Cómo Venus Williams revolucionó el estilo deportivo llevando joyas a la pista
Más allá de los títulos, los récords y su elegancia técnica sobre la pista, Venus Williams ha sido pionera en algo más sutil pero profundamente simbólico: llevar joyas mientras compite. Una declaración de fuerza, femineidad y confianza que, con el paso de los años, ha ido más allá de la estética para convertirse en parte de su identidad.
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A sus 44 años, Venus Williams sigue rompiendo esquemas. La estrella del tenis se ha convertido en la segunda jugadora más veterana en ganar un partido del circuito WTA en Washington, sólo por detrás de Martina Navratilova, quien logró su última victoria a los 47 años en 2004. Venus se ha impuesto a Peyton Stearns, avanzando así a la segunda ronda y demostrando que el tiempo no ha podido con su determinación, ni con su estilo inconfundible.
El estilo como afirmación
Desde sus primeros años como profesional, Venus ha desafiado los códigos tradicionales del deporte con una presencia poderosa y cuidadosamente estilizada. Pendientes de aro, anillos, cadenas doradas o blancas: nada que interfiriera con su juego, pero sí lo suficiente para hacer una declaración. Para ella, competir con joyas no era un capricho, sino una forma de decir: puedo ser fuerte, rápida y elegante al mismo tiempo.
Durante la final de Wimbledon de 2000, cuando ganó su primer Grand Slam, ya llevaba pendientes. Desde entonces, se convirtieron en su firma visual. A lo largo de las décadas, ha lucido desde pequeños aros con pavé hasta ear cuffs. Su estilo evolucionó, pero su mensaje fue siempre el mismo: ser una atleta de élite no está reñido con expresar quién eres.
Partidos que marcaron época… y estilo
Wimbledon 2008. En una de sus victorias más dominantes ante su hermana Serena, Venus apareció con un estilismo sobrio, pero adornado por unos pendientes largos. Una elección elegante que inspiró parte de la colección de joyas que años después lanzaría.
US Open 2001. La primera final de Grand Slam entre dos hermanas, seguida por millones de espectadores en horario estelar. Venus ganó con fuerza… y con una cadena fina de oro blanco que brilló tanto como su raqueta.
Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Ganó el oro individual (y luego el de dobles con Serena) llevando pequeños pendientes en cada encuentro. Una imagen que dio la vuelta al mundo: una mujer afroamericana, campeona olímpica, luciendo joyas sin perder ni un ápice de su poder deportivo.
Venus Williams, de la pista a la joyería: ‘Diamond Match’
En 2023, Venus fue un paso más allá y lanzó su propia colección: Diamond Match, una colaboración con la firma Reinstein Ross. Inspirada en su trayectoria, la línea incluye piezas pensadas para el movimiento: pendientes que no pesan, anillos que no molestan, collares que acompañan el ritmo de una mujer activa.
«Siempre he jugado con joyas. Me hacen sentir más fuerte, más yo. Así que decidí diseñar lo que yo misma llevaría en una final de Grand Slam», explicó en la presentación de la colección.