La empresa familiar suiza Vitra, que lleva tres generaciones haciendo muebles, se ha convertido en un ejemplo en la industria del diseño industrial. Creada en 1950 por Willi Fehlbaum, abrió su primera tienda de muebles cerca de Basilea. Le fue tan bien que años más tarde compró los derechos de los diseños de los grandísimos Charles y Ray Eames, además de George Nelson. Tal ha sido su relación con los mejores diseñadores y arquitectos, que tras el incendio de la fábrica, fue Frank Gehry quien en 1989, diseña una nueva nave de producción.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero el amor que tiene Vitra por el diseño no ha cambiado. Por eso es, y cada vez más, una de las marcas de diseño industrial más importantes del mundo.
Para celebrar a Charles y Ray Eames, Vitra lanza al mercado una edición limitada de la silla Eames Fiberglass, y lo hace con una ilustración del artista Saul Steinberg, famoso por sus trabajos en ‘The New Yorker’.
Charles y Ray Eames: quiénes son
Formaron uno de los matrimonios más exitosos dentro del mundo del diseño. Charles Eames nació en 1907 en St. Louis, Missouri, y estudió arquitectura. Su mujer, Ray Eames nació en la localidad californiana de Sacramento en 1912, y estudió pintura. Ambos relacionados con las artes. Tras casarse se trasladan a Los Ángeles, lugar en el que empiezan a realizar sus primeros diseños, experimentando con técnicos para el modelado tridimensional de la madera contrachapada. ¿Su objetivo? Fabricar sillas cómodas y a buen precio. Pero los tiempos no lo pusieron fáciles, su sueño se truncó… Dejaron las sillas a un lado para fabricar férulas de piernas en madera contrachapada. Todo para el ejército estadounidense.
Acabada la II Guerra Mundial, un año después, vuelven a trabajar en la industria del diseño. Tal es su éxito que exponen estos primeros trabajos en el Museum of Modern Art. Estos primeros muebles experimentales empiezan a ser fabricados por la Herman Miller Company, y el matrimonio Eames sigue en su lucha por fabricar muebles para todos. Es en 1949 cuando construyen su residencia privada, un ejemplo de lo que Vitra quiere en nuestras casas. Además de muebles, el matrimonio Eames experimentó con otras ramas del mundo del arte. Siempre artistas.
Es en 1957 cuando Vitra firma un acuerdo de licencia con Herman Miller, la primera fábrica que construyó sus muebles… Y es entonces cuando comienza a fabricar todos los muebles. Ya no solo en Estados Unidos, sus diseños llegan -por fin- a Oriente Medio y Europa. Vitra siente admiración por su trabajo y se nota.
La silla Eames
Pero, ¿qué pasa con la silla Eames? Hay que remontarse a 1950, cuando las Eames Shell Chairs fueron las primeras sillas fabricadas industrialmente en serie. «Contaban con un asiento y un respaldo formados por una carcasa de plástico que ofrecía una sensación de ligereza flotante nunca sentida hasta el momento«, explican desde Vitra. Esta silla marcó, de alguna manera, un antes y un después en el mundo del diseño.
Saul Steinberg: quién es
¿Y por qué Saul Steinberg? El ilustrador y arquitecto era un gran amigo del matrimonio Eames, y cuando visitó su oficina de Los Ángeles, le llamaron la atención estas Shell Chairs. En ese momento decidió pintar unas líneas que fluían de una silla a otra, ya que vio unas recién diseñadas. Y no solo eso, se dedicó a realizar dibujos animados en los muebles, en las paredes, en el suelo… Sus dibujos, sobre todo de gatos, ya eran famosos en medio mundo. Para Steinberg «el dibujo es como una forma de razonar sobre el papel». El utilizaba esos dibujos para reflexionar sobre la semántica del arte, reconfiguraba signos estilísticos en nuevo lenguaje, acorde a la vida moderna, explican desde su fundación. Entre esos dibujos, en los de la silla Eames, destacó un gato durmiendo en la carcasa de la silla. En otra de ellas, dibujó parte del cuerpo desnudo de una mujer. La segunda silla se encuentra en la Eames Office y forma parte del Vitra Design Museum. La primera ha inspirado esta colección de sillas de edición limitada. Solo hay disponible 500.
«Una empresa especializada ha escaneado el original y ha generado un archivo 3D, y esos datos se han utilizado para crear una plantilla exacta… Por lo que se ha permitido aplicar el dibujo de Steinberg con la mayor fidelidad posible«, explican desde Vitra. Pero no solo eso, hay un artista que se dedica a pintar a mano cada una de las sillas, para parecerse a las originales lo máximo posible y todas ellas, las 500, están numeradas a mano, además de estar selladas con un barniz y una etiqueta especial. No es tal cual la de Steinberg… Pero llevan su historia detrás y son únicas en el mundo.
