Ideas para convertir tu terraza o jardín en un cine de verano
El cine tiene esa capacidad de hacernos viajar a cualquier escenario. Hay momentos plasmados en la gran pantalla que nos llevan al verano, a las tardes por el campo con Call me by your name, las islas griegas en Mamma Mía… Claro que el cine no se conforma con dejar esta estación en una simple inspiración para sus películas. La forma de verlo experimenta durante los meses más cálidos del año una metamorfosis donde las cuatro paredes y las grandes salas dan paso a los espacios abiertos para dar luz verde a los cines de verano. Una distinción que sólo ocurre durante esta temporada y que también puedes trasladar al interior de tu casa. Así que, ¿quieres saber cómo puedes crear tu propio cine de verano? Toma nota.
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Cuando el verano llega al cine lo hace para despertar algo nostálgico, emocional. Bien puede estar relacionado con esa sensación de despreocupación y libertad que nos invade durante las vacaciones y que permite que todo niño interior salga durante la proyección de cada película. Es por eso que los cines de verano se han convertido casi en un ritual conmemorativo para compartir en familia o entre amigos.
Más aún, cuando la idea de poder trasladar ese momento compartido se crea en tu propia casa. Con la película podríamos dar un par de recomendaciones que respiran verano. Algunos clásicos como Sonrisas y Lágrimas, comedias españolas familiares como Odio el verano o Primos, o imprescindibles como El rayo verde y Vacaciones en Roma. Con lo que también podemos acertar es con el paso a paso y la lista de imprescindibles para hacer de tu casa un cine de verano.
Primero, el espacio
Cada cine de verano debe ser un pequeño reflejo de quienes vayan a disfrutarlo. Por eso es importante saber el número de personas que lo disfrutarán para encontrar el espacio más cómodo: que no se quede ni muy grande ni demasiado escaso e incómodo. Claro que lo más indicado sería poder hacerlo en el jardín o en las terrazas, pero no todo el mundo tiene la suerte de disponer de grandes espacios.
Y en esto no hay excepciones: si nos organizamos, todo el mundo puede tener un cine de verano en casa. Solo basta con encontrar un rincón que permita poner un fondo blanco que sirva de pantalla (que bien puede ser una sábana blanca o una pared blanca) y un espacio frente a esta para poder acomodarte. Una opción puede ser en el propio salón, apartando los sofás y ganando algo más de espacio. Claro que cualquier rincón que tenga estas características es perfecto para la ocasión.
La imperfección mejora el aspecto
No hay nada que nos lleve más al verano que esos planes improvisados, ¿verdad? Pues esta misma sensación debe evocar el cine de verano que montas en casa. Así que, recuerda: cuanto más desordenado e improvisado parezca, más cautivará la esencia de estos cines. Utiliza cojines, almohadas grandes que resulten cómodos y recursos similares.
En las zonas exteriores siempre es una buena opción optar por palés para hacer estas estructuras o bien ir directamente a las hamacas o tumbonas. También puedes añadir un toque chic añadiendo unas luces colgantes, bien con farolillos o con las guirnaldas luminosas. Eso sí que es un tip de iluminación clásico que nunca pasará de moda.
Asienta una base cómoda
Lo importante es estar cómodos, por eso donde nos sentemos será prioritario. Más aún teniendo en cuenta que el encanto de este tipo de cines es que, generalmente, suelen disfrutarse tumbados o sentados en el suelo. En el caso de espacios interiores, intenta poner una alfombra para no estar directamente en el suelo. Para subir un grado el nivel de comodidad un recurso es poner esterillas en la parte inferior. Y luego cojines, muchos cojines.
En el jardín tenemos la ventaja de tener el césped de base, lo que deja una superficie muy blanda a la que solamente haría falta añadir unas toallas de base y también cojines. Aunque ya hemos dicho que también aquí entra la creatividad para dejar que los palés se conviertan en estupendas hamacas.
Sin fallo a los básicos
El cine tiene dos puntos principales: la pantalla, que ya hemos visto que puede ser cualquier superficie plana, y el proyector. Vale que sea algo desenfadado e improvisado, pero somos sibaritas y si vamos a hacer algo, lo hacemos bien. Por eso merece la pena hacer una pequeña inversión en el equipo técnico, comenzando por el proyector.
El modelo Magcubic HY300 Pro es uno de los más recomendados en portales como Xataka por su relación calidad precio. Puedes adquirirlo por menos de 100 € y entre sus múltiples ventajas incorpora el sistema Android, que permite acceder a plataformas streaming sin necesidad de otro dispositivo. Perfecto para las escapadas a la casa del campo o para llevar de vacaciones. Y, además, permite acoplar un equipo de sonido por cable de audio de 3.5 mm, o si el equipo de sonido lo permite, a través de Bluetooth.
Importancia al sonido
Vale que muchos de los proyectores, como el que recomendamos anteriormente, tengan equipo de sonido integrado. Pero si algo tiene el cine es esa capacidad de hacerte vibrar con los bajos, estremecerse con el viaje estéreo del sonido e intrigante y emocionarte con las melodías. Por eso un imprescindible en un cine de verano es el sonido. Y añadiendo un buen equipo de sonido conseguirás que la experiencia del cine mejore considerablemente.
Todo listo y, ¡a comer!
Toca renunciar a las palomitas recién hechas, eso es cierto, pero tener tu propio cine de verano también te da la opción de hacer tus propios snacks. Si a principios de verano nos proponemos tener en mente que esta temporada toca cuidarse y no caer en los excesos, entonces creo que es buen momento para recordar los snacks saludables que te pueden acompañar durante este verano.
Bien pueden ser sustituyendo las palomitas por garbanzos tostados, para lo que sólo tienes que limpiar y especiar un bote de garbanzos y meterlos en el horno unos 40 ó 45 minutos a 200 grados. El clásico crudité de verduras con hummus, brochetas de bolitas de mozzarella, tomates cherry y albahaca o edamames hervidos.