Uno de los grandes regalos que nos puede dar la arquitectura es observar las construcciones creativas que nos regalan las grandes mentes, que fusionan las técnicas más innovadoras con la plenitud esencia de la naturaleza, creando una estética idílica. Este es mantra del que se ha impregnado Veliz Arquitectos para desarrollar una de sus grandes obras bajo el nombre de ‘Black Butterfly’, una obra arquitectónica (que de momento es sólo un diseño) pero que podríamos definir cómo única. Este espacio está construido sobre un arroyo, lo que permite que la casa esté mezclada de forma orgánica y natural con el entorno que le rodea, pudiéndose beneficiar del agua que corre a través de ella. Una de las características más destacables que presenta el espacio es su sostenibilidad, ya que Veliz creó un sistema único en el que la cascada del arroyo que corre bajo sus paredes, permite crear electricidad de forma sostenible, capaz de alimentar una de las funcionalidades elementales de la casa y la misión de reducir la huella de carbono y aportar su granito de arena al planeta.
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La ‘Black Butterfly’ o ‘Mariposa Negra’, es un símbolo usado en mitología y muchas culturas que suele asociarse a la muerte, la transformación, la libertad y la belleza, pero la inspiración de esta proviene del libro ‘El Perfume’, de Patrick Süskind que hace referencia a la mariposa negra, un perfume muy deseado y complicado de hacerse con él.
Su aspecto es una oda a la vista, ya que es un diseño es enteramente estético. Sus acabados en negro crean un contraste con los verdes de la naturaleza y fusionándose con el gris de las montañas, atribuyéndole un aspecto elegante, moderno y contemporáneo, mientras que el techo diseñado a dos aguas y sus grandes ventanales de vidrio permiten poder visualizar las impresionantes vistas del paisaje natural circundante y disfrutar del espectáculo de la naturaleza en todo su esplendor.
El espacio de descanso tiene un aspecto ligeramente nórdico que une la esencia de las montañas que, junto a colores neutros como el beige de la madera, se fusiona con el negro que representa la mariposa, llegando a una estética imponente que resaltada por la luz natural que cruza los imponentes ventanales.
Subiendo unas escaleras, de estilo helicoidal, nos encontramos con la zona de aseo que, bajo un concepto en tonalidades oscuras impregnado en el mobiliario, lo convierten en una zona de self care perfecta, ya que la bañera se ubica en pleno ventanal permitiéndonos disfrutar de un baño caliente, en plenas montañas, mientras vemos la belleza de las imperfecciones que crea la naturaleza, fusionándose en el propio espacio y visualizando el espectáculo que nos puede regalar.
