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La Lotería no siempre une: errores y aciertos para no caer en la soledad del rico

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«Hay ocasiones en que más que «te toque el gordo de la lotería» es que «te aplasta el gordo», porque algo que en principio es una suerte, un motivo de celebración, de repente se convierte en el activador de una bomba dormida«. Así nos contaba Jorge Gil Tadeo, psicoterapeuta familiar, psicólogo clínico y presidente FEATF, el panorama que sacude a muchas familias con la llegada de los premios de la Lotería. Concretamente con el Gordo. Y es que, frente a esta situación nos preguntamos, ¿puede una «bendición» convertirse en el motivo de ruptura con nuestra familia?

Compartir la lotería es una tradición en España. El propio eslogan de este sorteo nos afirma que «El mayor premio es compartirlo». Incluso este año el tradicional anuncio anual, que inaugura la navidad casi con el mismo furor que el It’s Time de Mariah Carey, ha tenido como lema «El sorteo que nos une». Haciendo apología a esa emoción compartida, los lazos entre generaciones y el poder de los pequeños gestos que unen a las personas más allá de la suerte o el dinero.

Anuncio de la Lotería de Navidad 2025. (Foto: RTVE)

Pero, ¿y si más allá del dinero… termina todo? Celos entre hermanos, conflictos con los padres o con los hijos, injerencias de familiares políticos, etcétera. Son algunos de los casos más comunes que derivan en que una mala gestión de tu entorno de un premio termine cayendo en la maldición del rico solitario. Por suerte, no es la ley común a todos los casos y con preparación y prevención puede solucionarse o, incluso, prevenirse.

En los peores casos, la terapia familiar puede resultar una gran ayuda, nos adelanta Jorge Gi. «Problemas en torno a un premio de la Lotería de Navidad desde la terapia familiar muchas veces entendemos que indica sintomatología de una problemática relacional más profunda, problemas previos que emergen ante esta nueva realidad teóricamente positiva de ganar un premio, pero que evidencian conflictos ya existentes en la familia y que hemos de abordar con la «excusa» del premio».

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El origen de las disputas

Generalmente el motivo principal de las disputas con familiares no reside en el hecho de ganar la lotería, sino que hay factores y consecuencias previas que terminan derivando en este tipo de situaciones. Gil nos explica que, en estos casos, «más que detonantes lo que debemos hablar es de factores predisponentes que hacen que un hecho positivo como es ganar un premio se pueda convertir en un problema».

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Mientras que la llegada de un premio económico debería significar el alivio de cargas financieras, «el permitirse ciertos caprichos, o el poder alcanzar objetivos antes inalcanzables por imposibilidades económicas también puede conllevar que surjan viejos o nuevos conflictos de relación con los familiares y amigos». Cuando así ocurre, apunta Gil, suelen evidenciar conflictos previos existentes, «de tal manera que las personas usan esta nueva realidad para colocarse y amplificar posiciones beligerantes previas».

La mala comunicación o los celos: motivos más comunes

Parte de la culpa de estos conflictos parte de un ambiente familiar o cercano tóxico. Donde existen previamente factores que alimentan o detonan situaciones de conflicto frente a la llegada del Gordo de  la  Lotería en las familias. «Todos estos conflictos anteriores a la llegada del premio se disparan como balas y a veces como bombas que hacen explotar las dinámicas familiares».

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Los principales que nos señala Jorge Gil son «la falta de comunicación, celos, sentimientos de haber recibido un trato diferente por parte de los padres o alguno de ellos, discusiones en torno a temas económicos (bien por herencia, por economías familiares o empresas familiares), deudas y supuestas deudas (no solo económicas)». 

Crea lazos cercanos con tu entorno

¿Serán los conflictos más entre familiares o con amigos? Es otra de las preguntas que asola a estos conflictos asiduamente. Y lo cierto es que poco tiene que ver si la relación es con un hermano, un tío o un amigo de toda la vida, porque tal y como continúa Jorge Gil, lo cierto es que no hay datos exactos que remarquen la naturaleza de esas relaciones. Pero sí que tienen clara una cosa: «Sí sabemos que cuánto mejor es la relación, cuanta más comunicación menos probabilidades de conflictos hay».

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¿Cómo podemos prevenir estas situaciones?

Nos encantaría poder prever y saber a quién le tocaría el Gordo de la Lotería, explica Jorge, pero lo cierto es que eso no es posible y, como consecuencia, prevenir este tipo de situaciones resulta prácticamente impracticable. Hay ciertas dinámicas, como mejorar la comunicación, resolver los conflictos relacionales previos, de manera que prevenga situaciones de conflicto en torno a lo económico y en este caso a la Lotería de Navidad que pueden ayudar. Pero ante todo, es importante tener en cuenta que en estos casos el foco de todo recae sobre la importancia de «tener una comunicación muy clara, y objetiva».

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Si estamos hablando de un premio compartido con otros familiares o amigos Jorge Gil recomienda dejar claro previamente «quiénes y cuántos participan cada uno; cuándo, cuánto y cómo se paga la participación, cómo se hará el reparto, quien guarda el boleto de forma que sea una persona de confianza para todo aquellos los que participan». Esto ayudará a paliar posibles intentos de apropiación.

Es diferente en caso de un único beneficiario, ya que aquí va a depender mucho de las buenas o malas relaciones familiares y de amistad que mantiene. «Como ya dijimos que te toque el Gordo de Navidad es un disparador, amplificador de las relaciones existentes, si son buenas será motivo de alegría compartida y celebrada y si son malas será objeto de envidia, crítica, etc».

Si el premio es para ti, date tiempo para asimilarlo

En caso de ganar un premio de forma individual «el primer consejo que podemos dar es que se tome un tiempo suficientemente largo para asentar y digerir dicha suerte». Evita la impulsividad o el derroche instantáneo y deja de lado las decisiones  precipitadas. Si el premio es compartido «hemos de poner el acento en el hecho de que compartamos algo bueno los familiares, los amigos, los compañeros de trabajo», apunta Gil.

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Tomar la lotería como algo que nos une más,  compartir también la felicidad de la obtención de dicho premio. Por supuesto, «esto debe ser vivido con el reparto justo y con prontitud de la cuantía económica ya que las ansiedades que generan en cada uno de nosotros no puede manejarla el poseedor del boleto y la forma de calmarlas es con ese reparto del premio con prontitud».