Los relojes de A. Lange & Söhne son obras maestras en general, y joyas cuando se habla de piezas digitales en particular. Especialmente su modelo Zeitwerk, una pieza icónica lanzada al mercado el pasado 2009 que ahora llega en una edición de lo más especial.
Alzado el año de su lanzamiento con el prestigioso premio relojero Aiguille d’Or del Grand Prix d’Horlogerie de Genève, el Zeitwerk es un reloj que emplea números para indicar la hora de forma similar al de los populares relojes de pantalla pero con una diferencia clave: apuesta por un movimiento mecánico de 462 componentes en lugar de con un calibre de cuarzo.
Habiendo ‘miniaturizado’ el reloj digital creado por el fundador de la manufactura para la Semper Opera de Dresde a mediados del siglo XIX, el Zeitwerk invita a ver pasar el tiempo en una pieza de época modernizada. Así, en lugar de la tradicional lectura horaria mediante agujas, dos ventanas señalan las horas y minutos en un tamaño cómodamente legible.
Con estos argumentos, no es extraño que el Zeitwerk se haya consolidado en el catálogo de la firma. Su pantalla de tiempo digital, con horas y minutos saltantes extendidos a través de un «puente de tiempo» en el dial, es, sin duda, la característica más destacada del modelo. Operando a través de tres discos, uno para las horas a la izquierda y dos para los minutos, en estos 12 años el resto de la pieza ha conocido diferentes versiones y acabados, siendo la última la referencia Honeygold Lumen, una joya lanzada en edición limitada de tan solo 200 ejemplares.
¿Qué novedades trae esta nueva pieza?
Además de ser un regalo digno de coleccionista, el reloj llega con la incorporación de la caja Honeygold, una aleación de oro exclusiva de la firma, a medio camino entre el oro amarillo y el rosa. Un oro que, además, destaca por su brillo y dureza.
Otro aspecto fundamental es que A. Lange & Söhne ha aprovechado esta versión para mejorar su mecanismo. El nuevo calibre Lange L043.9 alarga la reserva de marcha hasta las 72 horas (en los modelos básicos es de 36 horas) y ha incorporado un pulsador para corregir de un modo rápido la cifra de la ventana de las horas. Esto es, que la hora se puede ajustar por separado, controlando los tres discos de tiempo. No faltan tampoco las icónicas nervaduras Glashütte (también conocidas como rayas de Ginebra) y el volante grabado. La caja mide 41,9 mm x 12,6 mm de grosor.
