No hay nada más romántico que pasear entre los viñedos de la Provenza francesa y contemplar sus impresionantes y pintorescos castillos con siglos de tradición. Tal es así que Brad Pitt y Angelina Jolie quedaron prendados de la zona y en 2011 decidieron comprar Château Miraval, pero antes que ellos, Pink Floyd, Sting, Elton John y hasta George Michael pasaron largas temporadas aquí. Hoy en día es propiedad del actor y es aquí donde se refugia cuando busca la tranquilidad que no le da Hollywood. En este castillo produce su aclamado vino rosado, sus cremas y, desde hace un año, la música de grandes artistas.
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Château Miraval fue construido en el s. XIII y se ubica en el pueblo de Correns, al sur de Francia.
Dispone de 35 habitaciones, sala de juegos, de cine… gimnasio, spa y hasta piscina cubierta. Además de una capilla y foso. Se encuentra rodeado de olivos y viñedos, repartidos en más de mil hectáreas donde también se asienta un helipuerto.
En sus campos se ha elaborado durante siglos aceite y vino, y ahora su propia línea de cosmética, pues de sus uvas sale uno de los principios activos más poderosos de Le Domaine.
Sede de grandes músicos en los 80
En la década de los años 70, el pianista francés Jacques Loussier adquirió la propiedad e hizo un estudio de grabación. En los 90 se convirtió en el centro neurálgico de grandes músicos, como Pink Floyd, que grabó aquí ‘The Wall’. Pero no fue el único, también Queen, AC/DC, The Cure y Elton John pasaron por el castillo.
Fue en 2011 cuando Brad Pitt y Angelina Jolie se enamoraron de la hacienda y pagaron por ella 58 millones de euros. Vecino suyo es la familia Perrin, una de las sagas de viticultores más importante con su Château Beaucastel y con quien se asoció para la elaboración del vino. En 2013, su rosado espumoso se coló entre los mejores vinos del mundo, según Wine Spectator. «Elegante y refinado, ofrece sabores puros y concentrado de frutos rojos, mandarina y melón».
Miraval Studios, más que música
El pasado año Brab Pitt decidió volver a abrir el estudio de música junto al productor Damien Quintard. «A pesar de que el estudio ha estado 20 años cerrado, aún estaba en buen estado. Solo tuvimos que rediseñarlo para realzar su belleza, con luz natural», señala Quintard.
Según el productor, la sala conserva la herencia del «peculiar sonido de la icónica sala de grabación original de Loussier». La zona donde se encuentra el estudio, tiene una torre que ha sido acondicionada para que se alojen los músicos. Está equipada con todo tipo de comodidades y tiene hasta su propia piscina privada.
«En Miraval puedes hacer desde una cata de vinos, a nadar en una piscina de agua salada o simplemente contemplar una puesta de sol», apunta Brad Pitt.
