Campo o ciudad, dos conceptos que son esenciales cuando los curiosos te preguntan sobre el lugar donde prefieres vivir. Como vivienda principal o secundaria, ambos conceptos se pueden aunar sobre una rutina perfecta, siendo uno de ellos el cambio hacia el descanso que buscamos muchos fines de semana. Los más cosmopolitas, los amantes del asfalto, prefieren la vida de la ciudad, un movimiento que les da vida y les aporta el placer, el ruido sobre un ambiente que podríamos denominar como ajetreado. Los más tranquilos prefieren otro planteamiento, finalizar su día o desarrollarlo en el corazón de la naturaleza, que al sonido nulo del ambiente que les rodea contribuya a una escucha silenciosa, sintiendo la esencia viva de la misma. Hoy nos centramos en un ambiente natural y, sea de una forma u otra, lo que cuenta es el concepto del hogar donde vivimos, la esencia sobre una creación atractiva y funcional que se desarrolla con un diseño exclusivo, la casa perfecta en el corazón de la naturaleza.
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La idea sobre su construcción se planteó en vivir en el regazo de la naturaleza, algo que toda mente humana desea y anhela. Cuando a los arquitectos de 3 dor Concepts se les mostró este espacio salvaje en la naturaleza del norte de Kerala, India, supieron que un espacio de una planta iba a ser la construcción perfecta. Trazos sobre el papel que dibujaron un lugar de una sola planta, suficientemente amplio para construir cuatro habitaciones y varios espacios comunes, un espacio que se rodea por un halo de tranquilidad y te permite rodearte de un entorno verde.
Es algo lógico que el primer pensamiento se centre en que algo urbano y moderno se fusione con el entorno y que sus formas curvas tracen una incorporación sobre el entorno. La textura del edificio es generalmente oscura, lo que coincide con la tonalidad de todo el entorno. Dos formas asimétricas se reflejan entre sí con referencia a un árbol como punto focal, un punto focal que se coloca donde la pasarela, que conduce a un lugar que produce un encuentro con el edificio, creando una concepto de casa cosmopolita en la naturaleza.
Sobre un camino en baldosas grises, representando el asfalto de la ciudad, se fusiona lo urbano con las palmeras y el verde que lo rodea, mostrándonos, a cada paso y con más amplitud, una imponente construcción. Con ventanales presidiendo todos los espacios y dando una línea de entrada limpia a la luz natural, la madera protege los espacios interiores y deja a la vista la decoración interior que, mucha de ella, se da sobre el mismo material.
Con paso libre por el interior de la misma, las paredes tienen una labor limitada por su escasa presencia en el diseño, dejando paso libre con vista a un estudiado mobiliario que combina en tonalidad y material con la madera que presenta la cristalera. La estancia principal, la habitación, goza de una luminosidad plena que ofrece luz natural en todo momento y unas vistas a la naturaleza que nada tiene que envidiar a las demás estancias. Todo un refugio de paz, con elementos urbanos que se plasman sobre un resplandeciente concepto, que genera esta casa perfecta en plena naturaleza.