Muchas veces nos fijamos en las mansiones habituales de las caras famosas, pero ignoramos el hecho de que algunos cuentan con segundas y terceras residencias, en ocasiones, ubicadas en auténticos paraísos. Estos lugares son la escapada perfecta para buscar la ausencia del mundanal ruido de la ciudad y sumergirse en auténticos edenes que, a veces, parecen incluso irreales. A través de la localización, las vistas y la decoración que define su interior, surge la fórmula perfecta para construir el paraíso en la tierra. La protagonista de Pretty Woman, que también la conocimos como Erin Brockovich, ha conseguido crear el lugar perfecto y, ahora, esta mansión de Julia Roberts puede ser tuya.
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Cuando pensamos en espacios que se aproximen a la definición literal de la palabra paraíso, Hawái es uno de los que se nos viene a la cabeza. Hace 1.500 años los polinomios llegaron a la isla, después de navegar a través del océano usando solo a las estrellas como guía, y cuando mencionamos el sitio, nos evoca a todas las combinaciones imaginables de islas tropicales con selvas vírgenes y playas de aguas turquesas. Además de eso, es una de las ubicaciones donde más mansiones hay al borde del mar y, en los últimos tiempos, el coste de estas ha subido, aumentando el concepto de exclusividad en la isla. Si no, miremos como Mark Zuckerberg ha escogido esta ubicación para construir su búnker.
Para aquellos que busquen el lujo en medio de la naturaleza, la solución tiene tres palabras: Limahuli Ocean Estate. Este oasis de paz ha salido al mercado y ahora está disponible, pero no para todos los bolsillos. La exclusiva vivienda no sólo es el lugar perfecto al que huir del ruido de la ciudad, sino que también tiene su propia historia, pues perteneció durante más de 15 años a la actriz Julia Roberts y a su marido, el cineasta Danny Moder, que la adquirieron por 10 millones de euros.
La propiedad cuenta con 3,3 hectáreas, acompañadas de 122 metros de playa privada, la cual está bañada por las aguas cristalinas del Pacífico que protagonizan el lugar. Además, también cuenta con vistas al valle de Limahuli y los imponentes picos del monte Makana, acompañado de un total que dispone de tres parcelas, por lo que el nuevo comprador tiene la oportunidad de ampliar la propiedad. Lo primero que vemos es la construcción principal que dispone de 280 metros cuadrados.
Hay una cosa que no puede faltar en ninguna mansión y menos en la de Julia Roberts: los ventanales. Estos hacen que la luz del lugar inunde cada esquina de la estancia, en este caso con el beneficio acompañado de las vistas al Pacífico o las montañas. También cuenta con paneles fotovoltaicos con baterías Tesla, un sistema de filtración de agua para toda la casa, suelos clásicos, techos altos con vigas vistas y paredes revestidas de madera, entre otros detalles.
Además del color natural de esta, también hay toques de blanco que aportan amplitud al lugar, con una cocina combinada con el salón de estar, creando un espacio total en el que disfrutar en familia y hacerlo en clave de lujo. A este le acompañan tres habitaciones y tres baños, todos con vistas inigualables, que se bañan en color blanco y se convierten en el lugar de descanso perfecto sumergido en el edén de Hawái.
Los invitados también pueden disfrutar de una piscina de 46 metros cuadrados, rodeada de un amplio jardín, un arroyo y un comedor al aire libre, que la hace perfecta para pasar días y noches junto a amigos y familia. También cuenta con una casa independiente que puede ser para huéspedes o el cuidador de la finca, que suma un dormitorio y un baño. Una construcción que permite disfrutar en pleno paraíso y puede ser tuya por 26 millones de euros.
