Joyas

Cómo proteger las joyas en verano, según un experto: «Lavarlas con agua dulce tras el baño es esencial»

(Foto: @mariapombo)

No todos los complementos viven de la misma forma la llegada del verano. El salitre, el sol, el cloro… son factores que afectan a nuestras joyas y que pueden dañar su aspecto. Pero no por ello queremos perdernos un verano al puro estilo Georgina Rodríguez y por eso hemos preguntado a los expertos cómo cuidar nuestras joyas en verano.

Durante el verano, las joyas están especialmente expuestas a agentes externos que pueden comprometer su belleza y durabilidad. Entre los más dañinos encontramos el cloro de las piscinas, el salitre del mar, la arena y la exposición prolongada al sol, según el equipo de artesanos de Carrera y Carrera. «Estos elementos pueden provocar desde la pérdida de brillo y alteración del color, hasta la corrosión de algunos metales o el deterioro de engastes».

El sudor, al contener sales y ácidos naturales, también puede afectar negativamente a ciertos materiales, especialmente si no se limpian con regularidad. Incluso las cremas y aerosoles pueden dejar residuos que afectan la apariencia de las joyas.

(Foto: @begimeno)

«Después del verano es recomendable llevar las joyas a un profesional para eliminar residuos y restaurar el brillo original»

Si bien es cierto que aconseja que «antes del verano, es recomendable llevar las joyas a un profesional para una limpieza y revisión completa. Esto ayudará a asegurar que estén en buen estado y listas para el uso». Lo mismo tras el verano, ayudando así a eliminar cualquier residuo que pueda haber quedado y restaurar su brillo original.

También desde Carrera y Carrera recomiendan aplicar un pulido o baño de rodio en el caso de joyas de oro blanco, para restaurar su brillo y protegerlas. «Tras el verano, recomendamos una limpieza profesional en el taller para eliminar posibles residuos incrustados».

«Los materiales más resistentes para uso ocasional en playa son el oro de alta pureza (18 quilates) y el platino, debido a su mayor tolerancia a la oxidación y agentes externos»

El cuidado de los materiales depende de su durabilidad. En este aspecto, los artesanos de Carrera y Carrera matizan que los materiales más resistentes para un uso ocasional en la playa son el oro de alta pureza (18 quilates) y el platino, ya que presentan mayor tolerancia a la oxidación y a los agentes externos.

«También destacan algunas aleaciones modernas de titanio o cerámica técnica, cada vez más presentes en la alta joyería contemporánea». No obstante, inciden en que incluso estos materiales requieren precaución, ya que los factores ambientales pueden dañar el acabado o rayar las superficies.

(Foto: @georginagio)

«La esmeralda y la tanzanita son más sensibles a los cambios de temperatura y la exposición al sol»

Para los días de playa o piscina, la bisutería, la plata sin tratar, las joyas que llevan baño de oro, chapados, y la joyería con engastes delicados o pegados con adhesivos son los más susceptibles a sufrir daños, subrayan desde Carrera y Carrera. Al igual que las perlas «ya que son extremadamente porosas y sensibles al PH, la sal y el sudor, lo que puede opacarlas o agrietarlas».

Dentro de las piedras preciosas, debemos tener especial cuidado con aquellas que son más susceptibles a la abrasión por las condiciones del verano. Entre las que Daniel Nicolás señala la esmeralda y la tanzanita, «que son más sensibles a los cambios de temperatura y la exposición al sol».

(Foto: @caetanaba)

«Después de la exposición al mar o a la piscina, es fundamental enjuagar las joyas con agua dulce»

Independientemente del material que llevemos puesto «después de la exposición al mar o a la piscina, es fundamental enjuagar las joyas con agua dulce y secarlas cuidadosamente con un paño suave, preferiblemente de microfibra», afirman desde Carrera y Carrera. Por eso, uno de los tratamientos recomendables antes del verano es realizar un baño o pulido, para así mantener su acabado.

En el caso de la plata, «es aconsejable usar un paño específico para plata que ayude a eliminar posibles residuos de sal o cloro».  Aunque, en cualquier caso, los expertos recomiendan que lo más adecuado es llevarlas al taller de su joyería para realizar una limpieza profesional.

(Foto: @kendalljenner)

«Para limpiar las piedras preciosas con un paño húmedo y limpio suele ser suficiente»

Las piedras preciosas, aunque duras, no son invulnerables. Dentro del mundo de las piedras, los artesanos de Carrera y Carrera subrayan que las más resistentes son los diamantes, los rubíes y los zafiros.

En el otro lado encontramos piedras como «la malaquita, la madreperla, las esmeraldas, los ópalos, los cuarzos y las perlas», siendo estas las más delicadas y especialmente sensibles al calor, los cambios bruscos de temperatura y los productos químicos. 

(Foto: @mariamartinn)

Por ello, recomiendan evitar su exposición directa al sol y el contacto con cremas solares o perfumes. Además, conviene limpiarlas con los productos indicados: «solo con métodos suaves, sin sumergirlas en líquidos abrasivos. Un paño húmedo y limpio suele ser suficiente», afirman los expertos de Carrera y Carrera.