Relojería con historia, un recorrido por la italiana Panerai
Las mejores marcas de relojes del mundo, o al menos, la mayoría, tienen un nacimiento centenario y, tanto en su época como en la actual, cambiaron la forma de ver los elementos de muñeca. Las maquinarias sobre estos no tenían un desarrollo implementado, por lo que casi nada estaba inventando y la libertad sobre la creación era muy amplia. Aunque el origen del reloj sea mucho más antiguo, su posicionamiento sobre lo exclusivo que vemos hoy, ve la luz con sus fabricaciones nace en 1755, momento en el que su manufactura para los más pudientes asume su forma. Con el pasar de los años, a partir del nacimiento del pionero Vacheron Constantin, se suceden más empresas que dan forma a una industria que hoy se sitúa en ventas multimillonarias. Cada una tiene su comienzo, pero hoy hablamos de la historia de Panerai que, lejos del surgimiento suizo de la relojería, esta marca nace en el corazón de Italia.
En 1860, Giovanni Panerai decide abrir su primera tienda en Ponte alle Grazie, ubicada en Florencia. En este local, que funciona como tienda, taller y primera escuela de relojería de la ciudad, empieza la historia de Panerai. Tras haberse situado en distintas ubicaciones florentinas desde 1876, en los años 20 la tienda se trasladó a su dirección actual con motivo de la reconstrucción del Ponte alle Grazie. Situada en el Palacio del Arzobispo, frente a la Catedral de Florencia, Orologeria Svizzera es sinónimo de relojes de alta calidad en la ciudad desde hace más de un siglo.
Como siempre suele pasar en las mejores historias, el comienzo de un modelo que revolucionaría el mundo de la relojería, se creó para satisfacer las exigencias militares de la Armada Real Italiana, a la que la familia de Guido Panerai proporcionaba instrumentos de precisión como miras de combate naval desde hacía años. Para enfocarlo de forma cualitativa, Panerai desarrolló un polvo a base de radio para potenciar el brillo de las esferas de los instrumentos y las miras en colaboración con el capitán de corbeta Carlo Ronconi y así nació el modelo Radiomir. La presente referencia se encuentra documentada en el apéndice de la patente registrada en Francia el 23 de marzo de 1916. La elevada autoluminiscencia del compuesto enseguida convirtió la pasta de radio en un elemento clave de la producción de Panerai. Este modelo marcó novedad, por lo que se transformó en una patente, que fue la primera de muchas otras registradas para celebrar la historia de innovaciones de la casa Italiana.
Esta colaboración se afianzaría en 1935, cuando la Armada Real italiana puso en marcha un programa secreto de nuevos operadores y vehículos de asalto submarino. La casa italiana participó en el desarrollo de herramientas técnicas útiles para esta nueva actividad militar y para cumplir los parámetros exigidos por el cliente, se probaron varios relojes de buceo de alta resistencia. Los archivos históricos de la Armada registran que en 1935 Giuseppe Panerai, que encargó algunos prototipos debidamente elaborados para la realización de pruebas técnicas. El mejor resultado fue la referencia 2533, que curiosamente fue fabricada sobre una base, de origen suizo, proporcionada por Rolex Ginebra y modificada por Panerai. Aquí es cuando llega uno de sus grandes nacimientos, a nivel usuario, y es el reloj Radiomir, aunque los más expertos lo identificarán sobre la referencia 3646. Su diseño se define con una gran caja de acero, en forma de cojín de 47 mm de diámetro, números e índices luminiscentes, asas de alambre soldadas a la caja, un movimiento mecánico manual de alta calidad, además de una correa de piel curtida impermeable. Tras esta iniciativa, Panerai comenzó a proporcionar relojes a la Armada Real con regularidad.
Con la historia de Panerai llegamos hasta los años 60, se mantuvieron estas características sobre el proceso de ensamblaje de las esferas con discos superpuestos, pero se dejó de utilizar su pasta a base de radio y, con ello, vino el nombre Radiomir. La luminiscencia comenzó a proceder de un nuevo compuesto a base de tritio de baja radiación, denominado Luminor. El puente protector de la corona está insertado y adaptado a la caja central de la referencia 6152/1. Unas 80 unidades adoptaron por primera vez el calibre mecánico Angelus SF240 de fabricación suiza, con una reserva de marcha de 8 días. La reserva de marcha se convirtió así en un elemento fundamental del ADN de la marca florentina.
