¿Por qué las flores comestibles fascinan tanto a la alta cocina?
Por norma general, solemos cultivar o comprar flores y plantas para decorar zonas del hogar, o para obsequiar a algún ser querido en una ocasión especial. Pero, cada vez más, las flores forman parte de los retos culinarios de muchos chefs –y los resultados son exquisitos–. ¿Has probado alguna vez un plato que contenga flores? Hoy te contamos qué tipos de flores comestibles existen y cuáles son las más comunes que puedes encontrar en la alta cocina.
Existen muchos tipos de plantas cuyas flores son comestibles y que, además, pueden ser un gran aliado para cuidar tu salud. Generalmente son usadas para la preparación de ensaladas, bebidas o infusiones, aceites y vinagres aromatizados, sopas y postres.
Incluir flores en los platos no solo los hacen más atractivos y frescos a la vista, sino que además añade sabores diferentes a modo de sazonador para aportar ciertos matices e incluso nutrientes.
Las violetas
Aparte de la belleza visual y el contraste que suponen con sus colores, tienen un sabor agradable, suave y se pueden combinar de mil formas: frescas, secas, cristalizadas e, incluso, confitadas. Este tipo de flor aporta una gran cantidad de antioxidantes y vitaminas.
La albahaca
La albahaca es una de las plantas aromáticas más populares. Su característico aroma hace que ensaladas, salsas o pastas se conviertan en un plato único. Es común utilizar sus hojas, pero la flor de la albahaca también es comestible. Es importante utilizarlas con moderación, ya que su sabor es muy intenso.
Esta planta herbácea se ha usado tradicionalmente para mejorar la digestión, combatir el insomnio, la fatiga y la ansiedad, pero además tiene un efectivo poder antibacteriano y antiinflamatorio.
La caléndula
La caléndula puede ser una gran novedad para las tristes ensaladas que sólo tienen verde (lechugas, espinacas, pepino, berros, canónigos, etc.) Aporta un colorido anaranjado que contrasta muy bien y ofrece gran originalidad a cualquier plato.
En los platos, proporciona un gran aroma y se considera un sustituto mucho más económico que el azafrán; su sabor es parecido. Se puede servir fresca, o bien rebozándola con harina para cambiar su sabor y textura. Además, ingerirla tiene mútliples propiedades, entre ellas, antiinflamatorias y calmantes.
Botón de Sechuan
Las flores comestibles de Sechuan son muy curiosas y no tan conocidas como el resto de plantas utilizadas en la cocina. Si se come en fresco tiene un efecto explosivo en el paladar combinado con una ligera sensación de anestesia. De hecho, tiene propiedades medicinales con efectos analgésicos y es utilizado en la medicina tradicional como calmante de dolencias bucales y dentales.
También se puede utilizar una vez está seca para que pierda todas sus propiedades anestésicas.
Flor de cebollino
La flor comestible de cebollino es de color violáceo, parecido al de la lavanda. Se suele utilizar como flor comestible debido a su sabor, ya que es parecido al de la cebolla pero mucho más suave y sutil. Es un tipo de flor comestible idónea para añadir a una ensalada, aparte de adornar platos de carnes y pescados.
Muchos de los grandes chefs la incluyen en sus platos de forma masiva. Aparte de por su espectacular color azulado y violáceo, el sabor es inconfundible y atractivo. Además, esta flor comestible también se utiliza para crear aceites especiados. Un aceite con un ligero sabor a cebolla perfecto para ensaladas o aderezo de pizzas.