El Museo Guggenheim de Bilbao cumple 25 años
Tenemos la suerte de tener multitud de grandes museos por todo nuestro país. El Museo del Prado, el Museo Thyssen Bornemisza y su hermana pequeña en Málaga, el Museo Reina Sofía… Y por supuesto, el Museo Guggenheim. Una infraestructura que puso para muchos a Bilbao en el mapa del mundo. No sin causar revuelo, y sabes bien por qué. A pesar de parecer ayer su construcción ya ha pasado tiempo. El Museo Guggenheim cumple 25 años.
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El arquitecto Frank Gehry fue el encargado de levantar este enorme barco metálico junto a la ría de Bilbao. Un museo de arte contemporáneo que se inauguró el 18 de octubre de 1997 en colaboración con la Fundación Salomon R. Guggenheim. Un museo que es un edificio de la corriente deconstructivista, y por su apariencia, causó una revolución. Nada que ver con la sensaciones que provoca ahora.
En un primer momento este proyecto iba a nacer tras la rehabilitación de la Alhóndiga, pero finalmente el canadiense Frank Gehry junto a Tomas Krens eligieron un nuevo emplazamiento al lado del centro y en una situación en la que se vería desde muchos puntos estratégicos de la ciudad. Un proyecto que sigue el hilo conductor de otros proyectos del arquitecto, pero que tiene personalidad propia.
Los volúmenes forman parte de la esencia del edificio. Las paredes curvas se mueven libres, unas encima de otras. Y las paredes que son rectas, no son metálicas, son de cristal. De lejos parece la estructura de un barco. Las ventanas son rectangulares. Un edificio que necesita una gran descripción para entenderlo… Y que precisamente se entiende mejor observándolo por dentro y por fuera. Es imprescindible una vista a cualquiera de sus exposiciones. Una gran estructura de escamas de titanio que no deja indiferente a nadie.
Precisamente para celebrar este 25 aniversario el Museo Guggenheim de Bilbao defiende el lema: «El arte inspira y el futuro». Porque el museo será punto de encuentro de exposiciones, eventos culturales y acontecimientos para celebrar su cumpleaños. Una celebración para conmemorar que este museo no solo es una obra más en el currículum de Frank Gehry. Es un capítulo en la historia y en la arquitectura de Bilbao. ¡Zorionak!