En 1972, sucedió la muerte de Giuseppe Panerai, hijo de Guido. La gestión del negocio familiar, junto con todos los contratos de suministro exclusivo para la Armada italiana, fueron asumidos por el ingeniero y antiguo oficial de la Armada, Dino Zei, que fue nombrado nuevo director general de la compañía. La empresa se transformó en Officine Panerai, que ya aparecía en numerosos productos y relojes, se convirtió en el nombre oficial de la marca. El departamento técnico de la compañía diseñó un nuevo reloj de buceo que incorporaba todos los avances tecnológicos de relojería y buceo de los años 70 y 80 para someterlo a las estrictas pruebas utilizadas para las especificaciones del equipamiento de los mismos. Se trataba de un innovador reloj de titanio de 47 mm de diámetro, equipado con el típico protector de corona de palanca, el bisel giratorio y la esfera de índices formados por contenedores cilíndricos microscópicos que albergaban el material luminiscente.
Durante los siguientes años se fueron sucediendo una amplia cantidad de creaciones, comenzando a plantear creaciones para el público de a pie. Eso sucedió en 1992 cuando, debido a la crisis económica global, Panerai lanzó tres colecciones con un total de diez referencias en ediciones numeradas y limitadas, siendo estas los relojes Luminor Marina y Luminor de 44 mm, y el cronógrafo Mare Nostrum de 42 mm, inspirados en los modelos históricos creados para la división de comandos submarinos de la Armada italiana. Fue un gran cambio en la historia de Panerai, puesto que esto liberó a Dino Zei, director general de Panerai, de la obligación de mantener estos productos bajo secreto militar. Enseguida se convirtieron en objetos muy codiciados por coleccionistas y aficionados. Además, su fama se vería creciente en un corto plazo de tiempo, puesto que el actor Silvester Stallone se fijó en los relojes Officine Panerai y pidió un modelo diseñado exclusivamente para él para lucirlo en la película Pánico en el túnel en 1996.
Su crecimiento estaba siendo un referente de la industria, por lo que el Grupo Richemont, conocido por poseer varias marcas exclusivas, adquirió la casa de relojería dando un vuelco a su imagen y potenciando el área comercial a través de una adaptación moderna sobre el clasicismo de sus diseños. Sus espacios de venta refrescan su imagen y reacondicionan el local original de la Piazza San Giovanni de Florencia. Este taller de artesanía relojera se convierte en un punto de encuentro para los coleccionistas y entusiastas de la marca. A la vez, se inaugura su manufactura en Neuchâtel (Suiza), donde se ubican los espacios donde surge la inspiración, las ideas y el avance sobre el diseño.
Sus complicaciones comienzan a adaptarse a los tiempos presentes y, aunque conservando su esencia original, lanzando entre 2005 y 2018, una cantidad de complicaciones que trabajan sobre la complejidad de sus relojes. Nuevos movimientos se incorporan sobre sus filas de diseño, innovadores materiales de la época como el carbono, incorporado sobre la esfera y la corona, sumiendo después sus ideas sobre el concepto del esqueleto plasmado de forma explícita en la esfera y marcando una nueva vida y avance sobre sus relojes.
La historia de Panerai se ha desarrollado con una gran conexión y complicidad con el deporte, que se ha visto plasmada en impresionantes colaboraciones, cuya base ha sido la aventura. Panerai ofrece experiencias de gran atractivo que combinan el producto y el servicio en una propuesta de venta única. Durante la primera experiencia, 33 clientes se unen al Combusin, las fuerzas especiales de la Marina italiana. La segunda experiencia tiene lugar en la Polinesia francesa, donde 15 héroes de Panerai tienen la oportunidad de vivir una experiencia personalizada exclusiva con el embajador de la marca, Guillaume Néry. ¿El último hito? El compromiso con la sostenibilidad. En 2021, Panerai lanza el Submersible eLab-ID, un reloj conceptual con el mayor porcentaje de material basado en el reciclaje de la historia. Este reloj expresa nuestro deseo de promover cada vez más el uso de materiales reciclados y el desarrollo de una economía circular para reducir el impacto medioambiental de la industria relojera.