Cuando piensas en las casas de las estrellas de Hollywood, lo primero que viene a la mente son mansiones ultramodernas, minimalistas y frías como una galería de arte. Pero la de Ed O’Neill (el inolvidable Al Bundy de Married… with Children y patriarca de Modern Family) es otra historia. Su antigua residencia en las colinas de Los Ángeles, una joya de inspiración europea con un aire cálido y romántico, acaba de salir al mercado por 4,1 millones de dólares (unos 3,77 millones de euros).
Construida en 1957, esta casa de estilo storybook parece sacada de una película: techos a dos aguas, tejado de tejas, muros de piedra, jardines arbolados y detalles que remiten más a un cottage de cuento en el sur de Inglaterra que a una típica vivienda angelina. Es, precisamente, esa rareza encantadora lo que la hace única.
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Ed O’Neill compró la propiedad en la década de los noventa, en plena efervescencia de su carrera televisiva. Vivió allí durante años con su familia, buscando algo más que una simple casa: un lugar donde desconectar del ritmo frenético de la industria, donde los guiones pudieran esperar y las tardes fueran de jardín y lectura. En esta casa no se respiraba glamour artificial, sino tranquilidad.
La distribución: amplitud y alma
La vivienda cuenta con unos 288 metros cuadrados, distribuidos en cuatro dormitorios y tres baños completos. Pero más allá de los números, lo que sorprende es cómo cada rincón ha sido pensado para el confort real.

La sala de estar con techos altos, vigas vistas de madera y chimenea funciona como el corazón de la casa, un espacio acogedor que invita a la conversación. La luz natural entra a raudales por los ventanales que dan al jardín, reforzando la conexión con el exterior.
La cocina ha sido actualizada, pero conserva detalles clásicos como armarios de madera maciza y encimeras de piedra natural. A un lado, una zona de comedor informal con vistas al verde. Al otro, un salón secundario para tardes de cine o lectura.

El dormitorio principal, amplio y luminoso, cuenta con acceso directo al exterior y un baño en suite. En total, la casa combina lo mejor de dos mundos: materiales nobles, estética atemporal y modernizaciones funcionales donde hacen falta.
El exterior: un remanso de paz
Uno de los grandes atractivos de la propiedad es su jardín trasero. Privado, frondoso y silencioso, parece diseñado para desaparecer del mundo. Incluye una pequeña fuente, bancos de hierro forjado y rincones que podrían ser escenario de desayunos lentos, noches con velas o sesiones de meditación.

Ubicada al final de una calle sin salida en el prestigioso enclave de Benedict Canyon, la casa ofrece intimidad absoluta. Nada de tráfico, ruido o vecinos curiosos. Sólo árboles, pájaros y una arquitectura que respira calma.
Una oportunidad difícil de repetir
Representada por Aneela Zaman y Ernie Carswell de Douglas Elliman, esta propiedad no sólo destaca por su diseño y ubicación, sino también por su historia. Casas con carácter hay pocas; casas con historia, menos. Y si vienen con el toque de una celebridad de culto como Ed O’Neill, la combinación se vuelve irresistible.
