Así es la casa de Pamela Anderson de 1,8 millones: estilo rústico, playa y un amplio huerto
Los años 90 dieron muchos iconos de la televisión que, a día de hoy, siguen estando presentes, algunos de ellos con una evolución notable. Los vigilantes de la playa fue una de esas series que comenzaron a formar nuestros recuerdos y cuando éramos pequeños, una de las aficiones era correr por la playa haciendo una interpretación propia de uno de esos personajes. Aunque David Hasselhoff era el protagonista, otros también nos robaban la mirada, como lo hizo Pamela Anderson.
En décadas pasadas, hemos visto a la actriz ser objeto de atracción de los focos durante sus varios matrimonios, especialmente cuando estuvo con Tommy Lee, Kid Rock o Rick Salomon, siendo uno de los momentos más convulsos de su vida. Un día, la actriz decidió ausentarse del foco público y comenzar a construir algo paralelo, en silencio. Siempre se la ha recordado por su físico y es verdad que pocas veces se le ha reconocido por su manera de actuar… Hasta ahora. La actriz dio un golpe en la mesa, se quitó las prótesis de pecho, apostó por un clean look y nos ha enseñado que sí que existen las segundas oportunidades.
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Uno de los grandes cambios de su vida fue cuando vendió su casa de Malibú, en la que crió a sus hijos y donde las paredes han visto las luces y las sombras de una actriz, por 15 millones de euros, para mudarse a Ladysmith. Fue un cambio bastante curioso, puesto que las mansiones de la costa en Los Ángeles son grandiosas y llenas de comodidades. Esta se decidió por una alternativa idílica que parece sacada de un cuento.
Ubicada en Vancouver, Canadá, fue la casa que sustituyó el lujo por algo más reducido y ella afirma que aquí fue donde encontró la paz que necesitaba para reencontrarse consigo misma. Un hogar que pudimos ver en su documental de Netflix, en 2023, Pamela Anderson, una historia de amor. Viéndola desde el exterior, nos recuerda a esas casas idílicas que siempre vemos en las películas románticas, donde suceden tramas que nos parten el corazón. Con el blanco como protagonista, su estilo rural inmaculado invita a la tranquilidad y nos hace pensar sobre el buen gusto a la hora de crear un hogar de campo.
Su interior nos muestra un Pantone de colores cálidos con inspiración en las casas de playa californianas, que tan bien conoce, pero se ha cuidado la paleta cromática, donde el blanco se entremezcla con tonos empolvados. Ha conseguido mimetizar lo nuevo con lo antiguo y es que, de su anterior mansión de Malibú, se llevó algunos muebles que, como bien dice Pamela Anderson en su documental: «Me siento unida emocionalmente a estas piezas».
Nada más cruzar la puerta, la piedra es la principal protagonista de la construcción, para luego dejar paso a los tablones de madera en clave natural. Mimbre, colores beige y detalles de decoración en este mismo tono reciben a los visitantes con un aire desenfadado, que invita a dejar los problemas detrás de la puerta.
Los cojines de flores conquistan la cocina, con rosas empolvadas y tonos suaves, para vestir la estancia más importante de esta idílica construcción. Las habitaciones y las zonas comunes no se complican, ya que todo juega de manera natural, mezclándose con los tonos de la naturaleza.
El exterior es el punto fuerte de la misma y uno de los lugares donde Pamela Anderson pasa más tiempo. No sólo porque tenga un idílico columpio, como en las películas, sino porque los espacios verdes de la misma son majestuosos. Aparte de los amplios jardines que rodean la propiedad, la actriz pasa la mayoría de su tiempo cuidando un precioso huerto, el cual se ha convertido en su obsesión.
Otro de los detalles relevantes es que la playa está muy cerca, un lugar esencial para la intérprete, ya que es uno de los espacios que invitan a desconectar. Pamela Anderson nos vio crecer y nosotros, a ella, la hemos visto cambiar. De ser ese icono para muchos hombres y mujeres, a reducirse el pecho, prescindir de maquillaje, ser la representación del buen gusto y llegar a pisar una Met Gala. Uno de los mayores cambios que se ha visto en la industria.
