Un resort flotante en la selva tailandesa
“Sin teléfono de recepción, sin wifi, sin preocupaciones”. Esa es la atractiva filosofía del 500 Rai Floating Resort. Un resort flotante con 18 habitaciones de seis tipos diferentes sito en mitad de la selva tailandesa. Un hotel que con la fotografía que ves bajo estas líneas nos ha devuelto la esperanza y nos ha hecho despertar del letargo de la pandemia.
Volveremos a viajar y 500 Rai Floating Resort es un lugar para visitar
Este resort flotante se encuentra a 50 kilómetros del aeropuerto tailandés más cercano, que es el Surattani Airport. Los bungalós que lo conforman se dejan bañar por las aguas del Chiew Larn Lake. Un lago artificial de 185 kilómetros cuadrados ubicado en la provincia de Surat. Fue inaugurado en 1987. Se creó fundamentalmente para la pesca, el riego y el control de las inundaciones y su construcción hizo posible la reubicación de 385 familias. Hoy los alrededores del lago son un enorme parque natural en el que se pueden observar tigres, elefantes, monos, reptiles y cantidad de aves.
La enorme piscina artificial de este resort flotante es solo uno de sus grandes atractivos, quizá el más «instagrameable». Pero además, los huéspedes del hotel pueden disfrutar de actividades como el senderismo, la escalada, el rafting, la recolección de verduras en el huerto del resort y safaris en canoa. Los miradores que rodean el paraje se tornan en espectaculares escenarios para las mejores fotografías de los turistas. Eso mismo ocurre con las decenas de cataratas que salpican el paisaje desde las alturas.
Por si esto fuera poco, si nos hospedamos en el 500 Rai Floating Resort podremos también despertar en un remanso de paz acuática y concedernos unos minutos de relajación con un auténtico masaje tailandés o cenar a la luz de las velas en una balsa que viaja por el lago despacio. Muy despacio. Cerca del hotel encontramos también un campo de golf de 18 hoyos. Ubicado en plena jungla, nos ofrece la oportunidad de jugar en un escenario único y vivir una experiencia que no olvidaremos jamás.
Aunque el campo de golf, el hotel y los centros de actividades están abiertos todo el año, se recomienda visitar Tailandia en general en época de sequía, es decir, de noviembre a febrero. Durante este tiempo, las temperaturas de hasta 33 grados centígrados prevalecen gracias al monzón del noroeste. El calor y la humedad nos hacen fundirnos con el paisaje y olvidar, por completo, nuestra rutina. La sensación de libertad en lugares del mundo como este no tiene precio.
Podemos alcanzar el resort flotante tailandés por vía aérea, terrestre o marítima y el propio hotel dispone de servicio de transporte gratuito para sus clientes. ¿Te animas?