En el taller de Karen Hallam, la joyera que diseñó el anillo favorito de la Reina Letizia
Un buen día tuvo un golpe de suerte. Fue el 24 de abril de 2019, cuando la Reina Letizia estrenó un anillo diseñado por ella y ahí comenzó su leyenda. Un anillo que doña Letizia luce a todas horas y en todas las ocasiones. «Es un honor y se lo agradezco mucho, la verdad», confiesa Karen Hallam. No la conoce personalmente, pero lo cierto es que la Reina lleva siempre en su dedo índice de la mano izquierda el anillo diseñado por ella. Tanto es así que podríamos decir que es su joya favorita. Desde entonces, Karen Hallam ha multiplicado sus ventas.
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Es un bestseller, la pieza estrella de la colección. Está encantada y no lo disimula. «Hemos vendido miles de anillos como el de la Reina», confiesa. Este año se han vendido 933 a través de la tienda online. «La gente viene a la tienda buscándolo, también se vende mucho en China», reconoce con una sonrisa agradecida a tan regia publicidad. «Es cómodo y sienta bien», añade. Explica que la Reina no fue en persona a la tienda a comprarlo y el comprador anónimo no le dijo que el anillo acabaría en la Familia Real. «Me enteré cuando una amiga vio una foto publicada de la Reina con el anillo y me avisó», comenta. Dicen que es un regalo de sus hijas y que es su anillo preferido.
Joyas artesanas y sostenibles
Karen Hallam comenzó a diseñar cuando era una niña. Le encantaba, y acabó siendo su profesión. Llegó a España para estudiar Filología desde su Inglaterra natal y aquí se quedó por amor. Hace casi 30 años que su vida y su pasión son las joyas artesanas: el diseño, la producción y venta.
«Es un lujo de trabajo si puedes vivir de ello. El secreto es tener diseños bonitos y tratar bien a los clientes», explica, a la vez que añade que crean todo en España. «Es un negocio circular porque lo que no se vende, lo reciclamos. La plata es reciclada, no hay desperdicio ninguno. Todo es en plata y con baños de oro. Yo siempre llevo mis propias joyas», indica Hallam en su tienda taller a COOLthelifestyle.
Empecemos por el principio. «Primero se crea el diseño en cera, luego se hace un molde y luego la fundición artesana de cada pieza», explica . «Cada pieza está hecha a mano en España siempre y aquí en mi taller se repasan, se pulen y se da brillo a todas». Un trabajo laborioso, sin duda, que requiere tiempo y energía. Hay puntos de venta en España, en Suiza, e Inglaterra, y por supuesto online a todo el planeta.
Mientras nos muestra algunos de su diseños, Karen nos cuenta que «las joyas son importantes porque puntúan el look. Las mías son para usar a diario. Llaman la atención de manera discreta. Dicen mucho pero no gritan… Y te acompañan en el viaje de la vida. Son regalos en momentos especiales que duran siempre. Una joya es algo especial que hace feliz».
