Cuando Shakira y Piqué vivían en Barcelona, lo hicieron en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad Condal y, ahora, este inmueble cierra un ciclo para iniciar otro. Con un diseño arquitectónico sobrio, contemporáneo y perfectamente integrado en el entorno, esta propiedad no solo representa una apuesta por el lujo discreto, sino también el testimonio de una etapa compartida por dos iconos globales. El inmueble vuelve a captar la atención mediática, pero esta vez por un motivo distinto: la propiedad ha sido puesta a la venta. Y con ello, el mercado inmobiliario de lujo recibe una joya tan singular como cargada de significado y con historia propia.
El rincón natural de Shakira y Piqué
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Diseñada por la arquitecta Mireia Admetller, la construcción se articula en torno a líneas puras, una geometría limpia y volúmenes que hablan sobre el minimalismo. El blanco, el vidrio y la piedra dominan la escena, en una composición que juega con la luz natural y con la relación entre interior-exterior, como dicta la arquitectura mediterránea contemporánea.
Su estructura es curiosa y es que no es una casa, sino que es un conjunto. Tres viviendas independientes interconectadas, pensadas para alojar tanto a la pareja como a sus familias. La totalidad de sus dimensiones es de unos 4.000 metros cuadrados, en los cuales se incluyen jardines, terrazas con piscina y cascada, campo de fútbol privado, pista de pádel, gimnasio profesional y, por supuesto, un estudio de grabación que la cantante diseñó a su medida, para poder trabajar desde Barcelona.
Cada rincón respira una elegancia tranquila. No hay ostentación, sino diseño pensado. Una estética que rehúye el exceso, pero que cuida cada material, cada proporción, cada atmósfera.
Tras su separación en 2022, Shakira y Piqué iniciaron una compleja negociación en torno al patrimonio compartido. El complejo de Esplugues, que había sido reformado y ampliado a lo largo de los años, fue uno de los puntos clave. La artista colombiana habría fijado un valor estimado cercano a los 12 millones de euros, mientras que el exfutbolista apostaba por una venta más ágil, incluso rebajando esa cifra.
Un legado millonario disuelto
Finalmente, una de las tres viviendas del conjunto ha sido vendida este verano por una cifra en torno a los 3 millones de euros, en lo que parece ser el primer paso de un proceso de liquidación paulatina del conjunto. Las otras dos permanecen en manos de la sociedad familiar, a la espera de comprador, sin saber si se pondrán a la venta juntas o por separado. El precio por ellas es de 11.5 millones de euros. El proceso, gestionado de manera discreta por una sociedad vinculada al entorno de Piqué, ha evitado canales públicos. No hay anuncios, ni portales, ni carteles visibles, puesto lo que el exjugador del Barcelona ha querido enfocarla hacia una venta directa a compradores que sepan valorar el espacio. Además, sobre esto ha surgido un curioso debate, puesto que estando en la zona que está y habiendo tenido estos mediáticos dueños, para muchos el precio no es tan alto como debería ser.
