El nuevo y espectacular edificio de Ámsterdam que parece levitar sobre el agua
Los Países Bajos son un país con una larga tradición de convivencia acuática. Las conocidas casas flotantes que dan fama al país surgieron como una necesidad. Tras la Segunda Guerra Mundial, la incesante demanda de vivienda derivó en una nueva tipología que colonizó las aguas holandesas. Actualmente, se calcula que existen más de 2.500 viviendas sobre los canales de Ámsterdam y, aunque se han modernizado respecto a las originales, siguen manteniendo la identidad inicial. Ahora, los edificios se pueden construir sobre el agua. Sobre la base de una arquitectura innovadora, los edificios se asientan sobre el asfalto. Este último hito lo podemos ver en un edificio en Ámsterdam que parece levitar sobre el agua.
- Paseamos bajo el sol de la Toscana en busca de sus mejores hoteles
- Piedra sinterizada, el material que ha conquistado a diseñadores
Tomando como referencia este modelo local, el estudio de arquitectura BIG, junto a Barcode architects, han diseñado un conjunto residencial flotante para ofrecer alojamiento de calidad ante la carencia inmobiliaria de la capital. Con una estructura triangular y una visión entre dos grandes pilares, muestra una pantalla de la ciudad hacia el mar y viceversa. Este edificio cuenta con 442 apartamentos de distintas formas y tamaños. En cuanto al aspecto exterior, este se caracteriza por un gran voladizo en una de sus esquinas que actúa como una gruta urbana en el propio puerto, ejerciendo de portal para que los barcos puedan atracar en el interior. Además, junto al bloque hay dispuestos unos amarres disponibles para 34 casas flotantes y 54 embarcaciones de recreo.
Sluishuis, tal y como ha sido bautizado este edificio de Ámsterdam, está compuesto por múltiples espacios mixtos para desempeñar diversas actividades, de ahí que albergue una escuela de vela, un centro de deportes acuáticos y un restaurante, entre otros. La mayoría de los edificios de la ciudad tienen espacios públicos, por lo que se han considerado las prestaciones públicas que una construcción de tales dimensiones debe ofrecer a la ciudad, por ello, en el nivel inferior se ha planteado una plaza abierta con zonas verdes y de esparcimiento. A su vez, la cubierta obsequia a sus visitantes con un gran mirador al que se accede mediante dos escaleras que cruzan la superficie de manera teatral.
El consumo de energía de este edificio de Ámsterdam está dispuesto de forma sostenible con calefacción, bombas de calor, ventilación e iluminación LED suministrado por aproximadamente 2200 metros cuadrados de paneles solares. Además de estos aspectos técnicos, se prestó mucha atención a la vegetación y la recolección de agua en el desarrollo de Sluishuis. En el frente, los costados y en el patio hay jardines con especies vegetales autóctonas. La vegetación corre a través de las terrazas de la azotea hacia arriba en jardineras integradas. En el techo, esto crea una agradable atmósfera verde.
Con una arquitectura sólida, nuevas tipologías de viviendas, espacios al aire libre de alta calidad y una vista impresionante, esta es, sin dudas, una propuesta llamativa, atractiva e imitable. La materialidad de esta propuesta combina aluminio y madera. No es una elección arbitraria, sino que responde a la esencia de las dos fachadas principales de Sluishuis. La que está enfrentada al lago, se ha revestido con paneles de aluminio para reflejar el agua y mimetizarse con el entorno, por el contrario, la cara opuesta tiene terrazas que descienden hacia el suelo, el cual ha sido tratado con madera natural para mostrar una imagen cálida y doméstica.