botines de terciopelo hacen que las invitadas luzcan más.
Los estilismos de invierno son más completos y elegantes y los sombreros o tocados cobran más protagonismo. Y los decorados de interiores se llenan de magia con colores suaves como tonos tostados y colores tierra como favoritos.
«Visten más las novias de invierno aunque son muy pocas. El tweed, mohair, cashmere… son tejidos maravillosos con abrigos a juego. La sofisticación viene con algún bordado, en lino, por ejemplo, cristal o piel sí es una zona muy fría. Ahora hacemos falsos cuellos incluso», comenta la creadora del taller más antiguo de Madrid, Navascués.
«A mí el sombrero me gusta si es una novia de corto; si va con cola me gusta con un velo de plumeti, liso, amantillado, hay muchas posibilidades», añade.