Dicen que la arquitectura orgánica es una filosofía, una corriente, que promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural. Busca crear espacios armoniosos, busca una integración entre las construcciones humanas y el entorno natural. Un concepto que nació en Estados Unidos en 1940 y que se sigue aplicando hoy en día. Uno de los estudios que trabaja con esta filosofía es Niko Architect, un estudio ruso que tiene proyectos de edificios, diseño de interiores residenciales y espacios públicos. Hoy hablamos de uno de sus trabajos para entender un poco más esta filosofía. Y nos preguntamos, ¿no debería ser toda la arquitectura así?
Estanislav Nikolaev es el CEO de Niko Architect, este estudio de arquitectura rusa que aboga por este tipo de arquitectura con estas viviendas que se funden en la naturaleza. Su experiencia les avala: lleva más de 15 años haciéndolo, sumando concursos y proyectos… y siendo elegidos en 2019, según las revistas especializadas, como uno de los mejores estudios del país.
Junto a él trabaja Dmitry Kulich Brecha, con más de 25 años de experiencia y miembro de la Unión de Arquitectos de Rusia desde el año 2004. Ambos han trabajado en este proyecto de casa orgánica, ‘Casa en el paisaje’… Que deja sin palabras. Una vivienda de 300 metros cuadrados ubicada en el distrito de Chéjov, en Moscú. Una casa que enaltece un material por encima de todos: el hormigón armado monolítico.
¿Y cuál era el concepto? La arquitectura con una suave silueta para integrarse orgánicamente en el nuevo relieve. «El edificio forma zonas visuales, enmascarando el patio interno privado de miradas indiscretas debido a la orientación de las instalaciones. Además, el volumen principal de la estructura está oculto en el paisaje, frente al paso general del pueblo», explican desde el estudio.
Otro de los elementos que destacan en la vivienda son los lucernarios, para dotar de luz natural la casa. «Estos lucernarios están diseccionados según el movimiento del sol», explican desde Niko Architect. Y siguen destacando esta forma orgánica de su proyecto porque «las formas biónicas encajan orgánicamente en la percepción humana… Y estas tienen un efecto beneficioso sobre el estado emocional interno».
Una casa concebida para hacer sentir bien a la persona que vive allí. Una vivienda que sigue la corriente de la arquitectura orgánica y que se basa también en el humanismo, esa filosofía en la que el ser humano tiene derecho de dar sentido y forma a sus propias vidas. No tiene sentido vivir de otra manera, ¿verdad? Y esta forma de arquitectura es la mejor representación de ello.
