Relojes

Jaeger-LeCoultre y las obras de arte de Monet en su Reverso

(Foto: Jaeger-LeCoultre)

Si echamos la vista atrás, es increíble que, 200 años después, las obras de muchos artistas estén ahora valoradas en millones y los grandes coleccionistas ansíen exponerlas en las paredes de sus mansiones. El mundo de la relojería se asemeja a la complicación de cada trazo y, por eso, ha surgido una colaboración en la que la excelencia se da la mano. Así es el reloj de Jaeger-LeCoultre en el que se plasma el arte de Monet.

(Foto: Jaeger-LeCoultre)

En septiembre Venecia se viste de arte y Claude Monet es uno de los protagonistas ya que algunas de sus obras se van a exponer en la Bienal Homo Faber. Si unimos la sensibilidad del pintor con la empresa creada por Antoine LeCoultre en 1833, el resultado es la excelencia que demuestra. Un inventor que encontró el equilibrio entre el intelecto y la imaginación, y se entregó al desafío de medir el tiempo. Ambos compartían la misma obsesión: la precisión.

Sobre una de las creaciones más clásicas de la casa suiza, la marca ha creado la serie Venecia de Monet. Volvemos a ver cómo uno de sus modelos, ideado en 1931, sigue siendo tendencia además de convertirse en el lienzo perfecto para un arte tan exquisito. Estos modelos de reloj exhiben la extraordinaria micropintura y la técnica de esmalte del taller Métiers Rares de Jaeger-LeCoultre, siendo un ejemplo perfecto de la fusión entre el arte relojero y la creatividad artística.

(Foto: Jaeger-LeCoultre)

Con la colección Reverso Tribute Emaille, Jaeger-LeCoultre presenta un reloj de esmalte que es la expresión de la sofisticación más elegante. Lleva a la miniatura perfecta algunas de las pinturas más reconocidas del creador del impresionismo, haciendo que el que porta este diseño en la muñeca sea poseedor de una auténtica obra de arte en miniatura.

(Foto: Jaeger-LeCoultre)

Estos tres relojes seleccionan las obras venecianas más representativas de Monet, incluyendo Isla de San Giorgio al Atardecer, Gran Canal de Venecia y Palacio del Dux. Cada reloj necesita más de 70 horas de trabajo en elaboración sobre el esmalte, destacando una gran minuciosidad y la complejidad que tiene plasmar esas obras en un tamaño ya reducido. Pura artesanía.

(Foto: Jaeger-LeCoultre)

El primer reloj, llamado La Isla de San Giorgio al Atardecer, recrea la hermosa vista de la isla de San Giorgio Maggiore, tal como la pintó Monet inspirándose en la luz del atardecer. La esfera del reloj es de un esmalte azul, que combina en tonalidad con el micropintado y tiene un total de 120 líneas, cada una grabada tres veces, lo que hace un completo de 360 líneas. Todo el proceso de fabricación lleva 8 horas, en perfecta armonía con el estilo art déco de la colección Reverso.

(Foto: Jaeger-LeCoultre)

El Gran Canal de Venecia tiene como tema el paisaje del Gran Canal por la tarde, cuyo color protagonista es el verde, reproduciendo las ondas del agua. El proceso de esmaltado de este reloj lleva 70 horas, y la talla de las ondas a mano en la esfera tiene 8 horas de cuidadosa elaboración, como si transportara al usuario a las orillas acuáticas de Venecia.

(Foto: Jaeger-LeCoultre)

El tercer reloj Palacio del Gobernador recrea la escena del Palacio del Gobernador tal como Monet la pintó bajo la luz de la mañana. El motivo decorativo consiste en espirales en forma de rombo, los cuales ofrecen diferentes perspectivas de luz sobre un elaborado patrón geométrico en el dial, compuesto por 981 líneas. Esto requirió 4.905 operaciones manuales y llevó 8 horas de trabajo. Combinado con el esmalte azul transparente de varias capas, muestra una belleza que resalta por su exquisitez.

(Foto: Jaeger-LeCoultre)