El ostentoso Cadillac customizado de Gucci del que sólo existen 300 y cuesta 100.000 €
Hay coches que son diseñados para ser conducidos o ser observados, mientras que otros unen la última y la suma de ser recordados durante mucho tiempo. Varios de los iconos del motor nacieron a partir de la década de los 60 y, a través de esos, otros ejemplares han tomado su esencia, evolucionando un concepto según marcan las tendencias. Hay un icono con pasaporte americano que siempre ha estado presente, pero tuvo un tiempo de vida limitado, aunque eterno. Si juntamos este a la esencia de la moda italiana, da un resultado que pocos han visto: Cadillac Seville by Gucci.
Lo sabemos, es algo sorprendente y apenas escuchado, además de tener una imagen que se encuadra dentro de un lujo setentero de lo más atrevido. Lanzado en 1978 como una colaboración excepcional entre la americana Cadillac y una de las marcas italianas más conocidas, Gucci, el modelo Seville no era un coche más. No fue muy visto, pero sí que es verdad que nació en la era perfecta, puesto que en los 70 el exceso era sinónimo de estatus.
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Sobre un modelo básico, Gucci aplicó su famoso monograma, además de sus clásicas líneas rojas y verdes. Esto dio un punto de sofisticación a un modelo que, ahora vemos tosco, pero en la época era lo que triunfaba, sobre todo por ese aspecto señorial. El proceso fue de lo más curioso. Lo primero, se fabricaba el coche y se mandaba a una empresa especializada en Miami, IAD (International Automotive Design), que se encargaba de customizarlo con las señalizaciones de la casa italiana.
La doble G del Cadillac Seville by Gucci
El resultado era tan llamativo como elegante, puesto que se vislumbra un techo con la doble G, una banda verde-rojo-verde que recorría el maletero, llantas con el logo de la G duplicada, detalles dorados en molduras, insignias y la estrella del capó. Aunque muchos piensen que el exterior era lo único con personalidad, esto no acaba aquí. Los asientos eran de cuero y terciopelo, con tapizados exclusivos y un juego completo de maletas diseñadas por la casa florentina, perfectamente encajadas en el maletero.
La producción fue pequeña, porque no hicieron más de 300 ejemplares y sólo se fabricaron del 78 al 79. Esto convierte al Cadillac Seville by Gucci en un objeto de coleccionista, digno de tener en el garaje y admirar. Donde no había sorpresas era en la motorización del vehículo, puesto que tomaron el patrón del modelo base y lo replicaron en este. Va equipado con un motor V8 de 5,7 litros con alrededor de 180 caballos, y su conducción priorizaba el confort por encima de la velocidad. Puede sonar a poco, pero, seamos sinceros, este coche es para pasearte y disfrutar de las miradas que atrae, no para salir a la carretera a correr.
Precio de antes VS ahora
En su lanzamiento tenía un valor en el mercado que ahora es imposible de encontrar, y es que costaba unos 16.000 euros y en 1979 subió a 20.000. Algo que nadie se esperaba, pero ese lujo ostentoso y esa imagen de poder que proporcionaba lo hicieron ser el caramelo de los adinerados de la época.
Si buscamos ese coche a día de hoy, lo primero es que sería complicado de encontrar y, lo segundo, no podemos esperar ese irrisorio precio de los inicios. Hay unidades que se han vendido por unos 60.000 euros, lo cual equivale a un BMW de gama media, pero hay ejemplares que han sido adjudicados por más de 100.000 euros, algo que pasa siempre y cuando el Cadillac Seville by Gucci esté en perfectas condiciones y tenga los papeles que acrediten su autenticidad.