Parece un Rolls-Royce, pero es chino: éste es el coche que está arrasando en ventas
Imponente, deslumbrante y con un aura que recuerda a los coches más exclusivos del planeta. Así es el Maextro S800, un sedán de lujo nacido en China que muchos ya llaman el Rolls-Royce chino. Y no es un simple apodo: basta verlo circular para que la mente lo asocie de inmediato con las siluetas clásicas de marcas como Rolls, Bentley o Maybach. Esa misma fascinación que despierta cualquier modelo de la casa británica —incluso aquellas ediciones especiales que, aunque pensadas como piezas de coleccionista y no para conducir, se convierten en auténticos objetos de deseo— está ahora presente en este vehículo chino que sí se puede disfrutar en la carretera. La diferencia es que, en lugar de un fabricante europeo centenario, detrás de este coche están JAC y Huawei, que ya venden unas 1.000 unidades al mes.
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Con sus 5,48 metros de largo, más de dos de ancho y una batalla que supera los 3,3 metros, el Maextro S800 es todo menos discreto. Su presencia en la carretera impone respeto y atrae miradas.
Los diseñadores no han ocultado sus fuentes de inspiración: el frontal recuerda a un Rolls-Royce, los detalles de las manetas y las ópticas beben de Bentley y Maybach, mientras que la zaga insinúa algo de Porsche.
El interior mantiene esa misma filosofía. Solo cuatro plazas, pensadas para el confort máximo, revestidas de piel y madera auténticas, con un techo estrellado que reproduce el efecto de mirar al cielo nocturno.
La tecnología corre a cargo de Huawei, que firma una gigantesca pantalla panorámica que recorre el salpicadero y convierte la experiencia a bordo en algo futurista. No es una simple copia, sino un guiño a lo que ya conocemos, llevado a un terreno nuevo en el que el lujo y la tecnología van de la mano.
El Maextro S800 no sólo presume de estética. Sus versiones eléctricas y EREV (Vehículo Eléctrico de Rango Extendido) ofrecen cifras que rozan lo irreal: hasta 1.006 caballos de potencia y una autonomía que puede alcanzar los 702 kilómetros en ciclo CLTC. Lo que antes parecía terreno exclusivo de superdeportivos y concept cars, ahora lo vemos en un sedán de lujo fabricado en China.
Y lo más curioso es que esa fuerza bruta no está pensada para batir récords en un circuito, sino para acompañar una conducción suave, silenciosa y majestuosa, como corresponde a un coche de representación.
El precio no frena a nadie
Ser lujo en China también significa pagar por ello. El Maextro S800 se vende entre 708.000 y 1.018.000 yuanes, lo que equivale a unos 84.000 a 121.000 euros. No hablamos de un coche barato, ni siquiera accesible para la mayoría. Es uno de los vehículos más caros del mercado chino, un producto de nicho pensado para un público adinerado.
Sin embargo, el precio parece importar poco: las reservas se cuentan por miles y la demanda crece cada mes. En sus primeros 87 días en el mercado ya acumulaba más de 12.000 pedidos, y la producción se ha disparado para alcanzar 1.500 unidades mensuales, con la ambición de llegar a 3.000 a finales de año.
Las comparaciones son inevitables. Rolls-Royce vendió poco más de 5.700 coches en todo el mundo en 2024; Mercedes-Maybach Clase S colocó unas 12.000 unidades en China ese mismo año. El Maextro, en apenas unos meses, apunta a rivalizar con ellos en su propio terreno.