McLaren 720S, el rey de la aceleración a examen
El Salón del Automóvil de Bruselas ha sido una cita memorable para los amantes del motor, pues ha contado con la presencia de prácticamente todos los fabricantes, destacando McLaren, que ha exhibido dos auténticas proezas de ingeniería: Artura y el 270S Spider. Este último cuenta con elementos de fibra de carbono y ha sido personalizado por el francés Nathan Haetty. Hoy hablamos de la versión más electrizante del 720S: Un biplaza ultraligero con motor central y tracción trasera, y un interior cuidado hasta el más mínimo detalle. Se trata de The Superlight SuperCar McLaren 720S.
Con una carta de presentación excepcional, el 720S es «más ligero , más rápido y aún más capaz dinámicamente que sus predecesores de McLaren».
Con una silueta aerodinámica y una estructura de fibra de carbono, se posiciona como un supercoche donde la belleza y las altas prestaciones conviven en perfecta armonía.
Velocidad extrema
Está equipado con un motor V8 de 4.0 litros con doble turbocompresor de 720 CV. Esto se traduce en que es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y de 0 a 200 km/h en 7,8 segundos.
Sin duda, el 720S es el sueño hecho realidad de todo amante de la velocidad… Y aún hay más: alcanza una velocidad máxima de 341 km/h y asegura una frenada de 200 km/h en 4,6 segundos.
La puertas de mariposa de doble pared canalizan el aire hacia los radiadores de alta temperatura, eliminando la necesidad de tomas laterales visibles.
Tres modos de conducción
El conductor puede elegir entre los modos Confort, Sport y Track. Cada uno ofrece una experiencia diferente al volante, «optimizando el confort de marcha, el equilibrio dinámico de la conducción, el agarre y las prestaciones en curvas», nos explican responsables de la firma.
Los neumáticos Pirelli han sido especialmente desarrollados para el coche y «garantizan niveles extremos de agarre y rendimiento en la frenada». Las llantas de serie son de alineación de aluminio fundido.
Un biplaza espacioso
El biplaza no solo tiene espacio para que dos ocupantes se sientan cómodos, sino que detrás de los asientos hay espacio suficiente para dos maletas. Al entrar en el coche se acciona una ‘secuencia de bienvenida’ que consiste en el despliegue de los retrovisores, barrido de las luces indicadoras y el encendido de las luces de cortesía.
Los asientos deportivos son de serie, pero son totalmente personalizables a gusto del propietario. El precio de salida es de 304.000 €.