‘Rock & Roll’, por Rafael Chelala
Mi idea inicial era escribir sobre una de las motos más icónicas de las últimas décadas, la BMW GS, que se hizo famosa además de por la fidelidad de sus usuarios, y las siempre magníficas opiniones, por aquella serie del actor Ewan McGregor y de Charley Boorman en la que daban la vuelta al mundo en estas motos todoterreno, ‘Long Way Round’, se denominaba la saga. Es probable que ésta fuese la mejor opción para una aventura de estas características, aunque mucha de la electrónica actual podría ser un inconveniente, en vez de una ventaja, en territorios sin servicio técnico oficial, hasta el punto de poder quedar inmovilizadas las motos en cualquier punto remoto del planeta. Pero todo esto es otra historia, os la debo.
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Lo cierto es que BMW, en su división de motos, no tiene competencia en cuanto a producto alemán. Su gran rival en el automóvil, Mercedes, no fabrica en serie motocicletas, decantándose en su estrategia paralela por vehículos industriales como camiones, autobuses o ligeros con gran éxito en el mercado. Curiosamente, sí que se han utilizado en alguna ocasión motores diésel de Mercedes para hacer alguna motocicleta manufacturada de esas como la de la película ‘Mad Max’. Tampoco los otros grandes fabricantes de automóviles de lujo plantean competencia alguna a BMW, de alguna forma podemos decir que reina en solitario para cierto público.
Volviendo al por qué esta vez no hablo de la GS como tenía pensado, es porque BMW, no desde hace mucho, comercializa un producto que me parece será atemporal y un éxito, la BMW R18. Una imponente motocicleta que de entrada podría parecer similar a una Harley Davidson, pero con una concepción absolutamente distinta, ya que únicamente en el estilo o concepto podría asimilarse. Porque la R18 es ADN cien por cien BMW, de hecho, viene de una larga trayectoria de la marca en este tipo de motocicletas. La R18 se parece a la primera que fabricaron en 1923, y también a las que le siguieron. Inspirada en la muy similar a la R5 que se empezó a comercializar en 1936 y que fue la moto más avanzada en su tiempo. El diseñador Rudolf Schleicher no solamente incorpora por primera vez las marchas en el pie, evitando que el piloto tuviese que desplazar las manos del manillar para accionar la palanca de cambios; sino que también la horquilla telescópica, y eso entre otros avances técnicos que no se discuten hasta nuestros días. El chasis tampoco tenía nada que ver con los anteriores siendo mucho más robusto, un chasis de moto y no de bici, para que se entienda. Por ello no supone ningún giro para BMW esta creación, de hecho, es pura herencia de la marca.
La nueva R18 tiene dos versiones básicas, una más purista y otra más preparada para viajar, la R18 Classic. Se trata de una moto grande y pesada, pero que sin embargo se desenvuelve con muchísima soltura, hasta el punto de parecer mentira su peso una vez que se pone en marcha. Al arrancarla, nos recuerda inmediatamente con un movimiento que nos propulsa un enorme bicilíndrico en bóxer, la mayor cilindrada que ha tenido una motocicleta BMW, lo que en dos cilindros se traduce en un empuje enorme. Una vez rodando la moto, se nota el trabajo de ingeniería alemana de la que presume con su leyenda Munich Built. Lo que parece que va a ser un hierro, igual propiciado por su marcado aire retro y sus dimensiones, nos demuestra que es una moto tremendamente dinámica y muy divertida de conducir, una máquina precisa y moderna. La posición es comodísima y a cambio de no dejarnos mantener una posición avanzada con los pies, nos regala la vista de su enorme motor delante de nuestros pies, sin que por cierto nos genere calor excesivo en días de verano, y sí que contribuya a una buena refrigeración al estar tan expuesto al exterior. La moto en ciudad es cómoda, porque es muy estable, y se desenvuelve con cierta soltura. En carretera se tumba fácilmente hasta el límite de la estribera. Nos permite divertirnos mucho en curvas, lógicamente con ciertas limitaciones debido a sus dimensiones. Al reducir las marchas se hace sentir el movimiento su motor bóxer, se desplaza, en una sensación muy auténtica BMW. Y pese al tamaño de la moto, la configuración del depósito de gasolina es muy acertada, ya que no es nada ancho. Ancha es la moto por debajo, pero la posición de las piernas es muy cómoda, lo que también nos permite rodar largas distancias en autopista, incluso a ritmos bastante elevados con gran comodidad, y con un control de crucero que funciona a las mil maravillas.
Es ese aire vintage el que cautiva de esta moto, el diseño es de moto antigua, y BMW así lo ha querido haciendo un guiño a su brillante trayectoria que comenzó superando retos aeronáuticos con sus excelentes motores de altura. La moto tiene muchos cromados, pero se han pensado bien donde ubicarlos, por ejemplo, me parece acertadísimo no cromar ciertos elementos como las piñas de los manillares o partes de su motor en donde no es necesario, y si el cardán visto que hace muy bonito. No hay nada mejorable en cuanto a su estética, es prácticamente perfecta.
Mucho de lo que se echa tanto de menos en general en la automoción, lo tiene esta BMW, diseños clásicos, pero con una tecnología de última generación. Ya me gustaría que algún fabricante de coches que hiciese algo similar, porque ciertas líneas clásicas son simplemente inmejorables. Pero, además y seguramente por su estética, al conducirla tendremos una experiencia similar a las primeras veces que montamos en moto, es como una vuelta al pasado, un recuerdo de las primeras experiencias, en un diseño que creo que no se va a pasar de moda. Este es el gran acierto de BMW con esta moto, nace siendo un clásico y eso no desgasta. No me queda muy claro, dónde dentro de unos años se podrá conducir esta moto. Las restricciones van complicado la utilización de motores de combustión, eso es una realidad. Por ahora en el sector de la electrificación, BMW se inclina por diseños muy futuristas como su nueva CE 04 para uso urbano, veremos en el futuro como resuelve la transición con motos “grandes”.
Como pasa con todas las BMW además la gama de accesorios es enorme, lo que hace que el paso de una configuración a otra nos pueda variar totalmente el precio de la moto. Pero puede merecer la pena la inversión porque poco más se puede pedir que un producto de esta calidad que muchos extras. Algunas de las opciones que ofrece son muy interesantes como la marcha atrás, lo que es comodísimo para los que estamos acostumbrados a mover motos de más de 300 kilos.
En definitiva BMW ha creado una moto icónica, puro Rock & Roll… ya verás.