Historia de los icónicos faros escamoteables y el por qué de su desaparición
Podríamos decir que los faros escamoteables son una especie en peligro de extinción, ningún fabricante lo utiliza en sus modelos. Sin embargo, no podemos negar su innegable atractivo estético y picarón, que hacen que un vehículo gane puntos en diseño solamente con este detalle. Las modas van y vienen y lo que hoy puede ser tendencia, seguramente en unos años quedará obsoleto. Aunque podamos pensar que la desaparición de los faros retráctiles se debe a una cuestión de modas, lo cierto es que la razón es más por una cuestión legal. Hoy hablamos sobre los icónicos faros escamoteables y te contamos el por qué de su desaparición.
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El icono automovilístico del siglo XX: los faros escamoteables
Los faros escamoteables, también conocidos como faros pop-up, fueron muy populares en los años 60 y 80 dentro de la cultura del mundo del motor. Estos faros se escondían durante las horas de luz dentro de la estructura del parachoques, aletas y/o el capó, y emergían cuando era necesaria su presencia para iluminar el camino.
Fueron tendencia durante las últimas décadas del siglo XX, llegando a convertirse en un icono de diseño de grandes marcas como Ferrari o Lamborghini y de modelos como el Corvette.
Su origen proviene del Cord 810 de 1936 y en el Alfa Romeo 8C 2900 A del mismo año, pero no se popularizó hasta años más tarde. Pero ¿qué propósitos tenían los faros escamoteables?
El primero puramente estético, para mantener limpio el diseño frontal de cualquier vehículo que los equipara y el segundo, por tema aerodinámico, ya que mejoraba el flujo de aire, lo que se traducía en una disminución del coeficiente de resistencia.
Pueden estar montados en un alojamiento que rota para ajustarse al frontal del vehículo, cómo es el caso del Porsche 928, también pueden retraerse dentro del capó o de las aletas, como en los Chevrolet Corvette de hasta 2004, o bien puede sobreponerse a los faros una rejilla móvil o rotativa como en el Dodge Charger de 1966.
En las últimas décadas del siglo XX, lucir faros retráctiles era sinónimo de máxima atracción en un coche. Generalmente, los empleaban los deportivos, aunque también había otros modelos que recurrían a esta solución estética, muy impactante visualmente.
Pero, ¿por qué ya no se fabrican? Tristemente los faros retráctiles cayeron en desuso y acabaron por desaparecer por completo por tres razones. En primer lugar por una cuestión de seguridad, concretamente con los atropellos de peatones. Un accidente podría suponer graves perjuicios para la persona.
En segundo lugar, su desaparición también hace referencia a la aerodinámica. Los faros incrementaban la resistencia al aire, lo que no solo perjudicaba al rendimiento del vehículo, sino a su vez a su consumo.
La tercera razón es la fiabilidad, dado que la apertura y el cierre se realizaban a partir de pequeños motores eléctricos que podían llegar a estropearse.
Con mucha pena, nos quedamos con el recuerdo de unos coches inolvidables, e igual tenemos la suerte de encontrarnos con alguno y que nos guiñe sus faros.