Los labios rojos son un símbolo innegable de seducción, poder y elegancia y sirven para ponerte buena cara frente a cualquier situación: si tienes un mal día, si quieres elevar tu maquillaje, incluso es el recurso perfecto si únicamente te apetece pintarte los labios. Pero… ¿qué pasa si no te queda bien? O bien quedas condenada a dejar de lado un icono de la sensualidad en tu maquillaje o buscas una alternativa con la que sentirte una auténtica diva. Por razones obvias la primera opción ni se nos ha pasado por la cabeza, así que nos hemos puesto a buscar cuáles son las alternativas a los labios rojos y a qué personas les puede quedar mejor.
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Al mal día, labios rojos. Es una afirmación que siempre nos ha perseguido en el mundo del maquillaje y una de esas verdades consolidadas que han creado una leyenda. Si hablamos de labios rojos como símbolo de poder es precisamente por la historia, la simbología y las mujeres que han desempeñado un papel importante en la historia de este icono.
Incluso este complemento tiene su propia teoría. Efectivamente, hablamos de la teoría de los labios rojos. Si entramos en las cualidades propias de este color, la colorimetría nos dirá que es el tono con la expansión de onda más amplia y por tanto las personas percibimos este color de forma diferente al resto. Repasando los iconos que hicieron de este pintalabios su sello podríamos encontrar algunas de las grandes mujeres de la historia, como Marilyn Monroe, Grace Kelly y Rita Hayworth.
¿Sabías que incluso fue declarado por Churchill como un artículo de primera necesidad? Suena marciano pero la crónica británica recoge que el ex primer ministro apoyó y defendió el slogan que publicó la edición británica de Vogue en 1941: «Ahora, más que nunca, la belleza es tu deber». Fue a finales de la Segunda Guerra Mundial y nos dejó la que sin duda podría pasar a nuestro imaginario como una de las declaraciones más austeras e inesperadas sobre este labial.
Lo que sacamos en claro es que el pintalabios rojo no es un mero complemento, sino una declaración de fuerza, seguridad, autocuidado y cierta picardía. Pero, ¿qué es lo que hace que cuando nos lo ponemos sintamos eso? Efectivamente, la seguridad. Y no todo el mundo siente esa comodidad cuando se aplica un labial rojo. Bien porque no encuentra en este rango su tono ideal o porque prefiere otras soluciones. Y aquí las presentamos:
Magentas
Hemos dicho que el rojo destaca por su longitud de onda. Centrados en la pura teoría, por física, los tonos que acompañan al rojo en cuanto a longitud de onda serían los magentas y naranjas. Vamos a dejar de lado la moda de los 2000 por meter fucsias al labial y vamos a centrarnos en una de las tendencias que hemos visto recientemente en las alfombras rojas.
Y es que dentro del espectro del magenta podemos hacer un juego con los tonos rosados, incluso tirando a lila, para conseguir este efecto wow sin llamar especialmente la atención del labial. Un recurso perfecto para pieles nórdicas en las que el rojo crea especial contraste.
Subtonos naranjas
Siguiendo con la teoría anterior, en el rango de los subtonos naranjas podemos encontrar alternativas bastante interesantes. El resultado puede ser similar al del labial rojo, pero añadiendo un subtono naranja podemos encontrar el labial perfecto. Este color resulta especialmente favorecedor para pieles con subtonos cálidos (dorados/amarillos) y a las pieles morenas y oscuras.
El color del año: marrón
Uno de los objetivos de los labiales rojos es sugerir elegancia y sofisticación. Este mismo resultado podemos conseguirlo acudiendo a pedir ayuda a la gama del marrón. Este favorece a cualquier tono, siempre y cuando se elija bien el rango del marrón que buscamos. Y eso es: cuanto más cálida u oscura sea la piel, más intensidad de marrón deberemos elegir.
