Carol Rama, la artista de economía precaria por la que ahora se pagan fortunas en el mercado
Carol Rama es la artista de la injustica, podríamos incluso decir que es la ‘tardehallada’. En 2014 esta italiana de Turín era presentada en el MACBA de Barcelona, una pintora cercana a los movimientos de vanguardia, a pesar de los pesares de sus contemporáneos italianos que la ningunearon sin descanso. Con una economía precaria, vivía del apoyo de los coleccionistas locales y del trueque, su modista o su peluquera también tenían obra suya. Ahora, sus piezas alcanzan precios estratosféricos en las principales casas de subasta del mundo.
Curiosamente, una de las últimas subastas de una obra de Carol Rama, “Presagi di Birnam” (1970), se hizo en sala Christie’s de Londres y alcanzó el remate final de 170.000 euros. Teresa Grandas, comisaria de la exposición de “La pasión según Carol Rama” en el MACBA junto a Paul B. Preciado, explica a OKDIARIO que los precios de su obra se han desorbitado, este precio incluso está bien”. Una de las descubridoras de la artista italiana declara que ya ha visto piezas alrededor de los 300.000 euros, “la obra de Rama está suscitando mucho interés entre los coleccionistas”.
Hay que estar demasiado ciego (o carecer de sensibilidad artística) para no darse cuenta, en cuestión de segundos, de que Carol Rama sería con el tiempo una artista muy cotizada en el mercado del arte. No solamente por su calidad puramente formalista, sino también por todo su contexto vital. Su padre, industrial de bicicletas, se suicidó cuando ella tenía 22 años, su madre erró por sanatorios de todo tipo y ella tenía un arte demasiado agresivo para la encorsetada sociedad de Turín. Incluso, le cerraron una exposición en 1945 por considerarla grotesca y pornográfica.
Grandas aclara que ahora comienza a haber mucha obra interesante y relativamente asequible de Carol Rama, antes la obra estaba en muy malas condiciones. “Son los galeristas los que deben controlar que no se disparen los precios”, añade la comisaria. La obra de Rama que se expuso en la ciudad condal se extiende a lo largo de siete décadas, (1936-2006) y permite revisar los movimientos de vanguardia del S.XX. La historiografía del arte olvidó a la italiana, pero el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) se encargó, de manera magistral, de recuperarla. De Cataluña la muestra ha viajado a París, Helsinki, Dublín y, para cerrar, ha estado en la Galería de Arte Moderno (GAM) de Turín hasta el 5 de febrero.
“Hay muy poca obra en manos de las instituciones o colecciones públicas, desde la muestra del MACBA ha comenzado a suscitarse un interés muy grande por Carol Rama”, explica la especialista. Añade que hay un mercado muy interesante “en Reino Unido, en EEUU de la mano de Dominique Levy Gallery y en Europa de Isabella Bortolozzi”. Ahora ya existe un coleccionismo privado emergente, es más, el Gobierno de Turín quiere conservar la casa, «aunque aún no sabemos cómo se va a tramitar, la Galería de Arte Moderno (GAM), están en conversaciones con la familia de Rama, pero no se sabe si llegará a buen puerto», concluye Grandas.
Además, la comisaria de la muestra pone el foco sobre un hecho muy llamativo y “paradójico” que hace la obra aún más atractiva. “Siempre tuvo una galería de arte que la representara, desde los años 60, sin embargo, toda su obra está en manos de coleccionistas locales, sobre todo en Milán y Turín que es donde están sus seguidores”, explica.
Turín es una ciudad que está salpicada de obra de Rama, alguna de ella en mejor conservación que otra, claro. La especialista relata que la compra de pinturas de Rama por parte de los italianos del norte “respondía, sobre todo, a cuestiones de amistad y admiración personal, le apoyaban mucho”. Alrededor de unas 150 obras están en manos privadas que ayudaban a Rama a sobrevivir, a pesar del actual precio de su obra en el mercado. “Su economía era muy precaria, por ello hacía intercambios. Incluso su modista o su peluquera tenían obras suyas”, relata Grandas.
La tourné de Rama por varios puntos de Europa, ha sido otro de los ingredientes que han alzado el precio de las obras de la artista de vanguardias. Grandas comenta un dato curioso con respecto al valor que está tomando la obra de pintora en el mercado, en el MACBA estaban interesados en la adquisición de obra de Rama, pero “los presupuestos eran demasiado altos, finalmente fue la Fundación MACBA la que compró una pieza de los años 50, “era una oportunidad, una obra preciosa”. Concretamente se hicieron con “Composizione”, una creación de 1952, de la que se desconoce el importe que se pagó, aunque se adquirió “gracias a Freixenet”, la familia Ferrer Sala participa en labores de mecenazgo.
Rama, amiga y admirada por artistas de la talla de Man Ray, Andy Warhol, Picasso, Orson Welles o Edoardo Sanguineti, fue rechazada de manera sistemática por el aburguesado establishment de Turín. Grandas y Preciado han sido las encargadas de que se hable de Rama en este S. XXI, viajaron a la ciudad italiana y allí descubrieron a una artista que está revolviendo las aguas del mercado.
«Rama era una artista que no se adscribía a lo etiquetado y es interesante recuperar la tipología de artistas así, por lo que había que investigar desde cero», afirma Grandas. Ni tan siquiera fue elevada a las alturas en su ciudad, allí fue ninguneada por artistas del movimiento «Povera», éstos ni hablan de Carol Rama. La experta explica que nadie se hace eco de su obra, un hecho que hizo complicado elaborar una bibliografía.
Hasta que el MACBA no hizo la exposición monográfica en 2014 nadie sabía quién era Carol Rama, así que mucho menos podría haber interés en comprar su obra. Claro, las cosas ahora son muy diferentes y debido a las reglas del juego de la oferta y la demanda las piezas de la italiana están subiendo como la espuma. Rama estuvo enferma los últimos años de su vida y en 2005 perdió la tutela legal y su obra pasó a ser representada por Isabella Bortoluzzi Gallery, con sede en Berlín aunque, según la comisaria, sólo dejó algunas obras en casa, apenas algunos dibujos.
Grandes y Preciado llegaron a Turín de la mano de Cristina Mundizi, comisaria de las algunas muestras de la artista y la encargada, junto a otros amigos e intelectuales, del Archivo de Carol Rama. En los primeros cuatro días vieron más de 300 obras de Rama, muchas de ellas encerradas en los garajes de los coleccionistas italianos. Incluso, en su visita, tuvieron la oportunidad de visitar la casa-taller de la artista y verla aún con vida, «el rostro transparente y las manos blanquísimas de Carol Rama constituyen el único punto de luz de un espacio totalmente opaco», escribía Preciado. Y añadía que «resulta inaudito comisariar la primera gran retrospectiva internacional de la obra de una artista totalmente olvidada por la historia del arte que ha perdido la memoria».
Rama murió en septiembre de 2015 a los 97 años, aunque su conciencia llevaba ya diez años a la deriva, sin saber que las obras que regalaba o malvendía para sobrevivir comenzarían a ser desempolvadas y encumbradas mundialmente.
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