De imponentes tiaras, a brazaletes de diamantes que esconden una apasionante historia. Hacemos un repaso por algunas de las joyas de la realeza más bellas y admiradas. ¿Cuál es la pieza más preciada del joyero de la reina Letizia o Máxima de Holanda? Te lo desvelamos.
El anillo de compromiso de Kate Middleton
Sin duda, estamos ante la pieza más emblemática del joyero de la duquesa de Cambridge. Hablamos de su anillo de compromiso, una de las joyas más replicadas a lo largo de la historia. Su origen se remonta a mediados del siglo XIX, cuando el príncipe Alberto le encargó a Garrard un broche con un zafiro y un diamante como presente para su futura esposa, la reina Victoria. Reconvertido posteriormente en anillo, el príncipe Carlos se lo regaló en su compromiso a Diana de Gales. Heredado por el príncipe Harry, éste se lo cedió a su hermano Guillermo para la petición de mano de Kate Middleton en 2009.
La tiara Braganza
Su peso de más de un kilo la convierte en una de las tiaras más grandes del mundo. Una joya espectacular de estilo neoclásico con diamantes engarzados en oro y plata. ¿Cómo llegó al joyero real de la monarquía sueca? Fue un regalo que el emperador Pedro I de Brasil, duque de Braganza, le hizo a la que fuera su segunda esposa, Amelia de Leuchtenberg, en 1829. Ésta al fallecer se la dejó en herencia a su hermana Josefina, esposa de Oscar I de Suecia. Hoy, en poder de la reina consorte Silvia de Suecia, se encuentra entre las joyas más preciadas del país nórdico.
Las pulseras gemelas de Cartier
Juntas o por separado, las pulseras gemelas se han convertido en una de las joyas predilectas de la reina Letizia para dar brillo a sus looks en las grandes citas. Los diamantes que las componen provienen de la corona realizada por Cartier que el rey Alfonso XIII le regaló a la reina Victoria Eugenia. Pertenecen a las denominadas joyas de pasar, de uso exclusivo para las reinas de España.
La corona del Pavo Real
De estilo Art Nouveau he inspirada, como su nombre indica, en un pavo real esta original tiara es la predilecta de Máxima de Holanda. Fue realizada expresamente para la reina Wilhelmina con una colección de rubíes, combinados con diamantes, de la familia de los Orange Nassau por el grupo de artesanos Eduard Schürmann & Co. Cuenta con un broche y un collar a juego.
La tiara Brunswick
Aunque las tiaras no son la joya más popular en la casa real de Mónaco, una de las portadas por la princesa Carolina es la Brunswick, perteneciente a la familia Hannover. En su día formó parte del joyero de la emperatriz Josefina, esposa de Napoleón I. Por ello incluye laureles, motivo característico de la corte francesa. Posteriormente, fue adquirida como regalo de boda para Victoria Luisa de Prusia. Por herencia, acabó en las manos de Ernesto de Hannover.
La gargantilla de zafiros de Isabel II
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Los zafiros son las piedras preciosas favoritas de la reina de Inglaterra. En esta ocasión, la monarca luce un juego de pendientes y gargantilla de zafiros y diamantes. Dos de las joyas más valiosas de su joyero, también a nivel sentimental. Fueron el regalo de bodas de su padre, Jorge VI, por su enlace con el duque Felipe de Edimburgo.