Motor

El tren inteligente con terrazas que promete reinventar los viajes

G-Train de Thierry Gaugain

Nos encanta viajar. En avión, coche o tren, el caso es conocer sitios nuevos. Precisamente, el transporte que te traemos hoy para hacer un viaje de lujo es un tren. Conocemos algunos famosos como el Orient Express, el Super Chief o el Flying Scotsman. Todo ellos, definieron la experiencia ferroviaria de lujo en el siglo XX, pero ahora, podrían quedarse atrás. Thierry Gaugain, conocido por haber diseñado superyates para gente como Steve Jobs, se pasa al mundo ferroviario con el diseño de un nuevo tren inteligente totalmente de vidrio. Un modelo que promete reinventar los viajes en tren de lujo.

Terraza abatible / Foto: G-Train

«Tendemos a pensar en el transporte ferroviario solo en términos de velocidad, con el objetivo de llevar a muchas personas del punto A al punto B en un tiempo récord«, explica Gaugain, cuyo G-Train pretende ser una experiencia y no un mero medio de transporte.

La terraza permite hacer eventos / Foto: G-Train

Con una inversión de 350 millones de dólares, si el tren llega a construirse será una auténtica maravilla técnica: 14 vagones, 396 metros de largo, exterior de vidrio de alta tecnología que puede pasar de ser completamente transparente a opaco o incluso negro. Asimismo, en todas las fachadas de vidrio exteriores e interiores del tren inteligente se pueden hacer espectáculos de luces cambiantes a lo largo del día para mejorar las experiencias de viaje de los huéspedes. Las terrazas serán abatibles, lo que permite al usuario admirar las vistas.

Foto: G-Train

Gaugain explica que el objetivo es que este tren sea de un único propietario y que pueda viajar por Europa y Asia, desde Barcelona a Beijing, así como por América del Norte. Durante los últimos meses, Gaugain ha formado un equipo para poder hacer realidad su sueño. Para ello, ha contado con el constructor suizo de trenes personalizados Stadler, el fabricante francés de vidrio Saint-Gobain, y la firma de ingeniería británica Eskerley O’Callaghan.

Foto: G-Train

Una auténtica maravilla, ¿verdad?