Queda todavía tiempo para el verano… Pero el invierno ya ha llegado a Lisboa. Y eso ha sido gracias a la nueva colaboración de la joyería Suarez, una más de las muchas que hacen a lo largo de todo el año. Porque la creatividad es uno de los valores de esta familia.
En este caso Suarez se adentra en la atmósfera de ‘El invierno en Lisboa’, la obra de Antonio Muñoz Molina, que inspira esta nueva colección de joyas. Para quien no conozca la historia, narra un amor prohibido entre Lucrecia, una femme fatale, y Santiago, un pianista de jazz con poco futuro. Una historia oscura, narrada en Lisboa, algo prohibida… Y algo misteriosa. «Un homenaje al film noir clásico», nos explican desde Suarez.
¿Y por qué este libro? Gabriel Suárez, director creativo de la firma, se enamoró de este libro en su juventud. En sus años universitarios cayó este libro en sus manos en la Facultad de Periodismo. Quiso la casualidad que lo compartiera con su equipo y de aquí surgió esta nueva inspiración.
La colección
A raíz de esta obra, el equipo de Suarez crea una serie de joyas que se inspiran en cada uno de los personajes de Muñoz Molina. Lucrecia, la protagonista, es una mujer segura de sí misma, de armas tomar. Atractiva, algo misteriosa. Una mujer que cada persona del equipo se la imaginaba de forma diferente. Para conocerla mejor, se fueron a desayunar con el escritor. «Un día nos fuimos a desayunar con Antonio; parte del equipo se la imaginaba como una Kate Moss, otros como Scarlett Johansson. Y Antonio nos dijo ‘es muy sensual'», cuenta Gabriel.
Una vez visualizada Lucrecia, se imaginaron las joyas… Las cuales no se describen en el libro pero el equipo de Suarez se han imaginado. El jazz, presente en la novela con el protagonista masculino, las inspira. La estética del Cotton Club de Nueva York, sus plumas, los sautoirs, las flappers… Los locos años 20. Pero también hacen referencia a Hermosos y malditos, la obra de Scott Fitzgerald.
La fabricación
Para crear el joyero de Lucrecia se han realizado joyas con oro blanco con diamantes blancos y negros. Y en esta colección encontramos pendientes, colgantes, brazaletes y anillos. Según Antonio Muñoz Molina: «se trata de una preciosa combinación que evoca las teclas del piano».
Entre estas piedras destaca el diamante negro, una de las piezas más duras de la naturaleza. Es un diamante raro y muy complicado de encontrar. Es una piedra muy exclusiva… Y para esta colección se han utilizado, por primera vez, centros de diamante negro en talla brillante. Por cierto, una de las características más singulares de estas joyas es su impresionante movimiento. «Un movimiento que se ha conseguido replicando el sistema articulado que se utiliza en las pulseras rivière».
Las joyas
La colección está formada por 18 joyas que nada más verlas, nos recuerdan a esos fabulosos años 20. «Es una colección que habla de los orígenes del jazz, inspiración musical que envuelve la historia de amor en la obra de Antonio Muñoz Molina», cuentan desde Suarez.
Los pendientes con caída que encontramos son muchos. Pendientes realizados en oro blanco de 18 quilates, todos con diamantes blancos en talla brillante y diamantes negros de la misma talla… Cada uno con su esencia, con su forma. Minimalistas pero con mucha personalidad y fuerza.
Además de los pendientes, hay unas cuentas piezas únicas que son las más especiales de la colección. Desde una pulsera articulada realizada en oro blanco de 18 quilates con diamantes blancos talla brillante y diamantes negros que podemos tener por 26.900€, a un anillo realizado en oro blanco de 18 quilates, con diamante central de 2 quilates talla esmeralda, diamantes blancos talla princesa y brillante y diamantes negros talla princesa. Un anillo de 52.500€ espectacular.
Y junto a estas pulseras y pendientes, encontramos diferentes anillos. Sencillos, potentes, con diamantes negros y diamantes blancos. Todos con esa fuerza de Lucrecia, la protagonista de la obra de Muñoz Molina.