Cristiano Ronaldo no sólo es conocido por su talento con el balón, sino también por su disciplina, mentalidad y constante búsqueda de métodos que le permitan mantenerse en la élite del fútbol mundial. Entre las muchas herramientas que utiliza para cuidar su cuerpo, la crioterapia ocupa un lugar destacado. Este tratamiento, cada vez más popular en el deporte de alto rendimiento, ha sido clave en la rutina de recuperación del futbolista portugués.
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La crioterapia consiste en la exposición del cuerpo a temperaturas extremadamente bajas durante un corto período de tiempo, normalmente entre dos y tres minutos.
En el caso de Cristiano Ronaldo, se sabe que ha contado con salas de crioterapia privadas, tanto en sus residencias como en centros de entrenamiento, lo que demuestra su compromiso con la recuperación física y la prevención de lesiones. Estas salas están diseñadas con tecnología avanzada que permite controlar con precisión la temperatura y el tiempo de exposición.
Uno de los principales beneficios de la crioterapia es la reducción de la inflamación muscular después de entrenamientos intensos o partidos exigentes. Al someter el cuerpo al frío extremo, los vasos sanguíneos se contraen y, al volver a la temperatura normal, se produce una mejor circulación. Este proceso ayuda a eliminar toxinas y acelera la regeneración muscular, algo fundamental para un deportista que compite al más alto nivel durante tantos años.
Además, la crioterapia también contribuye a disminuir el dolor muscular, mejorar la calidad del sueño y favorecer una sensación general de bienestar. En el caso de Cristiano Ronaldo, estos beneficios le han permitido mantener una notable regularidad física, incluso en etapas de su carrera en las que muchos futbolistas comienzan a perder rendimiento. Su longevidad deportiva no es casualidad, sino el resultado de una planificación meticulosa del cuidado corporal.
Cristiano Ronaldo y su día a día
La sala de crioterapia no funciona de manera aislada dentro de su rutina. Ronaldo la combina con una alimentación estricta, entrenamientos personalizados, sesiones de fisioterapia y una mentalidad enfocada en la excelencia. Esta visión integral del rendimiento es una de las razones por las que se ha convertido en un referente no sólo para futbolistas, sino también para atletas de otras disciplinas.
La crioterapia no es barata: si hablamos de sesiones individuales en centros de bienestar o clínicas, en España suelen costar entre unos 30 y 80 euros por sesión, dependiendo del centro, la tecnología y la duración del tratamiento, aunque bonos de varias sesiones pueden bajar el coste medio por visita si se compran paquetes de 5 o 10 sesiones. Por otro lado, instalar una sala o cámara de crioterapia completa, como la que podría utilizar un deportista de élite como Cristiano Ronaldo, implica una inversión de unos 28.000 a hasta 100.000 €.
