Ferrari cumple 40 años y los celebra escribiendo una carta
40 años son muchos años. Y si no, que se lo digan a Ferrari, unas de las casas automovilísticas más importantes del mundo del motor. Ferrari nació en 1929, bajo el nombre de Scuderia Ferrari, y gracias a Enzo Ferrari. Enzo quiso darle apoyo a los pilotos de Módena, en Italia. En ese momento sus pilotos competían con Alfas Romeo. Tiempo después, el italiano se enteró de los planes de Alfa Romero de comprar su equipo… Y decidió ir por libre. No es hasta 1947 cuando nace el primer deportivo de Ferrari, y el resto… Es historia.
Te puedes imaginar que Ferrari tiene un gran archivo de maquetas, fotografías, planos, libros, documentos de todo tipo… Y también cartas y recuerdos. Cientos de miles de cartas, de hecho, esto es lo que explican desde la marca: «Toda la correspondencia de Enzo Ferrari está archivada en carpetas, divididas por años, y cada misiva original lleva adjunta una copia de la respuesta que dio el fundador». Añaden: «Son cartas de clientes y fans, de famosos y personas desconocidas, de aspirantes a ingenieros y de soñadores. Y de niños. Muchos niños lo veían como un ídolo y un ejemplo».
Parecía difícil, pero según cuentan, Enzo Ferrari contestaba todas y cada una de sus cartas, aunque fuera con apenas dos líneas. Lo hacía a máquina, pero las firmaba todas y lo hacía con tinta morada. No solo respondía a esas cartas, también mandaba aquello que le pedían. La marca explica que podía ser un folleto o quizás una pegatina. Lo que no podía cumplir era el deseo de los niños de entrar en la fábrica, ya que está estaba solo permitida a mayores de 16 años. La idea, para celebrar estos 40 años, era dar respuesta y devolver esa ilusión con la que le enviaban sus letras.
Pero, ¿qué pasó el verano pasado? Algo mágico, así lo narran desde Ferrari: «Elegimos un año, el 1985, tres años antes de la muerte de Enzo Ferrari, y examinamos, una por una, las casi 2.000 cartas que estaban guardadas en unas diez carpetas. Como era de esperar, había un poco de todo, pero a nosotros nos interesaba seleccionar las cartas que los niños escribían a Enzo. Encontramos algunas de ellas y nos propusimos intentar localizar a estos niños enviándoles una copia de sus cartas y pidiéndoles que se pusieran en contacto con nosotros».
Las direcciones de esas cartas, enviadas hace 40 años, podían haber cambiado. La esperanza de recibir una respuesta de todas era prácticamente imposible… Pero algunas de ellas llegaron, como un milagro. De todas esas respuestas seleccionaron a tres niños que, 4o años después, ya son hombres como lo era por aquel entonces Enzo Ferrari. Un hombre de Roma, otro de Toscana y otro Trentino-Alto Adigio. Les invitaron a un viaje a Manarello. Esos niños ya tenían más de 16 años… Y podían cumplir ese sueño. Esa pasión por Ferrari, que a pesar de los años, no se había esfumado. Ese encuentro se ha rodado en una película que puedes ver aquí. La emoción les embargó a todos. Porque nunca es tarde para cumplir un sueño, ¿verdad?