Nutrición

Salena Sainz, farmacéutica: «Si tomas la granada en zumo aprovechas más sus propiedades antioxidantes»

(Foto: Pexels)

Comer productos de temporada es lo mejor. Es una afirmación que no nos cansaremos de escuchar, pero que la ciencia y la lógica alimenticia no deja de corroborarlo. Solo podemos sacar beneficios de ello, ya que de este modo incluimos ingredientes naturales más nutritivos, sabrosos y económicos. Por eso hoy atañe hablar de la granada, la fruta del otoño. Ya podíamos conocerla por su versatilidad culinaria. Pero, ¿sabías que sus propiedades antioxidantes pueden ayudarnos con los problemas estomacales y con la salud en general? Hemos hablado con una experta para saber por qué y cómo debemos introducir el zumo de granada en la dieta de otoño.

La primera razón por la que incluir la granda en nuestra dieta en otoño responde a la lógica estacional: es una de las frutas que comienzan su temporada con el cambio de estación. Concretamente los meses de la granada van de septiembre a enero, coincidiendo justo con el otoño, siendo esta estación su momento. Una época en la que, además, sus múltiples beneficios concuerdan a la perfección con las necesidades de nuestro organismo.

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Ahora bien, en un producto como la granada llega el gran debate sobre cómo consumirla: ¿será mejor en zumo o natural? Hemos hecho esta misma pregunta a Salena Sainz, farmacéutica con especialidad en dermatología, creadora de Annue Body Elixir y nutricionista fundadora de Naturae Nutrición y nos ha respondido que todo depende de los beneficios que busquemos.

Beneficios de la granada

Venimos de una época de excesos y del momento en el que la vuelta a la oficina hace de la vida social y los afterworks el momento perfecto para no renunciar a los excesos que intentábamos dejar atrás tras el verano. Todo sumado al cansancio de la vuelta a la rutina hace que necesitemos integrar en la dieta ingredientes que nos ayuden a regular los niveles de nuestro organismo para poder sentirnos mejor. Entonces, ¿cómo puede la granada ayudarnos a conseguirlo?

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Comenzamos por el hecho de que la granada está considerada como un superalimento, definidos por la Real Academia Española como «alimento al que se le suponen propiedades beneficiosas para la salud añadidas a su valor nutritivo». Solo tenemos que ver el conjunto de sus propiedades para encontrarnos con que la granada es toda una ayuda para el bienestar general y el equilibrio metabólico, al aportar vitaminas, minerales y compuestos bioactivos que intervienen en múltiples funciones del cuerpo. De sus propiedades, Salena Sainz destaca:

  • Antiinflamatorios y antioxidantes: útiles en patologías crónicas de bajo grado inflamatorio (metabólicas, articulares, digestivas).
  • Vitaminas y minerales: aporta vitamina C, K, folatos y potasio.
  • Fibra dietética: favorece la digestión y regula el tránsito intestinal.
  • Compuestos antiinflamatorios: reducen mediadores de inflamación y protegen tejidos.
  • Taninos y ácidos fenólicos: con efecto astringente, digestivo y antimicrobiano suave.
Zumo de granada. (Foto: Pexels)

Uno de los principales beneficios de la granda viene precisamente dado por su acción antiinflamatoria y su alto contenido en antioxidantes, «útiles en patologías crónicas de bajo grado inflamatorio (metabólicas, articulares, digestivas)», afirma la experta. De modo que presenta múltiples beneficios para la salud, principalmente relacionados con la salud preventiva, especialmente a nivel cardiovascular, ya que «mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos y puede reducir la presión arterial y el colesterol LDL oxidado», apunta Saiz. Además de la prevención metabólica, puesto que «mejora sensibilidad a la insulina y ayuda en el control de la glucemia«.

Aunque sorprende también su acción para proteger la piel, en un momento en el que el frío amenaza con alterar su salud, gracias a que «la vitamina C y los polifenoles ayudan a reforzar defensas y mejorar la salud cutánea», apunta Salena Sainz.

Zumo de granada. (Foto: Pexels)

En zumo, un cóctel de antioxidante

En este caso, hablamos de aprovechar al máximo su acción antioxidante, por lo que el formato más aconsejado sería en zumo, afirma la experta. Cuando elegimos el zumo recién exprimido, ingerimos una «mayor concentración de antioxidantes y polifenoles biodisponibles», que mediante la fruta entera, señala. En este caso es «más práctico en deportistas o para aprovechar grandes cantidades», aunque tiene un inconveniente: «pierde fibra y puede tener más impacto glucémico si se consume en exceso».

Por eso lo ideal, según Sainz, sería combinar ambas formas: «fruta entera en el día a día y zumo ocasional como shot antioxidante o apoyo post-ejercicio». Para aprovechar al máximo su acción antioxidante, lo ideal sería incorporar el shot por las mañanas «en ayunas como antioxidante e hidratante».

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La granada en fruta ayuda a la salud digestiva

Pero es en la salud digestiva donde más podemos ver reflejada esta acción. La granada «favorece la microbiota intestinal y ayuda en casos de inflamación gástrica o colitis«. Más aún cuando incorporamos la granada en fruta, un formato en el que «se aprovechan mejor los nutrientes de los arilos«. Para ello, Sainz recomienda incluir este alimento tras las comidas, momento en el que «ayuda en la digestión gracias a sus enzimas y fibra».

En este aspecto, la granada ayuda a la salud digestiva ya que «los polifenoles y punicalaginas reducen la inflamación de la mucosa gástrica». Por su parte, el efecto antioxidante protege frente al estrés oxidativo del aparato digestivo.

Aunque nunca sustituye los tratamientos, Sainz apunta que este ingrediente «puede ser de apoyo en casos de gastritis, colitis leve y disbiosis intestinal», además de para controlar la desregulación intestinal gracias a la acción de los taninos, «que aportan un ligero efecto astringente».