El Aston Martin que Fernando Alonso no puede conducir pero sí presumir
Mientras Fernando Alonso exprime al límite el monoplaza verde en cada Gran Premio, hay otro Aston Martin que no ruge, no pisa el asfalto y, aun así, representa a la perfección el espíritu competitivo del equipo: el reloj que la firma británica acaba de lanzar como parte de su primera colección oficial de relojes y joyería vinculada a la Fórmula 1. Una pieza pensada para la muñeca, no para el garaje, pero cargada de ADN racing.
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El reloj deportivo de Aston Martin que luce Fernando Alonso
Aston Martin ha dado un paso lógico en su expansión como marca de estilo de vida con la Aston Martin Aramco Formula One Team Watches & Jewellery Collection, desarrollada en colaboración con el Grupo Timex. Es la primera colección de relojes de la firma y toma como referencia directa la parrilla de salida de la F1, tanto en diseño como en colores. El icónico Podium Green y el vibrante Lime Essence dominan una propuesta que traduce la estética del pit lane en relojes deportivos, accesibles y claramente identificables con el equipo que hoy lidera Fernando Alonso.
El gran protagonista es el reloj DWF, una pieza que concentra toda la narrativa de la colección. Su caja de fibra de carbono de 43 milímetros no sólo aligera peso, sino que conecta de forma directa con los materiales de la competición. En su interior late un movimiento cronógrafo japonés, fiable y preciso, acompañado de dos totalizadores cuadrados que recuerdan a los paneles técnicos del box. Los pulsadores en rojo, amarillo y verde, inspirados en las luces de salida de las carreras, son el detalle más reconocible del modelo y refuerzan su carácter puramente automovilístico. Todo ello enmarcado por acentos verdes que lo hacen inconfundible en la muñeca.
Junto al DWF, la colección se amplía con otros cronógrafos como los PIT W, OVR W y PDK, cada uno con una interpretación distinta del mismo lenguaje visual. El PIT W apuesta por una lectura clara y funcional, el OVR W introduce tonos más oscuros y tecnológicos ligados a la aerodinámica moderna, y el PDK adopta proporciones de diver para un uso más cotidiano sin perder la esencia de la F1. Los precios, pensados para un público amplio, oscilan entre los 60€ de los brazaletes y los 259€ de los cronógrafos.
Un capítulo aparte merece la colección de relojes de Fernando Alonso, una de las más interesantes del paddock. El asturiano ha sido embajador de marcas de alta relojería como Richard Mille y es conocido por lucir piezas técnicas, exclusivas y ligadas al mundo de la competición. En ese contexto, el Aston Martin DWF no busca competir en lujo extremo, sino representar el vínculo emocional con su actual equipo y acercar ese universo a los aficionados.
Esa relación entre Alonso y Aston Martin va más allá de la Fórmula 1. El piloto mantiene un fuerte lazo con la marca, hasta el punto de que el último coche incorporado a su museo personal es un Aston Martin, símbolo de una etapa deportiva y vital especialmente ilusionante. Un coche que sí puede admirar… y un reloj que, aunque no se conduzca, también cuenta una historia de velocidad, precisión y ambición británica con acento español.