El único reloj que viajó a la luna es de Omega
El hombre llegó a la luna el 20 de julio de 1969, Neil Amstrong bajó del módulo lunar con el equipo de protección, mientras su compañero podía ver ese momento histórico. Eran las 11 y 49, miraron la hora en una obra maestra de la relojería, el Speedmaster de Omega. Este reloj no estaba preparado para ir al espacio, de hecho, se creó con una finalidad muy distinta. Su diseño resistente, testado por los ingenieros, y los detalles que ofrecía fueron los elegidos por la NASA para convertirlo en el complemento ideal de estos hombres que marcaron un antes y un después.
La historia del Speedmaster de Omega
Omega diseñó en 1957 el Speedmaster y lo hizo con un objetivo muy concreto. Calcular la velocidad en las carreras a través de sus cronómetros, se trataba del primer reloj con cronógrafo con una escala taquimétrica en el bisel. Una novedad que no solo lo convertía en una pieza única, sino que también marcaría un antes y un después en el mundo de la relojería.
Los primeros astronautas no llevaban reloj, pero se planteó la posibilidad de incluir alguno por si había cualquier fallo en el espacio. Se pierde la noción del tiempo en los viajes espaciales, saber la hora es imprescindible para poder coordinar el operativo. En esos primeros momentos de la carrera espacial Wally Schirra fue uno de los astronautas del Proyecto Mercury . En una de sus misiones decidió en 1962 llevarse su Omega Speedmaster al espacio.
James Ragan después de comprobar que Schirra se había llevado con éxito su modelo de reloj Omega, decidió hacerle el correspondiente test. Este ingeniero de la NASA sometió a varias pruebas a varias marcas y modelos relojes para comprobar su resistencia. Puso los relojes a prueba con temperaturas que oscilaban entre 100 ºC y -20 ºC o a una fuerza de hasta 40 g, para comprobar que realmente fueran aptos para el espacio. La sorpresa fue mayúscula cuando solo uno de los relojes se mantuvo intacto, siguió funcionando a la perfección, era el Omega Speedmaster, se convertiría desde ese momento en el reloj por excelencia de los astronautas.
Neil Amstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin se fueron a la luna con tres modelos nuevos del Omega Speedmaster en su muñeca. Para tomar tierra a este satélite solo Aldrin se lo puso en la muñeca. Tal como se esperaba el reloj marcó la hora a la perfección y volvió a la tierra en perfectas condiciones. El destino convertiría a esta pieza en uno de los mayores tesoros de la humanidad, de camino a Washington se perdería y dejaría a los ingenieros y al mundo entero sin poder admirar el primer reloj que pisó la luna.
La edición especial del Omega Speedmaster es un reloj de lujo masculino que se puede adquirir por unos 5.000 euros. Un precio que se adapta a un modelo conmemorativo tan resistente como el que llegó a la luna. Omega cuida los detalles y ofrece una pieza que es todo un icono del siglo XX. Un regalo o autorregalo de los que tienen un significado y está perfectamente justificado, esta edición especial cobrará protagonismo a medida que pase el tiempo.